Supernumeraria y soltera en la vida

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Por Brisas el 28 de noviembre de 2003


Supernumeraria y soltera en la vida. ¿Dónde encajas?, donde buenamente puedas. Hartita estoy de ir a círculos, cursos de retiro y convivencias en donde se me dice por activa y por pasiva que mi santidad, mi camino hacia Dios pasa por mi marido. Que mi camino hacia Dios se llama Fulanito. Buenas siestas que me eché yo en el oratorio, el Señor me perdone. Sólo se me ocurría una salida para mi santificación: que alguna de mis hermanas, en un acto de desprendimiento, me prestara a su marido. Pero no era posible y a juzgar por las caras de algunas, tampoco era deseable por mí. Porque había que aguantar con lo que te había tocado en suerte, si el maromo era mujeriego, "esa es tu cruz", si es insoportable y no aguantas más, "esa es tu cruz", y si los problemas son más graves, "también es tu cruz".

Sé que la vida de supernumeraria no es fácil. Algunos piensan que sí, pero si te has tragado todo lo que te dicen de la vocación, bla, bla, bla, no lo es. Las supernumerarias son miembros de segunda, o de tercera o de cuarta, dependiendo de tu clase social y disponibilidad económica. Ya la cosa empieza mal, luego me enteré, pero cuando escribí la carta la dirigí al Consiliario, las numerarias y agregadas la dirigen al Padre. Las numerarias auxiliares desconozco a quien se la dirigen.

Lo que tenía de ventaja para la Obra el ser super soltera, es que una está más disponible, o sea, que no tiene vida, digo yo. Así que "tu te vas a encargar de esto", y "también de esto otro" y "con la buena mano que tienes con las pequeñas... esto pa ti". Y digo como el otro, sólo me falta que me hagan Capitán del equipo de la Copa Davis.

Y tiene la otra parte: yo fui la primera Oreja de la historia. Habéis leído bien. Rojitas me quedaban de escuchar a mis hermanas sus quejas de las carreras de obstáculos que tenían que hacer para acudir a los medios de formación.

Existe la modalidad de supernumerariaserhumano, o sea, la que no puede con la vida, la que tiene que atender a sus niños y que le cuesta trabajo doblarse porque siempre tiene una enorme barriga, el nuevo miembro de la familia está a punto de venir al mundo. Eso sí, la ventaja es que la super soltera le cuida los niños mientras va a comulgar. Esas que incluso llevan a sus bebés a las convivencias o cursos de retiro, o las que, esto lo he visto yo, dan a luz en plena convivencia. Las que han de ir a la beatificación e, imagino, a la canonización con todos sus churumbeles. Las que no tienen un duro pero los niños al colegio de Fomento. Las que tampoco tienen un duro pero sus hijos han de ir al club (yo llevaba las cuentas). Y las que, en ese rato de molicie que suelen tener (¡!), organizan en su casa una charla para sus amigas. ¿Qué tienen mérito los campeones olímpicos?, de eso nada. Verdaderas medallas de oro he conocido yo.

Insoportables las charlas del cura o de la dire de turno en cuanto a las relaciones sexuales dentro del matrimonio, siempre abiertas a la vida. Caiga quien caiga. Y si no: "ajo y agua". Sé de una amiga supernumeraria a la que un embarazo suponía un cúmulo de sinsabores, embarazo de riesgo. Pero no importa, "Dios sabe más". Dios sí, majo, pero tú no. (Se lo digo al cura).

Otro día hablaré de la modalidad de supernumerariaperfectaeinsoportable. Lo más de lo más. Una mezcla de Numeraria, Directora, Sacerdote Numerario. Insufrible. De las que son más aplaudidas en el centro porque en su amor infinito por sus hermanas se pasan el día haciendo correcciones fraternas. Digo yo que en vez de ver los programas de corazón se dedican a mirarnos a las demás. Yo huía de llevarlas en mi coche. Era como llevarte el círculo puesto. Pero eso será otro día.


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