Mi pertenencia al Opus Dei

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Por Carlos F., 23 de febrero de 2009


Pité en el Opus Dei porque quise y ¡ya está! y no quiero cantar “milongas (*) a naide”

(* canciones populares argentinas)


Soy varón proveniente de una familia ultracatólica pero, que curiosamente no era nada proclive al Opus Dei y sufrí un acoso y un agobio de conciencia a los 17 años cuando me iniciaba en la vida universitaria. Compañeros de residencia universitaria pertenecientes al Opus Dei me perseguían día y noche (literalmente), “tienes que hacerte del Opus Dei porque tienes vocación”, “Dios te llama y no le puedes fallar”, “estás llamado para hacer grandes cosas, volar como las águilas y no como las aves de corral…”, “ten dirección espiritual con el sacerdote Don Luis que estudió medicina…” “ven a una meditación espiritual que tenemos los viernes con Don Enrique que estudio filosofía” “haz unos ejercicios espirituales...” así una y otra vez durante un año y al final… “pité” (pedí la admisión en el Opus Dei)”...

Pero si entré en el Opus Dei es porque quise ya que me gustó su mensaje:

  • Ser un “laico” amando a Dios, a Jesucristo y a la Virgen María pero en el mundo, nada de ser fraile ni clerical (¡!)
  • Ejercer la profesión “libremente” santificando el trabajo
  • Penetrar las estructuras del poder político, económico, educativo, mediático, etc. para difundir el mensaje católico; “el único verdadero” que lleva a la salvación del mundo
  • Y otras cosas más

¡¡¡Y yo tenía 17 años, toda una vida de ideales por delante!!!!!

Pero había unas cosas que no me gustaban de las condiciones para pertenecer al Opus Dei

  • Había que abandonar a la familia y no contarles nada de tu pertenencia al Opus Dei a fin de que no influyesen en tu vocación divina (¿?), pero sí había que contar con su aportación económica cuanto mayor mejor.
  • Había que abandonar a los amigos/as de siempre porque podrían suponer un obstáculo para la vocación divina (¿?) y con ello la vida normal en un joven, discotecas, cine, salir a tomar unas copas, trato normal con chicas y con amigos, etc.
  • Había que alejarse de cualquier sacerdote o fraile católico con quien tuvieses relación a fin de que no te influyese en tu “selectiva vocación divina”.
  • Había que hacer tres votos como en las ordenes religiosas (¿?): pobreza, castidad y obediencia, lo que suponía que:
  • Había que ser “numerario”, es decir célibe, lo cual a los ojos del Opus Dei es un estado superior a la condición de casado es decir “supernumerario” (“el matrimonio es para la clase de tropa” decía Monseñor) y condición “sine qua non” para ser directivo de la Obra, esto, en mi caso, suponía renunciar a mis primarias convicciones psicológicas y biológicas tales como formar una familia y educar a hijos para el bien
  • Prohibido tratar a ninguna mujer ni aunque fuesen estudiantes de tu clase o compañeras de trabajo, si una chica estaba cerca de uno en la clase había que cambiarse inmediatamente y ponerse más lejos y no dirigirle la palabra, no se podía trabajar en sitios donde hubiese mujeres salvo que estos fuesen abiertos y públicos, etc.
  • Como numerario había que entregar todos los bienes personales al Opus Dei y no disponer más que de una mínima asignación para los gastos (“pobreza evangélica” similar a la de los frailes), me decían que “cuanto más pobremente evangélicamente se es personalmente más rica es la Obra de Dios para hacer el bien”, (caradura pues no le falta a la Secta).
  • Había que obedecer ciegamente hasta en los más mínimos detalles a los directores asignados a uno (ya que estos tenían “gracia divina infalible” para llevarte por el camino hacia Dios, en realidad esto no era otra cosa que una burda manipulación de la mente,
  • Y no sé cuantas cosas más...

Al director de mi admisión le dije que entraba para probar, pero él me dijo que “ni hablar, que la entrada era definitiva y sin vuelta atrás porque así lo quería Dios (¿?)”

Y vuelvo a repetir , ¡¡¡¡17 años, toda una vida de ideales por delante!!!!! ¿cómo te vas a negar a lo que Dios quería de ti para salvar al Mundo? (“salvación” según el fundamentalismo católico)

Mi pertenencia al Opus Dei, ¿qué hice Dios mío para merecer eso?

A los 17 años, ¿cómo te vas a negar a lo que Dios quería de ti para salvar al Mundo? ("salvación" según el fundamentalismo católico) pero una cosa es una cosa y otra ser manipulado por una Secta, así por ejemplo:

  • Nada más entrar en el Opus Dei todos los halagos de los directivos cambiaron a una gran frialdad y disciplina porque “ya estaba dentro”
  • Cambiaron mi sacerdote director espiritual con el que había “pitado”y con el que había llegado a un cierto grado de intimidad por otro con el que no tenía ningún tipo de relación ni de confianza y los compañeros del O.D. que me habían acosado dejaron de tratarme ya que en la Obra según me dijeron “no hay amistades particulares” (sic), este es un planteamiento típico de las sectas a fin de que el neofito/a pierda todos sus puntos de referencia y apoyo y sea fácilmente manipulable...
  • Todos los socios del O.D. debíamos vigilarnos entre nosotros y realizar la llamada “corrección fraterna” para evitar actitudes o comportamientos no conformes con los normas de la Organización que había que poner en conocimiento de los directores y en su caso del otro socio (en otros campos a esto se llama chivateo y delación)
  • Todos los socios debíamos de tener una charla semanal sincera (“confidencia”) con el director laico y con el sacerdote de la Obra respectivamente asignados por la Organización (estaba absolutamente prohibido realizar el sacramento de la confesión con un sacerdote católico ajeno a la Obra, “los trapos sucios se lavan en casa” decía Monseñor ni, por supuesto, tener confidencias personales con nadie que no fuese el director asignado para controlarte), y tales directores tenían que hacer periódicamente informes de estas charlas a los superiores con objeto de que se supiese lo que pensaba y hacía cada socio, saber a qué atenerse y poder manipularlos “dirigiéndolos hacia Dios”, en realidad de lo que se trataba era de anular la personalidad de los socios convirtiéndolos en robots fácilmente manejables para “mejor servicio a Dios”
  • Había que hacer proselitismo es decir acosar hasta que entrase en la Obra a cualquier conocido o compañero de universidad o de trabajo que reuniese las siguientes cuatro condiciones:
  • Virtud: es decir que fuese católico convencido y capaz de practicar los tres votos clericales de pobreza, castidad y obediencia.
  • Talento: que destacase por su inteligencia en sus estudios o en su profesión
  • Carácter: que fuese dócil y amoldable para poder ser “dirigido” o fácilmente manipulado para los fines de la Obra, no interesaban las personas seguras de sí mismas y con fuerte personalidad
  • Posición: que perteneciese a familias burguesas pudientes con cuanto más dinero e influencias mejor
  • Me aconsejaron que no estudiase lo que yo quería porque ello suponía cambiar de ciudad y no poderme controlar según lo que Dios deseaba, cosa que yo acepté hasta cierto punto
  • Me engañaron mandándome a un Centro de Estudios en otra ciudad que era una especie de noviciado clerical donde teníamos que levantarnos de madrugada para cantar “laudes y maitines” con el breviario sacerdotal católico
  • Una vez por semana teníamos que dormir en el suelo para hacer penitencia
  • Todos los días teníamos que ponernos un cilicio (artilugio con pinchos de alambre que se ata a la pierna para hacerle daño hasta sangrar y que según el ritual del clero católico es un sacrificio a ofrecer a Dios por “las tentaciones de la carne” (o lo que es lo mismo“ la libido natural”, para personas normalmente constituidas), el Opus Dei es antinaturalmente misógino para estas cuestiones.
  • Una vez por semana teníamos que flagelarnos con unos látigos de cuerda para lo mismo que lo anterior
  • “Tu familia” es el Opus Dei cuyo Padre es Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer. Debes, por tanto abandonar a tu familia natural que de no ser miembros del Opus Dei no te entenderán e incluso tratarán de quitarte, por “puro egoísmo”, tu vocación divina
  • Los sacerdotes católicos de base, párrocos y frailes de congregaciones no han sido designados por Dios para entender el Opus Dei (Obra de Dios) y por ello hay que alejarse de ellos y no hablar de nuestra vocación divina con ellos para nada (¿?)

Estas cosas al principio me horrorizaron y me dije “¡Dios mío!, ¿pero donde me he metido?. ¡Esto no tiene nada que ver con el mundo laico que me habían prometido!”, pero la manipulación a la que te somete la Secta cuando eres joven y católico convencido hace que sigas adelante.

El “Padre” que yo conocí y el que los superiores de la Obra me dieron a conocer

Alguien muy sabio dijo alguna vez que “La verdad hace libres a las personas”, pues por eso escribo esto, porque dar a conocer los hechos tal como fueron y saber a que atenerse es muy bueno y muy saludable para todo el mundo.

Curiosamente diré que San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, fue, como es lógico, hijo de su tiempo, el Renacimiento europeo, época de luces, de ir más allá en el pensamiento, de apertura de mente, de poner en cuestión los dogmas, de impulso teológico, del arte, de la arquitectura, del inicio de la ciencia moderna, de la cultura, y la Compañía de Jesús sigue manteniendo ese espíritu de mente abierta lo cual ha producido más de un dolor de cabeza a la jerarquía romana de la Iglesia católica actual, hasta el punto de hacer dimitir y relegar al olvido al padre Arrupe, un presidente jesuita preclaro y poco conformista.

  • En la Obra, los superiores siempre nos decían que los Jesuitas (Societatis Iesu) no eran católicamente fiables y rayanos a posiciones heréticas (teoría de la liberación), aparte de tener muchísima envidia al Opus Dei, no soportando que esta organización les superase y estuviese más próxima al Pontífice de Roma que la S.I.. También nos decían que los Jesuitas trataban de conseguir, por todos los medios, que el Vaticano “excomulgase” al Opus Dei, pero esto no iba a suceder sino al revés (¿?) ( Nota: es indudable que con el papa Juan Pablo II, el Opus Dei tuvo mucha mayor influencia en el Vaticano que la Societatis Iesu, no hay que olvidar que el Vaticano, aunque religioso, es un pequeño estado nacional y que para las cuestiones de poder humano, político y económico, bancario etc., el Opus Dei está mucho mejor preparado que la Societatis Iesu que aunque en tiempos anteriores tuviera cierta influencia en los papas, hoy está claramente obsoleta en estas cuestiones , pero ¿no es mejor que ello sea así, y que la S.I. se dedique a lo que se tiene que dedicar cualquier organización de la iglesia de Cristo? ( y ¿a qué se tiene que dedicar la Iglesia católica?, no sé, pregunto)
  • Hay una anécdota que siempre me hace sonreir cada vez que la recuerdo y es que hacia finales de los años sesenta el padre Arrupe, presidente general de los jesuitas, con objeto de buscar un acercamiento y distensión con la Obra de Dios, invitó a comer a su sede central de Roma a monseñor Josemaría y a sus directivos más allegados y que al terminar la comida los jesuitas propusieron rubricar el encuentro brindando con champagne francés pero…. ¡¡¡en vasos de plástico!!!... de esos de usar y tirar en vez de finas copas de vidrio, los miembros del Opus Dei se quedaron, unos horrorizados, otros hilarantes y otros no se sabe cómo de tamaña vulgaridad que ponía en evidencia que los jesuitas no “buscaban la santificación en el trabajo haciendo las cosas a la perfección”. (nota: la verdad es que yo creo que, independientemente de otras consideraciones, beber champagne francés en vasos de plástico de usar y tirar es una autentica vulgaridad, a parte de desperdiciar el champagne francés….¡vamos pienso!, jejeje)...

San Josemaría Escrivá de Balaguer, monseñor Escrivá, marqués de Peralta (título nobiliario que compró con dinero en los años sesenta para dignificar a la familia de sus padres que en realidad eran unos modestos comerciantes de Barbastro, Huesca, España), también fue, como es lógico, hijo de su tiempo. La época de monseñor Escrivá fue convulsa, por no decir terrible, le tocó vivir tres guerras, la primera mundial, la guerra civilespañola y la segunda mundial. Fueron épocas donde se ensalzaban por encima de todo los liderazgos personalistas y absolutos, “el culto al líder”. A las dictaduras se las consideraba de origen supranatural y a las que había que obedecer ciegamente. Eran épocas de fuertes personalidades autoritarias, Hitler, Stalin, Mussolini, Franco, Salazar, Churchil, Truman, papa Pío XII, Tito, Mao Tse Tung, Trujillo, Perón, etc, … ¡jcasi nada! y también fueron épocas donde el “Pater familiae” (Padre de familia) era el dueño y señor de la familia “il Patrone” (el Patrón en italiano) a quien había que obedecer sin rechistar, donde los hijos varones deberían seguir los dictados y el camino del Padre y donde la mujer y las hijas debían de estar en casa y con “la pata quebrada” al servicio de los varones, “el gobierno de la casa y el mando sobre las sirvientas está destinado a las mujeres , pero el foro, la calle, los negocios y la política corresponde a los varones ya que así lo ha establecido Dios”. Monseñor Escrivá fue, sin lugar a dudas, fruto de su tiempo y su Obra fiel reflejo de su época.

Me tocó vivir en ciudades de España en las que monseñor Escrivá venía a visitarnos casi todos los años, en mi caso, yo calculo que unas diez visitas. El ambiente que se creaba antes de cada visita era enfervorizante, los directores regionales y de zona (grados 8º y 7º de la Secta, respectivamente) se encargaban de promover una situación de histeria colectiva que todo el mundo de socios y socias debía mantener en los demás ¡¡que viene el Padre, el Santo, el elegido por Dios desde toda la eternidad para conducir a la Humanidad a la salvación!!, ¡¡quizás con suerte podréis verlo un momento y puede que seáis tan afortunados/as que os dirija la palabra!!!, …ridículo, pero la creación de histeria colectiva funcionaba.

En mi caso, yo no tenía suficiente jerarquía (grado 6º) para que el “Padre” me tratase personalmente y tenía que conformarme con verlo en las tertulias que organizaba para grupos de numerarios, asistir a la celebración de su Misa a primera hora de la mañana, o lo que era más normal, asistir en grupos numerosos a los “shows” o espectáculos que él montaba en teatros o salones de actos donde nos repetía una y otra vez los mismos adoctrinamientos de su libro “Camino”que la gente recibía enfervorizada como si fuese el mismo Jesucristo reencarnado. A Monseñor le encantaba el culto a su persona y sus directivos/as más allegados/as se encargaban de promoverlo entre las bases preparando previamente las preguntas que se le iban a hacer en los “shows”. Como se puede ver en los links a videos de Youtube que he puesto al final, su figura y su voz no eran muy agraciadas, pero era tal el halo de santidad y de amor a sus “hijos e hijas” que decía tener que la cosa funcionaba muy bien.

Yo como digo, aún habiendo llegado al grado 6º de la Secta, no tenía suficiente categoría directiva para que Monseñor me tratase personal y directamente, pero sí escuchaba los comentarios de otros directivos superiores (grados 8º y 9º) que comentaban de manera admirativa la santa ira de Monseñor y las reprimendas que echaba a la gente de la Obra por no “hacer bien, ni santificar las cosas pequeñas”

  • A tal directivo numerario de tal residencia del O.D., Monseñor le había echado una bronca y dejado en mal lugar porque había pintado las paredes de determinado centro de un color que no le gustaba y que el tal directivo, en un arranque de amor filial y de santificación de las cosas pequeñas, había mandado venir a un ejército de pintores y, sin reparar gastos, al día siguiente estaba pintado el color de las paredes según el gusto de Monseñor , “Así es como debe de actuar un hijo del Padre”, nos decían
  • A tal directora numeraria de tal centro, Monseñor le había echado otra bronca porque la vajilla con que le habían servido la merienda no era de la categoría que Monseñor se merecía, o porque la leche no estaba suficientemente caliente, o porque la bollería de la merienda no era de la mejor pastelería de la ciudad… …… ni que decir tiene que la tal directora, dando gracias al Cielo por haber recibido tal reprimenda, no tardó ni horas en comprar una vajilla nueva del gusto de Monseñor ….. “Así es como debe de actuar una hija del Padre “, nos decían, ya que servir a Monseñor era servir a Dios nuestro señor
  • Y así oí otros casos más

Ahora bien yo, la verdad, no fui testigo directo de cosas de éstas y a mí me costaba y me sigue costando creer que el “Padre” fuese así, creo, que más bien, a los superiores del Opus Dei les interesaba crear la imagen del Padre “Patrone “ no se porqué, como fruto de un amor filial mal entendido , tratando con ello de adoctrinarnos en cómo el “Padre”, es decir “Jesucristo encarnado en su Segunda venida” (sic), amaba hacer bien las cosas pequeñas y como sus “hijos e hijas” nos íbamos a santificar con ello consiguiendo “la felicidad en esta vida y la dicha en la vida eterna” (sic).

El monseñor Josemaría que yo conocí personalmente no me parecía lo que podríamos llamar un “padre” sino mas bien un prelado de la Iglesia Católica que trataba de caer bien entre su feligresía de “hijos e hijas” pero manteniendo las distancias y al que teníamos que rendir pleitesía puesto que nos teníamos que arrodillar ante él y besar su mano para que quedase claro su poder jerárquico y al que le encantaba que sus allegados (directivos de los grados 8º y 9ª) preparasen el clímax adecuado para que las personas pertenecientes a su Obra “sus hijos e hijas” le escuchásemos enfervorizadas.

Mi opinión es que monseñor Josemaría fué a su manera un líder que partiendo de ser un sacerdote de base , muy inteligente y ambicioso, consiguió crear una poderosa Secta católica autorizada y llegar a ser prelado de la Iglesia Católica, en una época caracterizada por el culto a los líderes más autoritarios que ha reunido la Humanidad en toda su historia. En materia religiosa creo que fue un sacerdote católico de ideas ultraconservadoras pero que, como muy inteligente que era, no tuvo más remedio que aceptar el aperturismo del concilio Vaticano II aunque con desagrado y a regañadientes a fin de no ser apartado ni él ni su Obra de la Iglesia católica como el cardenal Lefrève (actualmente rehabilitado por el papa Benedicto XVI)

Por este motivo, creo que hay que reconocerle su mérito ya que evidentemente fue un líder religioso que supo difundir sus ideas católicas propias de la España de su época (con el general Franco como caudillo del Estado español y defensor a ultranza del nacionalcatolicismo), atrayendo a su Obra a las oligarquías y altas burguesías de todo el mundo, así como a sus vástagos, y sacarles su dinero e influencias, lo cual no es nada fácil y, a mí, por mi parte, no me parece nada mal. En especial resaltaría la idea central de su discurso que era el de que “el trabajo bien hecho santifica así como el hacer bien las cosas pequeñas, la limpieza y orden, etc,”, bueno, esto no está mal, pero esto también lo dicen todos los “gurús” de la gestión de calidad del trabajo, ¿santifica esto?, pues….si no hay caridad, es decir amor al prójimo …no…., lo cual no quiere decir que el trabajo bien hecho no sea humanamente bueno y saludable.


Nota: en el Opus Dei se nos prohibía dar limosna a una persona pobre de la calle o hacer obras de caridad, cosa totalmente lógica con su mentalidad, porque al hacer el voto clerical de pobreza los “pobres” éramos nosotros mismos, por ello, todo nuestro dinero, el que consiguiésemos de nuestros padres o por nuestro trabajo profesional o por donaciones y herencias debería ser para el Opus Dei que lo emplearía para difundir el mensaje de Dios (¿?) en el mundo. Por cierto, al “Padre” monseñor Josemaría le gustaba ser tratado con el lujo propio de su jerarquía de prelado eclesiástico y viajar en su Mercedes conducido por un numerario, ante la gente no aparentaba vivir mejor que un cardenal u obispo de la Iglesia Católica pero tampoco menos, así como ser servido conforme a su rango por sus “hijas” numerarias y auxiliares


Ha sido notorio y público, y aquí no desvelo ningún secreto, que Monseñor Josemaría tenía un verdadero complejo por el hecho de haber nacido en el seno de una familia digna pero de modestos comerciantes en una pequeña población del norte de España como es Barbastro en la provincia de Huesca, entonces de 5.000 habitantes. El siempre decía que su familia era “noble” (aristocráticamente hablando) pero venida a menos, por lo que Monseñor empezó por “ennoblecer” su apellido cambiando el simple de “Escrivá” de su padre por el de “Escrivá de Balaguer”, así mismo, también es público y notorio el de que comprase con dinero el título de “Marqués de Peralta” ( que por supuesto nada tenía que ver con su familia), ya que con estos “ennoblecimientos” le parecía que tendría mayor acceso y mejor recibimiento en las oligarquías a las que abordaba ya que, según su mentalidad, de los pobres no se podía sacar nada pero de los ricos si, lo cual por otra parte es verdad, salvo que se quieran poner en práctica, como cristiano, las “bienaventuranzas” de un profeta llamado Jesús.

También, en relación a ese complejo personal que tenía, contaré una anécdota menos conocida. Le daba vergüenza que sus “hijos e hijas” y la gente en general conociese la casa con pisos vecinales en la que había vivido con sus padres en Barbastro, una casa de pueblo digna pero modesta, así que mandó a determinados “hijos” directivos de esa región que comprasen esa casa como fuese y al precio que fuese para de esta manera mandar a continuación a un arquitecto del Opus Dei a que la reformase completamente convirtiéndola en una casa nobiliaria digna de la “alta cuna” de monseñor Josemaría y centro de peregrinación. Mientras tanto dictó una orden a los directivos y directivas de toda España para que impidiesen por todos los medios de que nadie de la Obra o simpatizante se acercase a Barbastro para curiosear o sacasen fotos. Pero ¿qué pasaba? pues que en esa casa vivían algunos inquilinos mayores a los que no había manera echar, ni de que se fuesen por dinero, ni de que se muriesen y hubo que esperar hasta finales de los sesenta para poder comprar…¡por fin!, el inmueble y poderlo ennoblecer al gusto de Monseñor. Yo y otros más, por razones deportivas, ya que Barbastro estaba en la ruta de los montes Pirineos a los que íbamos con frecuencia a esquiar o hacer montañismo, pasamos muchas veces por delante de aquella modesta casa en Barbastro y lo podemos confirmar. Pero ¿tiene importancia esto? …pues creo que no, allá cada cual con sus manías mientras no se manipule a los demás con ellas.

La verdad es que la familia de Monseñor digna, sin lugar a dudas, pero muy modesta no podía permitirse el lujo de pagar una carrera universitaria a su hijo José María que sin duda era inteligente, por lo que en su juventud escogió la “vocación sacerdotal” para poder recibir gratuitamente una formación y estudios eclesiásticos en la Iglesia católica y salir, de alguna manera, adelante, ya que el futuro que le esperaba en Barbastro era poca cosa en relación a sus ambiciones. En fin, que las modestas circunstancias familiares le tenían acomplejado y trató por todos los medios de crear una historia familiar nobiliaria acorde con sus ambiciones.

Lo de sus estudios también le acomplejaba ya que eran únicamente eclesiásticos recibidos gratuitamente, cuando, por el contrario, exigía titulación universitaria laica “sine que non” a todos los numerarios y a algunas numerarias , por ello, dejaba correr la voz de que era doctor en Derecho por una universidad española, pero, al menos, en mis tiempos nadie pudo ver ese título ni encontrar su registro en dicha universidad, luego, es decir, posteriormente a mi marcha , no sé… lo creo muy capaz de comprar ese título como hizo con los demás..

En mis tiempos de pertenencia al Opus Dei, como buen hijo suyo, yo perdonaba al “Padre” estas “mentirijillas” ya que él lo hacía por Dios y para la santificación de sus “hijos e hijas”, hoy por supuesto, con la distancia me hacen reir y le volvería a perdonar si no fuese porque las empleaba como medio de manipulación sectaria y desconsiderada de las conciencias.

Los altos directivos del O.D. nos contaban “sotto voce” (en voz baja), en las tertulias intimas entre numerarios unas cosas realmente sorprendentes como que:

  • Monseñor José María (entonces, todavía no había unido su nombre de amor celestial de “Josemaría”, de lo cual no tengo nada que objetar ya que me parece fenomenal que cada uno con su nombre haga lo que quiera), durante la guerra civil española (año 1936), tuvo que huir del bando republicano ya que éste perseguía y asesinaba a los sacerdotes católicos, para lo cual atravesó la frontera con Francia a través de la cordillera de los Pirineos con unos pocos de sus fieles discípulos mediante un guía al que tuvieron que pagar sustanciosamente, pero que cuando estaban en Rialp (Gerona), en la zona española republicana antes de pasar a Francia, se le apareció la Virgen junto a una ermita quien le entregó una rosa de madera dorada con el encargo de que sacase adelante el Opus Dei todavía balbuceante, ….¿no sería esto una alucinación fruto del cansancio y del hambre? (Nota: la Rosa de madera dorada es el logotipo de la editorial Rialp que creó el Opus Dei para la difusión de libros con su ideología religiosa).
  • Por este motivo, monseñor Josemaría siempre insistía en que él no fue el creador del Opus Dei , “No me llaméis Fundador de la Obra de Dios” , sino que su creador fue directamente Dios que junto con la Virgen santísima le habían ido revelando la manera de llevarlo a cabo, él solo era un mero instrumento de los designios divinos , así pues ¡a ver quién es el guapo o la guapa que se opone a los designios de la Obra de Dios!
  • Insistiendo en que no lo divulgásemos y que debía ser un secreto entre nosotros nos decían que Monseñor Josemaría era en realidad Jesucristo en su segunda venida (¡!) con el encargo de redimir el Mundo, ¡sin comentarios!.

En fin, cosas de los directivos de las sectas que siempre tratan de encumbrar y deificar a su líder…¡ellos sabrán porqué!

Bueno, estas son algunas de mis vivencias sobre el monseñor Josemaría que conocí y me dieron a conocer los superiores de Opus Dei, lo cual no deja de ser una opinión y una manera de ver la realidad por mi parte, ya que hay muchas otras personas pertenecientes al Opus Dei que lo consideraron supercariñoso, superpadre y supersanto y, por supuesto, ni siquiera yo me considero superperfecto ni superinfalible en mis afirmaciones..

Al final de este escrito he puesto unos cuantos enlaces a videos de Youtube donde se pueden ver algunos de los shows que protagonizaba Monseñor y de los que era tan pródigo en su madurez. En Youtube se pueden encontrar muchos otros más, en los que Monseñor, al ser videos públicos, cuidaba mucho de no desvelar los secretos de su Secta y solo hablaba como un prelado conservador, con ideas propias de su época, poco asumibles actualmente. Monseñor Escrivá, en estos shows, iba siempre acompañado de muchos de los directivos de la plana mayor del Opus Dei (grados 7º, 8º,y 9ª ) y que se colocaban en los escenarios detrás de él en señal de distinción. Curiosamente y en plan jocoso diré que si se miran los videos, a los superiores de grado 9º (los más próximos a Monseñor) se los ve serios y aburridos, se conoce que de tanto oír a Monseñor los mismos tópicos, a los del grado 8º (superiores generales) se los ve menos serios y algo más risueños y a los de grado 7º (superiores regionales) se los ve sonreír con cara de éxtasis, así pues es muy fácil de distinguir quién es quién en estos vídeos, jejeje.

Y en estos videos ¿dónde estaban las mujeres directivas del Opus Dei? , pues la contestación es fácil, salvo que estuviesen entre el público, su verdadero papel era el no estar aquí sino el de estar en esos momentos en las casas del Opus Dei dirigiendo a las sirvientas para que preparasen las comidas e hiciesen las labores de las casas, las camas, los lavados de ropa, los planchados, etc. a fin de que los numerarios o el mismo Monseñor con su plana directiva cuando volviesen a sus casas del Opus Dei pudiesen descansar y dar gracias a Dios sobre lo presenciado, quizás algún numerario más sensible se daría cuenta de que detrás de todo esto había unas mujeres numerarias y auxiliares que trabajaban en la sombra con una exigua remuneración (“pobreza evangélica”) para obtener la santificación ante Dios Nuestro Señor


Links a Youtube

Encuentros con san Josemaría Escrivá en España

El Fundador del Opus Dei habla sobre el noviazgo cristiano

El Fundador del Opus Dei habla sobre el valor de la oración

San Josemaria habla de la Confesion

El Opus Dei ¿una Secta? ¿una Organización masónica? Los nueve grados de la pirámide

Este escrito que voy a publicar relata una “cierta parte de la mentalidad” del Opus Dei, sin duda, santa y católica, por supuesto, pero que choca con otro tipo de mentalidad como es la praxis ordinaria y enseñanzas de la Iglesia católica de base, la que yo conocí en mi juventud y la que conozco ahora, antes y después de mi marcha tras quince años de pertenencia al Opus Dei.

Yo he conocido y conozco, en la Iglesia católica, como supongo que también conocéis quienes me leéis, a gentes cristianas buenas y genuinas, sacerdotes y párrocos de barrio que de una manera sencilla y cálida ponen un punto de alegría y de esperanza entre sus feligreses aplicando los rituales católicos en los hitos más importantes de la vida y muerte de una persona humana. He tenido la suerte de conocer a dos obispos que me han parecido ejemplares e idealistas, algunos frailes y monjas de congregaciones religiosas que viven su fé con sincera devoción y que se entregan a los demás por amor a Dios, bien sea en la enseñanza, en la sanidad, en países del tercer mundo, en la contemplación, etc., he conocido a algunos entrañables padres jesuitas de los que nunca se cansa uno de escuchar en la bondad de sus ideales. Pero he observado que ni estas personas ni sus organizaciones tratan de emplear técnicas de manipulación sectaria ni de “lavado de cerebro”, ni de “santa coacción” en los demás, su única coacción, si es que se puede llamar así es la de predicar con la palabra y el ejemplo

Uno de esos obispos que he conocido recientemente nos decía en una comida coloquio que la Iglesia católica, en términos humanos, se puede comparar a una inmensa ONG, ¿qué pasaría si todos sus miembros entrasen en huelga laboral por unos días?, pues que causaría un enorme problema en el mundo occidental: no hace falta imaginarse lo que supondría el paro en tantos y tantos, colegios, escuelas, dispensarios, universidades, residencias de ancianos, comedores para pobres, hospitales, bodas, funerales, etc, etc., etc… ¡casi nada!. Pero no seamos ingenuos ni ingenuas, vivimos en este mundo, y en este mundo no se hace nada sin dinero y la Iglesia católica necesita ingentes recursos para poder mantener la fé de su feligresía en el mundo occidental, ya que su presencia en el mundo árabe, asiático y africano es prácticamente inexistente, solo testimonial, pero es que incluso en el mundo occidental la Iglesia católica tiene que competir con otras religiones cristianas fuertemente implantadas en países anglosajones o germánicos, que también son caminos hacia Dios, anglicanos, evangelistas, luteranos, etc, etc,.., (aunque, como decía un español “maño” aragonés,…“no creo en la religión católica que es la verdadera, así que cómo voy a creer en todas las demás”)...

En el Opus Dei conocí también a buenas gentes, por no decir estupendas, con una gran dosis de buenas intenciones. Actualmente, tengo la fortuna de contar entre mis amigos con un matrimonio perteneciente a esta organización y si con ellos se ha llegado a ese grado de amistad es quizás porque simplemente respetamos nuestras ideas sobre la manera de concebir la religión y no tratamos de hacernos “proselitismo” mutuo ya que hay otras muchas cosas que nos preocupan y que nos unen. De todas maneras desde mi perspectiva humana y poco “divina” me cuesta entender que los supernumerarios del Opus Dei aun siendo profesionales con buenos ingresos, no puedan ni siquiera comprarse un piso en propiedad porque no les alcanza, ya que además de pagar una generosa cuota mensual por pertenecer al Opus Dei y tener que gastarse mucho dinero en los colegios de sus hijos dirigidos por la Obra de Dios, tienen que hacer aportaciones constantes para las obras del colegio tal, o para la Universidad de Navarra o para el centro cual, etc,… bueno, mis amigos, ven esto como una manera de invertir en un alto puesto en el Cielo junto a Dios nuestro Señor, y yo, por supuesto, no les digo ni una palabra, pero, en el fondo de mi corazón, me dan un poco de pena, de verdad, viendo cómo se aprovechan algunos de lo buenos que son.

Desgraciadamente, en la Iglesia católica, como organización religiosa pero humana que es, no todas sus gentes son tan maravillosas como las que cito anteriormente ya que se dan, sin embargo, varios estigmas indeseables, por ejemplo es notoria y pública la pederastia entre sus sacerdotes y frailes, por considerar al celibato como una virtud superior a la del sacramento del matrimonio, cuando el celibato es algo “antinatura”, así como el de que algunas gentes que presumen de “confesión y comunión diarias” dejen bastante que desear.

Y con estos antecedentes, que he creído necesarios expresar, voy a entrar en el tema

Nunca entendí porqué monseñor Josemaría, sacerdote católico y del que los superiores del Opus Dei nos decían que tenía revelaciones divinas, se inclinó por crear una Secta basada en los grados secretos de la Masonería… bueno, sí, quizás porque le tocó vivir en una de las épocas más terribles, con tres atroces guerras seguidas y con los líderes políticos más autoritarios y mayores dictaduras que haya conocido la Humanidad en toda su historia, y está claro que Monseñor vivió influenciado por ello.

En la actualidad las organizaciones masónicas, especialmente la francmasonería, son legales en todo el mundo occidental y sin más problemas. Desconozco si en las actuales épocas de tolerancia y distensión algunas de ellas siguen manteniendo el secretismo en sus estructuras organizativas como medio defensivo y de poder. Pero, al menos, en la época de Monseñor las organizaciones masónicas españolas tenían una estructura jerárquica piramidal muy rígida, organizada en logias (cédulas) con el objetivo de mantenerse en secreto, poder ayudarse mutuamente para mejorar su vida económica y favorecer su entrada en las organizaciones del poder humano. En estas épocas, en España, gobernaba el general Franco que detestaba a la Masonería, aplicando a sus miembros duras condenas de cárcel, razón por la cual, se mantenían en el más estricto secreto. Las organizaciones masónicas (maison = casa o logia en francés), nacieron de forma secreta en la baja Edad Media entre los gremios de constructores de catedrales, castillos y casas nobiliarias para la defensa de sus intereses frente a los abusos de los reyes y nobles y desde entonces han ido evolucionando hasta nuestros días hasta convertirse actualmente en clubes sociales de gente de buena posición económica, principalmente de profesionales, empresarios, aristócratas, militares y políticos de todas las naciones occidentales, últimamente, están dando entrada a sus organizaciones a mujeres empresarias y profesionales ¡faltaría más!. En general siguen guardando estricto secreto sobre sus estrategias y teniendo a gala una fuerte discreción sobre sus miembros.

Las sectas, como organizaciones para la entrega total y sin discusión de la propia personalidad humana y de sus bienes a un fin no tienen por qué ser malas, ni inmorales, ni delictivas en sí mismas, aunque hay quien lo discuta, por el contrario hay gente, con problemas de personalidad, que encuentra refugio en ellas porque se sienten comprendidas y dirigidas hacia un fin superior, pero, por desgracia, también, hay sectas que con excusa de proporcionar servicios espirituales, lo que realizan es un control de las conciencias para su manipulación y para el enriquecimiento o poder de los líderes de la secta, lo cual en algunos casos llegar a ser delictivo y penal.

Hay que decir que con respecto al Opus Dei no hay ninguna sospecha de inmoralidad ya que es una secta avalada por la Iglesia Católica, aunque haya voces dentro de ella que no la vean con buenos ojos,… ¡pero si no la ven… que la vean!, ya que todos los Papas actuales han avalado al Opus Dei como Obra de Dios y elevado a monseñor Josemaría a la santidad católica y no hay que olvidar que los Sumos pontífices católicos, o sea los Papas, son los representantes de Dios en la Tierra y como tales, infalibles.

Bueno, pues eso, que quien se decida a pertenecer al Opus Dei debe saber que se mete en una Secta “pura y dura” (*), aprobada por la Iglesia Católica y que, a cambio de entregar su personalidad y sus bienes (arruinándose económicamente para toda su vida ya que si se sale jamás los recuperará), así como de servir en cuerpo y alma a la Secta, puede encontrar “la felicidad en este mundo y una dicha inconmensurable en la vida eterna”, palabras de Monseñor Josemaría ¡casi nada!


(*) Nota: lo que ocurre es que ni el Opus Dei, ni la Iglesia católica lo advierten y luego pasa lo que pasa


Pero me estoy metiendo en líos y prefiero contar mi experiencia.

Como numerario dócil fui ascendiendo en los diferentes grados jerárquicos piramidales, de los que el Opus Dei tiene nueve, desde el 1º de base, constituido por las personas “pitables”, cooperadores/as y supernumerarios/as que son totalmente manipulables y no se enteran de nada, continuando por el 2º, formado por la gente recién”pitada” de numerarios y numerarias, a la que hay que controlar, formar y vigilar de manera especial para adoctrinarla y que no se eche para atrás, y siguiendo hasta el 9º, la cúspide de la pirámide, constituido por el “Gran Padre” o Prelado y su círculo íntimo que lo dirigen y controlan todo”. Yo llegué al grado 6ª (consejos locales, que tienen a su cargo la dirección espiritual y control de una cédula compuesta de unos ocho miembros del Opus Dei).

En mi situación pude conocer las interioridades de la Secta, su secretismo mediante informes confidenciales que se mandan siempre a mano en valijas transportadas por miembros de confianza, y sin emplear jamás medios públicos de comunicación tales como el correo ordinario, teléfono, etc, ya que pueden ser interceptados por terceros, las estrategias de manipulación de los grados inferiores, las formas opacas de traspaso y depósito de dinero de unos lugares a otros obtenido de cuotas, donaciones y herencias o, lo que era más importante, de negocios financieros e inmobiliarios, los planes para la toma de poderes políticos, financieros, de comunicación de masas, educativos, etc.

El Opus Dei no tiene ningún bien a su nombre, todos sus bienes patrimoniales y financieros los tiene a nombre de sociedades instrumentales, o de supernumerarios de confianza como “hombres de paja” o en paraísos fiscales.

Curiosamente, las sociedades anónimas o limitadas civiles, fundaciones, comunidades de vecinos, etc., se rigen por unas legislaciones que obligan de manera muy estricta, en todos los países occidentales, a que sus gestores o administradores den cuenta a sus asociados o propietarios y a los organismos fiscales de cómo administran sus bienes, pues, bien, curiosamente también, las organizaciones “divinas” como las del Opus Dei jamás rinden cuentas ante nadie de los bienes que reciben de sus asociados y asociadas, ni de las que generan sus empresas y negocios ni emiten ningún informe de su gestión, y ello ¿por qué no?, pues porque son “divinas” y sus gestores solo tiene que rendir cuentas ante “Dios nuestro señor” ya que introducir controles por parte de sus asociados/as y no digamos por parte de los “diabólicos” organismos fiscalizadores del los Estados supondría poner obstáculos a la santificación de la “Humanidad” conforme a las enseñanzas del “Padre”, o sea de Jesucristo reencarnado. (Nota, yo tengo muy clara la manera de cómo hay que llamar esto, pero prefiero que quien me lea adopte su propio calificativo).

En mis tiempos de pertenencia, ¿me escandalizaba de esto?... ¡pues no!, dado que eso era “la voluntad de Dios” para la implantación del catolicismo “la única religión verdadera” en el mundo y la salvación de las gentes, aparte de que como ciudadano del mundo oí de empresarios, de que si quieres salir adelante en cualquier empresa humana “o divina” no hay más remedio que caminar siempre al filo de la legalidad fiscal y disponer de buenos asesores financieros, si no, la voracidad de los poderes políticos y administrativos no te dejan crecer y no creas puestos de trabajo ni medras en nada, yo la verdad es que estoy de acuerdo con ello.

Por otra parte, a ningún Estado le interesa hacer desaparecer los paraísos fiscales y solo actúan tibiamente ante los movimientos opacos de dinero delictivo provenientes de robos o del narcotráfico pero nada más. En el siglo pasado prácticamente solo existía Suiza y tres más, como paraísos fiscales y lugar para ocultar el dinero, pero en este siglo XXI hay por lo menos hay doce,… por algo será. El dar opacidad fiscal a las fortunas y patrimonios está a la orden del día y desde luego, grandes empresas y propietarios, organizaciones religiosas, bancos, altos directivos, ciertos políticos, algunas ong’s, deportistas de élite, grandes artistas, etc, etc., tienen muy buenos asesores que saben cómo y donde colocar a buen recaudo sus patrimonios y sus bienes en paraísos fiscales, así pues del Cielo sabemos muy poco pero de este Mundo quizás un poco más.

Pero, siguiendo con el tema de la organización del Opus Dei, las numerarias de la sección femenina solo pueden llegar jerárquicamente hasta el grado 6º (consejos locales) el resto de jerarquía de dicha sección hasta el Grado 9ª (el “Padre” o Prelado) es ejercido por sacerdotes de la Obra de Dios

En los tiempos de monseñor Josemaría, el Opus Dei buscaba a jóvenes con “vocación divina” a partir de los 17 años, como en mi caso, pero actualmente el adoctrinamiento empieza entre los niños y niñas de 13 años o incluso de seis, para lo cual dispone de una abundante cantera en los hijos/as de supernumerarios/as y en los numerosos colegios del Opus Dei, dando entrada a estos niños y niñas en la santa Secta, de manera secreta, como numerarios y numerarias aspirantes (algo de esto se refleja en la película “Camino” de J. Fesser). Es terrible y pone los pelos de punta que el Opus Dei manipule la vida de gente tan joven que con la promesa de “ser inmensamente felices en esta vida y llegar al Cielo donde estarán para siempre con Jesús y la Virgen María y los Angeles custodios” esté preparando ya su dependencia psico/religiosa de por vida y su ruina económica.

Sigo, los supernumerarios y supernumerarias, los agregados y agregadas y las numerarias auxiliares solo pueden llegar hasta el grado 3º de la pirámide, careciendo de jerarquía, constituyéndose en cédulas de entre 6 y 9 miembros dirigidos y controlados por un Consejo local de numerarios o de numerarias del grado 6º. Los supernumerarios y supernumerarias aunque no tienen que hacer los tres votos clericales de pobreza, castidad y obediencia y disponen de mucha mayor libertad normativa que las personas numerarias, son fácilmente manipulables. El Opus Dei utiliza a los supernumerarios de mucha confianza como personas instrumentales para las empresas y negocios del Opus Dei. (Nota: las supernumerarias, en la mentalidad del Opus Dei solo son “señoras de” y deben dedicarse a la casa que es donde deben estar y tener ocho hijos/as para nutrir el semillero de vocaciones futuras para el Opus Dei).

Las numerarias y numerarias auxiliares se dedican generalmente a la dirección y servicio, respectivamente, de las casas y centros del Opus Dei, sin contratación laboral y sin seguridad social, es decir mano de Obra gratuita al servicio de Dios, además, todo lo que consigan de sus familias debe ser entregado a la organización, incluso cosas tan personales como un vestido o una ropa recibida de regalo. Las numerarias, como se sabe, deben de dormir hasta los 45 años sobre duras tablas de madera en vez de colchones como personas normales, todo ello para castigar y dominar la “lujuria y coquetería tan propia de las mujeres” (¡qué habrán hecho las mujeres, Dios mío, para merecer esto!). El hecho de que las mujeres numerarias, especialmente las auxiliares, no dispongan de ningún tipo de recurso económico las esclaviza y retrae de una posible marcha ya que, en muchos casos, les da mucha vergüenza el que después de estar trabajando varios años en algo tan importante como es la Obra de Dios, vuelvan a las casas de sus familiares tan solo con una maleta de ropa usada. (Nota; yo tengo mi opinión sobre esto y prefiero que quién lo lea emita el suyo propio).

Para terminar con este tema, tengo que decir que soy una persona ambiciosa pero sensible y mientras las interioridades de la Secta no me preocupaban demasiado, ni me preocuparían ahora, había otras cosas que no entendía y que, sin embargo, herían mi “sensiblería” más profundamente:

  • A un socio agregado que tenía un buen puesto de trabajo y un magnifico sueldo no se le permitió que ayudase económicamente a su madre viuda y enferma y yo fui el encargado de decirle que no.... “para eso están tus hermanas de sangre que corran ellas con los gastos y cuidados de tu madre, (en este caso hay que decir que las hermanas eran de clase media no pudiente y con hijos), todo nuestro tiempo y dinero deben de ser para el Opus Dei, es decir para difundir el catolicismo….”. Y como este caso me afectaron varios más.
  • A los numerarios y sacerdotes maduros desengañados o cuya vocación flaqueaba y que seguían en la organización por inercia y por carecer de dinero para emprender una nueva vida, ya que en la Obra lo habían perdido todo y no tenían a donde ir, se los apartaban de los cargos directivos y se llegaba a un acuerdo tácito con ellos que era el de que a cambio de no marcharse del O.D. y de no escandalizar a los socios de grados inferiores que los conocían como modélicos, vivirían de manera muelle y cómoda, sin tanta normativa ni control del Opus Dei, en pisos de lujo situados en los mejores barrios de la ciudad servidos por una cohorte de numerarias y sirvientas, pero aparentando vivir, de cara a los demás, la disciplina y normas del O.D. en las formas. Conocí a algunos de estos numerarios y veía con tristeza que personas magníficas y humanas cayesen en desgracia y aceptasen ser relegados a esa situación.

No voy a seguir enumerando cosas porque en esta web hay decenas de testimonios y experiencias de personas que como yo que han pasado por la santa Secta.


Video con el testimonio de niñas de un club del Opus Dei

Programa de televisión española sobre el Opus Dei: partes 14/18, 15/18

Mi salida del Opus Dei ¿gracias a Dios…? o ¿gracias a mí?

Desde mi pitaje a los 17 años, poco a poco mi personalidad en el Opus Dei fue madurando y dándome cuenta de la manipulación a la que estaba siendo sometido y a la que yo mismo por “voluntad divina” sometía a los demás. A mis 30 años de edad me sentía cada vez más desengañado, poco convencido y lleno de escrúpulos y me di dos años de plazo para meditar sobre mi pertenencia al O.D., y sobre mi “vocación”, y tras ello tomaría una decisión que consistiría en realizar lo que en la Obra se llama la “Fidelidad” es decir los tres votos clericales perpetuos o me marcharía, pero esta decisión la tomaría yo por mí mismo ya que conocía el “calvario” o “tercer grado” al que eran sometidos los socios que manifestaban deseo de marcharse, tales como innumerables charlas de lavado de cerebro con el sacerdote D. Fulano o con el superior directivo XX , con grandes dotes de convicción, o con el numerario psiquiatra YY, a la vez que se los relegaba a puestos secundarios para siempre...

Yo como, desde luego, no estaba dispuesto a pasar por esto, decidí que mi vida solo la manejaría yo y que por supuesto esto no iba a contárselo a los directores ni sacerdotes de la Obra y que la decisión que tomase sería exclusivamente mía. Así pues a los 32 años de edad tras 15 de pertenencia al Opus Dei y madurar la decisión durante dos años me marché a “la francesa”, es decir, dos días antes de la fiesta de S. José (*) recogí mis pocas pertenencias en una maleta y algún dinero que, previsoramente, había ido ahorrando con los ingresos de mi trabajo profesional, dejé una carta muy escueta y fría al director de mi centro comunicándole mi marcha y sin que nadie lo notase me fui… para siempre del Opus Dei


(*) Nota: nunca he podido entender que monseñor Josemaría Escrivá siendo tan posesivo y minuciosamente controlador de las conciencias hubiese podido dejar una puerta de escape tan simple a las personas que se quisiesen marchar de su Obra, como era la de no renovar los tres votos clericales en la fiesta de S. José, de verdad, esto no me encaja, no me encaja porque para Monseñor era impensable que alguna persona se pudiese marchar del O.D., salvo que estuviese “loca”, ya que ello supondría ser “despreciable e infeliz en esta vida” y estar destinado a la “condenación eterna al infierno en la otra vida” por negarse a realizar la “voluntad de Dios”, en una palabra un futuro próximo y no tan lejano ¡!!horrible!!!... Bueno, pues el caso es que esa oportunidad de marcharse fácilmente existía (¡!).


Siempre me mantuve firme, sobre todo en los últimos años de pertenencia al Opus Dei en las cuatro cosas que indico a continuación, a pesar de que sutilmente y no tan sutilmente los directivos y sacerdotes del O.D. trataban de desmontármelas para tenerme en sus manos y cortarme cualquier resquicio de salida, aunque tampoco tenían indicios de que me quisiese marchar, ni yo les decía nada:

  • El trabajo profesional era decisión mía y por tanto libre, tal como se predica en el Opus Dei a diestro y siniestro y no lo tenían porque establecer los directores del O.D., y como a mí me gustaba la empresa y la industria, “me busqué la vida” y en ello trabajaba, cosa que no les hacía mucha gracia, pues sabían que mediante a ello tenía independencia, ellos preferían que fuese a dar clases a un colegio del O.D. para tenerme controlado y sin recursos (las remuneraciones dadas por el O.D en sus centros son exiguas) ya que según me decían, trabajar en lo que la Obra quería era lo que “Dios quería de mí”, pero yo les daba largas, les decía que esperasen un poco porque también había que llevar a Dios a la industria y hacer apostolado en ella cosa que por otra parte lo decía convencido y como todos los meses entregaba una buena cantidad de dinero a mi centro del Opus Dei pues ¡todos tranquilos! y no insistían mucho.
  • Dado que por lo anterior, no conseguían tenerme sujeto, y que por otra parte yo me mantenía en la “Oblación”, (especie de compromiso privado anual con el Opus Dei que se renueva cada fiesta de San José), tanto el director laico como el sacerdote director espiritual (que en la Obra te los imponen y no los puedes elegir), me insistían una y otra vez en que hiciese la llamada “Fidelidad” es decir los tres votos clericales perpetuos de “pobreza, castidad y obediencia” y la permanencia para toda la vida en la Organización, pero yo les decía que no me sentía suficientemente digno y santo para tan alto designio y que esperasen al año siguiente y así… una y otra vez.
  • Cuando los directores me proponían que redactase documentos para la entrega al Opus Dei de mis bienes patrimoniales o futuras herencias, que “aunque no es obligatorio hacerlo sí es de buen espíritu” yo les daba largas diciendo que en esos momentos no disponía de ellos.
  • Por último intentaron convencerme de que me hiciese sacerdote numerario, para de esa manera, no ya solo que tuviese un compromiso religioso particular y privado con el Opus Dei, sino también eclesiástico con la Iglesia Católica como sacerdote ordenado conforme a su Derecho Canónico. Pero en eso veían que no había lugar a dudas, ¡yo cura o clérigo!, pues la verdad y con todos mis respetos no me veía con vocación, ni había entrado en el Opus Dei para ello!, pero es que “Dios te lo pide y ya sabes que los directores tenemos gracia de Dios para conducirte a la santidad de manera infalible de acuerdo con su voluntad”, y yo les decía bueno lo meditaré a ver que pienso el año que viene y así… una y otra vez, total que no conseguían nada.


Testimonio de una ex numeraria: partes 1 y 2

Debate en la televisión pública española sobre el Opus Dei: parte 12/18

Cómo ven al Opus Dei en USA: El Opus Dei al descubierto....

Tras mi marcha del Opus Dei a la “francesa” vino la búsqueda y la venganza

A los 32 años de edad, tras madurar previamente la decisión durante dos años, me marché como numerario del Opus Dei a “la francesa”. Dos días antes de la fiesta de S. José recogí mis pocas pertenencias en una maleta y algún dinero que previsoramente había ahorrado de mi trabajo profesional, dejé una carta muy escueta y fría al director de mi centro comunicándole mi marcha y sin que nadie lo notase me fui… para siempre del Opus Dei

Sabiendo que me iban a buscar por todos los sitios, me fui de la ciudad en que vivía en el Opus Dei a la que vivía mi madre, recientemente viuda, pero por supuesto no se me ocurrió ir a vivir a su casa sino que me fui a vivir a un hostal cuya dirección no comuniqué a nadie, ya que efectivamente el Opus Dei inició una búsqueda frenética para intentar localizarme y someterme al “tercer grado psiquiátrico de locura”...

Como no sabían donde estaba se dedicaron a acosar a mi madre con sacerdotes y numerarios del Opus Dei, la cual lo pasó fatal, “su hijo ha roto los votos divinos”, le decían, “su hijo se va a condenar para siempre en el infierno”, etc. Yo la visitaba y le daba moral, porque al ser muy religiosa, católicamente hablando, ella, a su manera, pensaba que yo era un monje seglar del Opus Dei que, por lo tanto, había abandonado su vocación en una orden religiosa y eso no lo digería fácilmente, pero por otro lado estaba su lado maternal y mi cariño filial y lo acabó entendiendo. La verdad es que nos queríamos muchísimo, y es que ella, años atrás, cuando llegaba a su madurez fértil deseaba ardientemente tener otra hija o hijo más y… llegué yo, su “ojito derecho”, y entre mi madre y yo siempre hubo un cariño y una compenetración especial, nada que ver con el “cariño” que decía tener con sus “hijos e hijas “el autoritario e irascible Padre “Patrone” monseñor Escrivá que yo conocí.

Tras esto, encontré trabajo rápidamente en la ciudad de mi familia dado que había adquirido conocimientos profesionales muy especializados en la industria cosa que no le gustaba para nada al Opus Dei, ya que éste deseaba que yo me dedicase a la enseñanza para dar clases en colegios de la organización. En la empresa en que empecé a trabajar me recibieron con los brazos abiertos y durante unos meses todo fue sobre ruedas pero desgraciadamente el director de la empresa debía tener relación con el Opus Dei, no sé si como supernumerario o como cooperador, debió enterarse de que había sido numerario y sin darme ninguna explicación de un día para otro me echó de la empresa. La verdad es que no perdí gran cosa, por no decir nada, ya que era una empresa pequeña, de poco futuro y pagaban poco, así que me dije “a espabilar” y tienes el ancho mundo por delante, “www” (world wide web) como se dice ahora en Internet .

Simplemente quería señalar aquí de que tengo el convencimiento de que el Opus Dei, o de que quizás algunas malas personas directivas de la Obra se vengaron de mi “huida” de la mano de un supernumerario o cooperador que no se enteraba de nada y que obedecía ciegamente sus designios.

Tras marcharme del O.D. me quité de su punto de mira para que no me persiguiesen ni se vengasen tratando de quitarme el trabajo o creando mal ambiente sobre mí. Para ello con un poco de ayuda de mi familia y unas subvenciones oficiales me fui al extranjero a perfeccionar mi profesión y allí, afortunadamente, no había rastro del O.D. para nada. Mi caso, fue pronto olvidado por los directivos de la Obra, a parte de que por aquellas épocas se inició la “Gran evasión” de multitud de socios/as del Opus Dei que habían sido “cazados a lazo” en su adolescencia, así como que, por otra parte, empezaron a aparecer voces críticas en España, libros, artículos de prensa, entrevistas de televisión, etc. de ex miembros que levantaron y siguen levantando verdaderas ampollas a la jerarquía del Opus Dei. Había que ser muy valiente para escribir y denunciar al Opus Dei como María Angustias Moreno o Alberto Moncada o María del Carmen Tapia o Raimundo Panikkar (testimonio en el libro "Historia oral del Opus Dei", de Moncada), de origen hindú, ex sacerdote del O.D. (el “negro” como rabiosamente le llamaba Monseñor por haberse marchado de su Obra)… (me leí todo lo que publicaron) y yo la verdad no tengo su valentía, lo reconozco, ya que yo nunca, hasta ahora, he hablado públicamente del O.D., solo entre amigos o en conversaciones privadas he expresado lo que pensaba de la santa Secta.


Testimonio de una ex numeraria de Chile

A los USA les encanta el morbo de las sectas, de poderes ocultos, de los Códigos da Vinci y de organizaciones “malvadas” llamadas Opus Dei, en el fondo sienten fascinación por estas cosas (de risa, ¡vamos!, tampoco es eso): El Opus Dei al descubierto (1/5)

Fuera del Opus Dei ¿"sólo hay llanto y rechinar de dientes"?

Jajaja, fuera del Opus Dei no hay “llanto ni el rechinar de dientes”, ni “locura”, ni “infelicidad” porque sí, sino la vida misma, ni más ni menos.

Mi pertenencia al Opus Dei fue un lapsus de tiempo de 15 años, que por supuesto no considero perdidos, ¡para nada!, tras los cuales retorné a la vida normal con una fuerza y frenesí enormes, como un corcho al que se pretende hundir en el agua y se suelta o como un muelle comprimido que se libera.

Empecé a tratar con chicas maravillosas con las que nunca debería haber dejado de tratar (*), rehice amigos y me lo empecé a pasar muy bien, íbamos a discotecas y al cine, acudíamos a fiestas y reuniones, hablábamos de todo... y leía de todo sin la censura de directores espirituales.

(*) “El hombre es fuego, la mujer es estopa, viene el diablo y sopla…” (refranero español)...

No tardé en conocer a una chica, mi chica, y no tardamos en casarnos. Me acuerdo que ella que había estudiado en entornos del Opus De me dijo a los pocos días de conocernos, con esa intuición, típicamente femenina -“¿Has sido numerario del Opus Dei verdad?.” -y yo le dije – “Pues sí “-y me dijo-“No hace falta que lo digas”-, es que se me debía de notar muchísimo, jejeje. De vez en cuando nos acordamos de esto y nos partimos de la risa y así... hasta ahora en que seguimos estando felizmente casados.

Al marchar del Opus Dei me sentí libre, al fin podía ser yo mismo, decidir por mí mismo, podía acertar y errar por mí mismo sin sentir la presencia del “Gran Padre” en forma de directores espirituales “infalibles en su relación directa con Dios” (¡!)

Y ¡al fin! podía tratar a Dios Nuestro Señor sin intermediarios y sin normas agobiantes.

Empecé a saborear la bondad y sencillez del catolicismo de base y de las buenas gentes como son los párrocos de barrio, afortunadamente muy alejados del orgullo universitario de los sacerdotes don Fulano o don Zutano que hemos conocido en el Opus Dei.

Por determinadas circunstancias conocí a sacerdotes jesuitas y disfruté de su sabiduría y de su humanidad fruto de su pertenencia de siglos a la Iglesia católica y de su estancia en lejanas misiones asiáticas, aunque ellos en siglos anteriores también fueron acusados de organización sectaria y perseguidos, así como de dedicarse a la captación de niños “ricos”, cosa a la que a la que prefieren no dedicarse actualmente dejando el campo libre al Opus Dei, (“de sabios y cristianos es el rectificar”)

Y... un día abrí mi ordenador personal y me dije “sé libre y escribe lo que piensas” y... escribí muchas de las cosas que transcribo aquí, pero también sobre la Iglesia católica y sobre la Fé, y sobre los ritos, y sobre la manipulación a la que se somete a los niños en la Confirmación y en la Primera Comunión y de que curiosamente la Iglesia católica es la única religión en la que es notoria y pública la pederastia entre sus sacerdotes y frailes (*), quizás por proclamar el celibato como virtud cuando evidentemente no lo es y lleva a donde lleva.

(*) Nota: La Justicia de Estados Unidos ha obligado, recientemente, a la Iglesia católica de ese país a pagar millones de dólares a víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y frailes ya que se conoce que en este país los célibes son muy fogosos y la pederastia les puede.


La verdad es que sentí deseos de apartarme de la Iglesia católica que permite experiencias como las que pasé en el Opus Dei y me planteé considerar otros caminos cristianos, bíblicamente más simples y genuinos, que se supone también conducen a Dios, como los luteranos en Alemania, o como los anglicanos en Gran Bretaña, o como los evangelistas en USA y Latino América, o quizás, ser agnóstico y dejar de creer en dogmas indigeribles.

También me dije puesto que la Iglesia católica es una creación humana que puede ofrecerte “Caminosno seguros, que no solo pueden no llevarte a Dios sino incluso apartarte de él, lo mejor es guiarte por la voz de tu propia conciencia cristiana hablando directamente con Dios, no hay que olvidar que somos hijos e hijas de Dios por “estirpe”y que no necesitamos de intermediarios, ni de directores espirituales, para tratar con El, y desde entonces me he sentido muy, muy bien. Ahora resulta que tengo muy pocos “pecados” y escrúpulos, o que los “pecados” que he podido tener son de otro tipo de los que me decían. Así pues creo que es pecado no contribuir a la mejora de la vida en sus innumerables facetas, creo que es pecado negar los avances de la ciencia, creo que es pecado todo lo que establece desigualdades, jerarquías, castas, clases y géneros entre las personas, creo que es pecado todo lo que no contribuya a la formación y estímulo de mejora de las personas, creo que es pecado no buscar la paz y el bienestar de los pueblos, creo que es pecado no evitar la degradación de nuestro planeta Tierra, creo que es pecado dejar de atender afectivamente y económicamente a tus padres enfermos o ancianos dando, por el contrario, esa atención o dinero al Opus Dei que... a saber qué hará con él... y otras cosas más... Por el contrario, no creo que sea pecado decir una imprecación a Dios cuando claramente nos fastidia y se olvida de nosotros, ni decir una mentira piadosa que calmará el dolor o la angustia de una persona, ni si eres hombre mirar las bonitas piernas de una chica que pasa por la calle, ni si eres mujer pararte en ese escaparate donde hay un vestido ideal, o recortar la foto de una revista donde hay un hombre guapo que te gusta, ni me parece que sea pecado el masturbarse para descargar tensiones naturales, etc. etc.

Y ¿qué poso ha quedado en mi vida de mi pertenencia al O.D. durante tantos años?, ¿me ha quedado alguna práctica piadosa?, ¿alguna norma de conducta?, ¿algo?, pues... repasando todos estos últimos años veo que ¡no me ha quedado nada de nada!, porque las prácticas del Opus Dei son cerradas y útiles solo para la propia Organización, y que de nada sirven cuando vives en un mundo libre donde te tienes que poner a prueba muchas veces a ti mismo, tomar decisiones por ti mismo sin red debajo y salir adelante. Bueno... miento, solo hay una cosa, por la que me hicieron una vez una “corrección fraterna” y que me ha quedado como costumbre y que me gusta, que es la de que no haya papelitos ni cositas tiradas en los suelos de mi casa ni en mi oficina para lo cual me inclino a recogerlos y tirarlos en una papelera, pero el caso es que una de mis empleadas que es muy eficiente y con mucho amor propio tenía la manía de tener el suelo de su puesto de trabajo lleno de papelitos sobre todo de esos redonditos taladrados y yo “sufría” cada vez que pasaba por allí, así que un día me armé de valor y le hice la “corrección fraterna” con total delicadeza, tal como me la hicieron a mí en tiempos del O.D. y sabéis que me contestó llena de indignación, “¡se ve que te estás haciendo viejo y empezando a chochear!”... ¡o sea!, ¡pero bueno!, ¡no te fastidia la tía!, ¡aguántala!... Por supuesto le puse mala cara porque me sentó fatal por lo de viejo y chochear pero no le dije nada... y hoy es el día en que ya no tira papelitos, bueno... casi, se ve que la “corrección fraterna” hizo su efecto, jejeje, cosas.

Posteriormente me he encontrado con compañeros del Opus Dei que también se salieron y se casaron y me han expresado sus puntos de vista similares a los que expongo en estos escritos.


Video sobre la creación del Opus Dei por “revelación divina”: El Opus Dei al descubierto (1/5)


¿Todo durante mi pertenencia en el Opus Dei fue malo?… pues no

Yo soy de los que piensan de que no hay que arrepentirse de nada en la vida y de que de los errores también se aprende, y desde luego, de mi pertenencia al Opus Dei, aunque en lo religioso las experiencias fueron negativas, en lo humano, también saqué experiencias positivas, especialmente de la maravillosa e idealista gente con la que conviví o traté (aunque algunos compañeros, directores o sacerdotes, pocos, no eran muy soportables, pero esto también pasa en cualquier empresa o colectivo en el que te muevas o incluso en tu propia familia). Así por ejemplo, entre las cosas interesantes citaré las siguientes...

En las residencias de estudiantes donde estuve se fomentaba sanamente la cultura de todo tipo, la música, el arte, la literatura, el cine, el deporte, etc. y aquello me gustaba.

Teníamos tertulias culturales interesantísimas con personajes invitados de lo más variado.

Traté con gente de toda España y del mundo, joven pero intelectual, que abrieron mi mente.

Realizábamos sesiones de cineclub interesantísimas, aunque a mí por mi afición por la técnica me correspondía manejar la máquina de cine (por cierto, una buena máquina de arco voltaico), así como de cortar y censurar las películas de acuerdo con las indicaciones del sacerdote D. Fulano que las veía previamente, jejeje, (luego yo tenía que recomponer hábilmente los cortes del celuloide ya que si no se quejaban los distribuidores).

Pude seguir desarrollando mi afición por la música clásica y por la lectura (censurada pero literariamente interesante).

Y exceptuando que, tras mis incorporación al Opus Dei, me sugirieron que dejase de practicar el judo en el equipo universitario ya que se conoce que este deporte no era del agrado de la Organización, por lo demás no solo no tuve ninguna cortapisa sino que por el contrario pude desarrollar mi afición por los deportes al máximo hasta el punto de poder crear un club deportivo con otros compañeros del O.D. para gente joven, aunque evidentemente con fines proselitistas, pero allí practicábamos de todo, tenis, fútbol, natación, esquí y sobre todo montañismo. La verdad es que tengo un recuerdo inolvidable de estos años, de los compañeros del O.D. y de la maravillosa gente que participaba en estas actividades, incluso ahora me sigue resultando entrañable el recuerdo del rezo de oraciones tan bellas como el Angelus a las doce del mediodía o de los rezos del Rosario y sus Letanías mientras caminábamos por la ladera de una montaña a 3.000 m de altura.

Pero,… hay un pero… no se pueden emplear cosas tan sanas como éstas, realizadas por gentes buenas y altruistas pertenecientes a grados inferiores del Opus Dei o a “chicos de San Rafael” (adolescentes susceptibles de “pitar”), para que los grados superiores de la Secta, directores espirituales y sacerdotes, manipulen y coaccionen las conciencias de jóvenes que no tienen todavía madurez suficiente, creando en ellos una dependencia psico/religiosa en provecho de la Obra.

Dicho de otra manera, ¿es necesario que el Opus Dei adopte la estructura de una secta para conseguir ciertos logros indudables en sus actividades exteriores?

¡Es una pena que esta Organización sea así, ya que podría ser bien considerada e incluso admirada por tener cosas sanas y buenas! pero claro, tanto el Opus Dei como la Iglesia católica son organizaciones “divinas” que son dirigidas por su Prelado y por el Papa de Roma respectivamente, los cuales, como representantes de Dios e infalibles que son, son los únicos que, por el dictado e inspiración de Dios, establecen el “Camino” a seguir, ya que la “Democracia” es decir la participación de las personas humanas en las decisiones de las Organizaciones no es algo establecido por el Dios católico sino por la ciudadanía humana a partir de la Revolución francesa, siglo XVIII, y por tanto algo que no debe contaminar a lo “divino”, algo con lo que tanto los directivos del Opus Dei como la jerarquía de la Iglesia católica no tiene más remedio que tragar y tolerar de las sociedades civiles en los tiempos presentes de “perdición democrática”.

Pero me estoy yendo “por los cerros de Ubeda”, así que volviendo al principio, creo que el Opus Dei tiene cosas buenas y aprovechables realizadas por personas que en mi opinión aportan mucho más al Opus Dei de lo que reciben de él .


Vídeo sobre cómo ve la gente al Opus Dei: http://www.youtube.com/watch?v=tUe10eK5xwQ

Les Luthiers – Salmos sectarios: “Si no se salva con nosotros le devolvemos su dinero…”, jejeje

http://www.youtube.com/watch?v=ZyfC6NEUN18

El Cielo que nos prometía monseñor Josemaría Escrivá a sus “hijos e hijas”

William Shakespeare:La seguridad es la peor enemiga de los mortales
Máximo Gorki: “El miedo es tan saludable para el espíritu como el baño lo es para el cuerpo


El premio por pertenecer a la Obra de Dios, según Monseñor decía, consistiría en “la felicidad en esta vida y una dicha inconmensurable en el Cielo”. Sobre la primera parte del “premio”, “la felicidad en esta vida” ya he hablado en mi anterior escrito nº 7

Hoy, en este pequeño escrito, voy a hacer algunas reflexiones sobre la segunda parte del “premio” ya que apenas se trata en ningún sitio y conviene a qué atenerse...

Premio” que, según Monseñor y los sacerdotes del Opus Dei, nos será negado a los que no hemos perseverado en el Opus Dei ya que al abandonar la “niñez espiritual” y haber decidido tomar las riendas de nuestra vida espiritual como personas adultas nos condenaremos en el Infierno eterno por “infieles”,… ¡qué fuerte!... de risa ¡vamos!

Monseñor y sus directivos más allegados consideraban y siguen considerando, con total seguridad, de que solo los miembros del Opus Dei tienen garantizado un alto puesto en el Cielo y que, por tanto, pertenecer a esta Organización y colaborar con ella es una inversión a “plazo eterno”. Lo que no dicen es que, en estos momentos, solo hay unos ochenta y cinco mil miembros del Opus Dei en el mundo (si es que los hay), mientras que hay más de mil quinientos millones (*) de personas seguidoras de un profeta llamado Jesús, Hijo de Dios, de diferentes confesiones cristianas, y que emplean la Biblia como su “camino” aunque, eso si, con errores, virtudes y defectos, pero a las que los directivos de O.D., en su orgullo, consideran incapaces de llegar al Cielo cristiano, o, de que si llegan, cómo mucho y con mucha suerte, solo podrán aspirar a ocupar puestos en el “gallinero del teatro” del Cielo

(*) Cifra no comprobada rigurosamente por mi parte


La verdad es que de la “vida eterna” y del Cielo, sabemos muy poco, solo los profetas bíblicos del Antiguo Testamento nos desvelaron algo de cómo es, ya que, por ejemplo, Job fue raptado por encargo de Yahvé y llevado al Cielo en un carro de fuego conducido por ángeles pero el problema es que al ser devuelto a la Tierra “no tenía palabras para describir como era el Cielo” solo supo decir que es un estado de inmensa felicidad que se obtiene contemplando a Dios y cantando salmos con “maravillosas músicas celestiales ”, así pues… poca cosa nos dijo.

Jesucristo, a pesar de ser Hijo de Dios, no dijo del Cielo “ni esta boca es mía”, solo habló de la existencia del “Reino de los cielos”, pero no explicó mucho más.

Monseñor Josemaría Escrivá decía que los miembros fieles del Opus Dei estarían destinados a ocupar altos puestos la derecha del Padre, no sabemos si de él o del Padre celestial y por supuesto junto a los querubines y serafines y de los ángeles y arcángeles que están destinados a contribuir a la inmensa felicidad del Cielo. Pero... hay un pero, las personas humanas somos creación de Dios y por tanto su reflejo y si damos la vuelta al calcetín y como tal decimos que el Cielo es un reflejo de lo que pasa en la Tierra, (y todos sabemos lo que pasa en ella), y es que, aunque poco sabemos del Cielo y lo poco por el Antiguo Testamento, sí sabemos de que en el Cielo hubo sus más y sus menos, como lo de que Luzbell el Magnífico, príncipe de los Arcángeles celestiales quiso dar un golpe de estado y derrocar a Yahvé con un ejército de Ángeles seguidores y como no pudieron, fueron desterrados para siempre del Cielo y mandados a los infiernos donde Luzbell se convirtió en el maligno Lucifer y los Ángeles disidentes en Demonios y… esto… ¿habrá vuelto a pasar en otras ocasiones posteriormente en el Cielo y acaso lo desconocemos?, la verdad es que desde la época de los profetas judíos del Antiguo Testamento, hace 3.000 años, nadie nos ha dicho nada. Así pues, ¡a ver con qué nos encontraremos!, y eso de que los humanos podamos tratar de “tú a tú” a los Serafines y Querubines, Ángeles y Arcángeles pienso que es mejor ir a lo nuestro, es decir “gozar de la dicha inconmensurable” como decía Monseñor y dejar a esos seres tranquilos… no sé… digo yo, son cosas mías.

Pero de todas maneras, algo debería saber San Josemaría Escrivá cuando hablaba del Cielo y lo decía muy seguro (*), él era un gran admirador de santa Teresa de Jesús, monja española de la provincia de Castilla (en su juventud Teresa de Cepeda y Ahumada, hija de padres judíos acomodados y cultos conversos al catolicismo), siglo XVI, reformadora de la orden religiosa de las “Carmelitas” que por lo que ella misma escribía en sus libros tenía unos arrebatos y éxtasis místicos con Jesucristo, algo impresionantes. No sé,… igual, Monseñor que también decía tener intensas revelaciones divinas sabía bastante más del Cielo de lo que contaba pero tampoco dijo nada, salvo lo de la “dicha inconmensurable”.

(*) Los altos superiores del Opus Dei de mi época (grados 7º y 8º de la Secta), nos decían en las tertulias para numerarios directivos (de grados 5º y 6ª) con objeto de estimularnos y de que estuviésemos orgullos de nuestra pertenencia a la Organización sobre que monseñor Josemaría era en realidad Jesucristo reencarnado en su segunda venida (¡!), algo sabrían también ellos, digo yo.


El profeta árabe Abu l-Qasim Muhammad (más conocido en el castellano español como Mahoma) fundador del Islam, relató un Paraíso muy sensitivo (una especie de resort caribeño de esos donde te precintan en la muñeca una pulsera de plástico de “todo pagado” y en los que te dan unos masajes en las playas paradisíacas en los que “flipas”). Paraíso en donde los hombres viven en oasis y playas y en donde pueden tener todo tipo de satisfacciones sensuales y sexuales servidos por las huríes, cohortes de mujeres. ¡Cómo será de bueno el Paraíso musulmán que hay seguidores que se suicidan haciendo estallar bombas para matar a los infieles para así para llegar cuanto antes a él!. Lo que pasa es que el Paraíso musulmán, no está homologado por la Iglesia católica.

Dejando ironías aparte, la conclusión a la que llego es que “la Vida eterna y el Cielo es cuestión de Fe” y que la Fe “es creer en lo que no vemos” y que las personas adultas podemos encontrar, por nosotras mismas, algunas respuestas a esos misterios. Una buena praxis es la de abrir nuestro ordenador personal para escribir en él lo que examinamos en nuestras conciencias y en nuestro corazón, hablando directamente con Dios e incluso recriminándole cariñosamente y no tan cariñosamente cuando no se porta bien y nos fastidia, no hay que olvidar que somos “hijos e hijas suyos y de estirpe divina”, desechando pues la idea de que necesitamos de “santones” o de “gurús” o de sectas o de “padres monseñores josemarías” o de prelados “don javieres”, o de directores espirituales, etc. para tratar a través de ellos con Dios y encontrar el “camino” hacia El. Para ello está el Nuevo Testamento y los rituales de la Iglesia católica o los de cualquier otra religión cristiana, caminos asequibles y cercanos a las personas cristianas.

Pero bueno, lo anterior son ideas mías y como tal deben tomarse, aunque basadas en cosas que nos han contado como ciertas.

Video sobre la mortificación, de gran tradición en la Iglesia católica y una de las practicas comunes en el Opus Dei: http://www.youtube.com/watch?v=YCCD0LVjU34

Video sobre una entrevista a Miguel Fisac, arquitecto, íntimo colaborador de Monseñor Josemaría en los primeros tiempos de la Obra y que sufrió lo suyo para dejar el Opus Dei: http://www.youtube.com/watch?v=SxJdq-V5iuQ

Un caso de homosexualidad

En este escrito voy a tratar de un caso de homosexualidad que me tocó tratar y dilucidar durante mi estancia en el Opus Dei y que no lo narro aquí por morbo sino, todo lo contrario, lo cito como edificante.

Nota: puedo constatar que durante el tiempo que pertenecí al O.D., y lo digo solo bajo mi propia experiencia, no aprecié ningún caso de relación homosexual entre miembros y que el caso que cito no puede considerarse significativo ni común, para nada, dentro de los ambientes de la Organización ya que el O.D. es absolutamente misógino para los temas de la sexualidad natural humana.

Durante el tiempo en que transcurrió el caso que voy a narrar yo era miembro de un consejo local que dirigía a un grupo de socios agregados (socios célibes como los numerarios pero que no tienen que tener necesariamente título universitario y que pueden vivir con sus familias de sangre) y el caso es que uno de ellos, vamos a llamarle Antonio, por llamarle de alguna manera, tenía una fuerte tendencia homosexual, o sea era “gay” y a mí me tocaba escuchar sus confidencias, ¡quién sería yo para merecer tal suerte!, lo digo de corazón ya que seguro que hay gentes sacrificadas que se ganan el Cielo pues estoy convencido de que éste era una de ellas. Contaré por qué...

Antonio tenía estudios medios y trabajaba en no sé qué empresa con un sueldo digno que entregaba al Opus Dei, una vez deducidos unos gastos de vida mínimos. El era natural de Andalucía en donde había “pitado” pero por razones de trabajo en la empresa a la que pertenecía se había tenido que desplazar al norte de España a la ciudad en que nos conocimos. La verdad es que, como buen andaluz, era simpatiquísimo y tenía unas ocurrencias y dichos que nos hacían partirnos de la risa a todo el grupo.

Pero con aquella “sinceridad salvaje” que la Obra de Dios exige a sus miembros (para poder escribir informes sobre ellos con objeto de que los superiores de la Secta preparen las adecuadas estrategias de control y manipulación sobre cada uno), tanto yo, como director suyo que me tocó ser, como el sacerdote don Fulano que él tenía asignado escuchábamos sus confidencias, y la verdad es que eran edificantes, su entrega a la Obra y a los demás, su amor a la Virgen, sus mortificaciones, su capacidad proselitista… pero pronto pudimos apreciar que tenía tendencias homosexuales, en una palabra que era lo hoy se llama “gay”(*) y así como los demás nos confesábamos de tener pensamientos sobre chicas, él tenía pensamientos sobre chicos y, en concreto, de sentir un amor platónico sobre otro agregado del grupo que por su profesión estaba en muy buena forma física y “cachas” (atlético), digamos que su trabajo, por no decir cuál exactamente, podría ser el de bombero o policía uniformado, etc., pero solo eran, eso, ”fuertes pensamientos platónicos” y, en algún caso, alguna insinuación y mirada cariñosa, nada más.

(*) La palabra “gay” con la que se denomina en la actualidad a los homosexuales es de origen anglosajón y significa “alegre”. Pero en los tiempos en que relato esta historia, principios de los años setenta del siglo pasado, en España se empleaban (y se siguen empleando actualmente) para los hombres homosexuales otros calificativos no tan finos, tales como: marica, maricón, sarasa, bujarrón, de la acera de enfrente, afeminado, pervertido, etc., etc., etc.

Pero claro, como he indicado, en el Opus Dei hay que hacer informes a los superiores de de las confidencias y confesiones íntimas de los miembros y, en los que hacíamos el sacerdote D. Fulano y yo, se ponía de manifiesto el comportamiento ejemplar, por no decir santo de este miembro, que simplemente como un rasgo de carácter, era homosexual y que así como los demás luchábamos contra nuestras tendencias heterosexuales, él luchaba de manera destacable contra las suyas homosexuales.

En este caso que cito, creo que los superiores del Opus Dei se portaron de manera prudente y políticamente vaticana ya que solo “recomendaban el que – igual - sería bueno plantearle que – igual - abandonase el Opus Dei pero dejando en nuestras manos tal decisión, valorando su entrega al Opus Dei y su amor a la Virgen”, en una palabra, que tanto el sacerdote don Fulano como yo ni nos planteábamos proponerle el que se marchase del O.D., ya que aparte de ser una falta de caridad enorme sería hacerle una “putada” ya que habríamos herido sus sentimientos espirituales más profundos.

No mucho después de conocer a esta entrañable y magnífica persona yo me marché del Opus Dei por razones que expongo en mi escrito nº 5, poniendo tierra por medio, por lo que desconozco cual ha sido el desenlace sobre este asunto.

Su caso me dio que pensar, ya que, tanto en mis épocas de estudiante como después en las relaciones sociales, he conocido a personas homosexuales y que son eso, personas, y me parece que tanto la jerarquía de la Iglesia católica como la de todas las demás religiones cristianas, herederas del jansenismo y calvinismo, siguen menospreciando a las personas homosexuales ya que la homosexualidad está considerada como una perversión, digna de los peores castigos o como mínimo y caritativamente como una enfermedad.

Nota: hace ya muchos años en que la Organización Mundial de la Salud dejó de designar a la homosexualidad como una enfermedad considerándola simplemente como una característica más de la personalidad sexual con la que se nace.

Por el contrario, no creo que Jesucristo despreciase a nadie, ni a las prostitutas ni a los homosexuales, ni a nadie que fuese buena persona, pero ni incluso a los “pecadores”. Así por ejemplo, para Jesús, el imberbe, joven, bello y femenino Juan era su discípulo predilecto, tal como dicen las Escrituras, siendo considerado este apóstol por los homosexuales cristianos, en base a la sensibilidad que destilan sus Evangelios y a las descripciones que en la Escrituras se hacen de él, como de su misma condición y modelo de santidad a seguir por ellos. Por otro lado, las únicas personas valientes que estuvieron junto a Jesús en la Cruz, quizás a riesgo de su vidas, fueron, por una parte, su madre María, por otra, María Magdalena (de la que ahora se dice que en cualquier caso era una buena mujer, enamorada de Jesús), Juan su discípulo incondicional y otras mujeres piadosas, mientras que los demás discípulos se hallaban escondidos y temerosos, incluido el varonil Pedro, que lleno de miedo negó hasta tres veces toda relación con Jesús.

Por lo anterior, creo que tanto la Iglesia católica como las demás religiones cristianas hacen mal de excomulgar a los/las homosexuales de su seno ya que, en primer lugar, son personas, pero es que además, son muchas veces ejemplares. ¡Qué, a veces, son un poco “lokas” o “alegres” (gays)!, bueno…¡suerte que tienen!. Citaré el caso de una pareja que conozco que son dignos de imitar en el cuidado que tienen con el padre de 92 años de uno de ellos,… ¡cómo lo llevan a la calle y lo pasean siempre arreglado y con qué cariño!, me gustaría ver si cumplen tan bien con sus deberes filiales y son tan caritativos gentes que se dicen supercristianas pero que desprecian a los homosexuales (*).

(*) En el Opus Dei, como se sabe, se tiene prohibido a los numerarios, numerarias y numerarias auxiliares que se hagan cargo afectivamente o económicamente de sus padres enfermos o ancianos ya que la dedicación de estos miembros debe de ser totalmente en cuerpo, alma y dinero para la Obra de Dios, es decir, si la situación paternal anterior ocurre, “que sean otros familiares los que cuiden de ellos o corran con los gastos de una residencia geriátrica”, es duro decirlo pero la vocación “divina”en el Opus Dei es así.

Puede que tanto yo como quienes me leéis actualmente podamos ver el día en que la Iglesia católica bendiga una unión homosexual, que no tiene necesariamente que llamarse matrimonio (digo yo), aunque las asociaciones de estos colectivos lo considerarían una discriminación.

Nota: Si alguien, al leer este escrito, se pregunta sobre mi tendencia sexual le diré que soy absolutamente heterosexual y que, no sé si para bien o para mal, jamás he tenido “malos pensamientos con hombres”, sino todo lo contrario mis “buenos pensamientos”, sobre los que me tenía que confesar en el O.D., una y otra vez, eran siempre sobre mujeres, jejeje. Pero creo que la Iglesia católica debe de acoger en su seno a las personas homosexuales porque son tan hijas de Dios como cualquier otra y que debería de buscar una solución ritual a su derecho humano de quererse y de formar pareja.

Como dice el entrañable Miguel Fisac, ex miembro del Opus Dei que falleció hace poco y que conoció la época fundacional del O.D. y cuyos abundantes testimonios podréis encontrar en esta web de opuslibros: “a mi los de izquierdas me consideran de derechas pero los de derechas me consideran de izquierdas.

En el precioso cuadro la “Ultima Cena” de Leonardo Da Vinci que se puede contemplar en la iglesia de Santa Maria delle Grazie de Milán, a la derecha de Jesús, como sitio preferente, aparece su discípulo Juan, tan fino y afeminado que parecía una mujer, pero Jesús no solo no lo rechazó por ser así sino que fue su discípulo amado, correspondiéndole éste con una fidelidad incondicional y escribiendo, como persona culta que era, el Evangelio que lleva su nombre. En el siguiente link a Youtube se puede ver un vídeo con comentarios sobre dicho cuadro, una pintura llena de símbolos, entre ellos el del “Santo Grial” o cáliz de la última cena, en forma de “V “, símbolo del útero materno que vierte su sangre de vida sobre sus hijos cristianos, este símbolo en “V” también aparece en la extraña separación entre Jesús y el discípulo Juan que está a su derecha. Este cuadro tiene tanta simbología que inspiró a Dan Brown su documentado libro “El Código Da Vinci”, lleno de intriga.

http://www.youtube.com/watch?v=Gl5QC0TXdPs

Pero ya que he citado a María Magdalena y cuando me enrollo no hay quien me pare (sólo Agustina, jejeje), lo que si creo, es que nunca veré que la Iglesia católica acepte sacerdotisas en su seno ni desde luego, ni jamás, una “Papisa”, ¡antes el Fin del Mundo!, pues ello, según las enseñanzas de la Iglesia católica, es herético (¡!), pero la posibilidad de que una mujer llegue a ser sacerdotisa o incluso papisa no está vetada ni en los Evangelios ni en las Escrituras y es que, el que tanto el sacerdocio como la jerarquía de la Iglesia sean ejercidos solo y exclusivamente por sacerdotes célibes (pero no necesariamente castos, véase las vidas de los papas y clérigos renacentistas o los escándalos recientes en USA o los de abusos sexuales destapados este mismo mes en Irlanda, nada menos que con seis mil afectados/as, etc.) fue una praxis dogmática que se impuso en los primeros siglos de la Iglesia continuando hasta nuestros días pero sin una base bíblica. Esta claro que las mujeres jamás encontrarán en la Iglesia católica la igualdad de derechos religiosos con los hombres, esto es así y es como es, lo que pasa es que la sociedad occidental es cada vez más madura y va muy por delante de mitos y dogmas poco asumibles actualmente.

¿Fue María Magdalena una simple prostituta, tal como nos han contado en las historias oficiales o quizás fue algo más?...., ¿quizás Jesucristo quiso que fuese su primera discípula femenina?.... Con la primera persona con la que contactó Jesús tras su resurrección fue María M. (¡!) … ¿es que quizás no interesaba, en los primeros siglos de la Iglesia católica, que las mujeres pudiesen llegar a ser sacerdotisas ni por supuesto, “Papisas” y había que denigrar a María Magdalena al rango de “santa prostituta arrepentida””, … ¡en fin cosas que hacen pensar!

Por lo que los Evangelios de Juan, Mateo y Felipe cuentan sobre María Magdalena, de inculta no tenía nada … ¿Por qué Pedro no podía soportar el que María M. le diese lecciones e incluso le llevase la contraria?, ¿la veía a acaso como a una rival?, el caso es que las relaciones entre ambos, tal como cuentan las Escrituras, fueron muy difíciles y tensas.

En los videos siguientes se devela la personalidad y el gran corazón de esta magnífica, valiente y tenaz mujer calumniada y denigrada injustamente al rango de “santa prostituta arrepentida” y es que la historia occidental de estos últimos veinte siglos la han escrito los hombres… ¡por algo será!.

http://www.youtube.com/watch?v=pewdOrwlIaI

http://www.youtube.com/watch?v=i_inY-iGNqE

http://www.youtube.com/watch?v=9HNDsB0htcY

http://www.youtube.com/watch?v=R-mroyZg1Ko

El Infierno

Monseñor Josemaría, o sea el “Padre”, y los sacerdotes del Opus Dei mandan al Infierno a las personas que no hemos sido “fieles” a la “Obra de Dios” (¿?) o a las que no hablan favorablemente de ella,… vale,… pero así como del Cielo sabemos muy poco, (ver mi escrito nº 9), del Infierno no sabemos nada y como siempre me ha intrigado el tema, os relataré mis impresiones.

Mi padre (o sea mi progenitor o sea mi genuino “padre”), era un asiduo lector que tenía toda nuestra casa familiar llena de estanterías con libros y me inculcó desde que tenía uso de razón la conveniencia de la lectura. A los cinco años aprendí a leer a base de cuentos pero también con “El mío Cid”, poema épico castellano que recitaba porque era un niño un poco “repipi” (“gil” en argentino) y a mi “papi” se le caía “la baba” (“las babas” por si hay gente hispanoamericana que me lea). Bueno, pues mi padre, conforme iba yo creciendo en edad y dignidad, aunque no en gobierno, me señalaba lo que podía leer y lo que no podía leer de su importante biblioteca. Hete aquí que en mi adolescencia entre los libros que mi padre me permitió leer estaba uno grandioso, “La Divina Comedia”(*) de Dante Alighieri, ciudadano de Florencia, poeta épico del siglo XIII, baja Edad Media europea, obra maestra de la literatura italiana...

(*) La Divina Comedia, aunque no estaba en el “Indice” (ahora suprimido) de libros prohibidos por la Iglesia católica es un libro no recomendado por ella y, por supuesto, absolutamente vetado por el Opus Dei,… es que ¿tiene cosas inmorales o pecaminosas?, no… para nada, lo que pasa es que manda al Infierno a algunos Papas y clérigos indignos de su época y ¡claro! eso a la jerarquía de la I.C. no le gustó y le sigue sin gustar, no vaya a ser que haya que mandar actualmente al Infierno de Dante a más de uno.

Seguiré con mi relato, la “Divina Comedia” es una trilogía, es decir, tiene tres partes impresionantes para un ser humano relativas al más allá y que el propio Dante como viajero espectador va recorriendo para contarnos lo que vio:

  1. “El Infierno”, ¿hay que descender a los abismos para encontrarlo o quizás está muy cerca de nosotros aquí en la Tierra?, para Dante el Infierno es el peor estado en que se puede encontrar una persona humana como es el de la “depresión” o el de la“desesperación extrema”.
  2. “El Purgatorio”, un estado transitorio, para el que tampoco hay que descender mucho ya que lo podemos encontrar fácilmente en este Mundo (la Iglesia católica a partir del Concilio Vaticano II ha suprimido esta situación en el “más allá”y ya no se predica ni se catequiza, cosa que no gustaba nada a Monseñor Josemaría porque, para él, el único Concilio “verdadero” era el de Trento, s. XVI, con “Purgatorio” incluido y así podía mandar a él, como buen “Padre” que era, a sus “hijos/as” no del todo obedientes o reticentes)
  3. “El Cielo”, situación a la que según Dante se llega por Amor, es el exceso de calma y beatitud, la luz y la música. Hay muchas formas de amor o caridad verdaderas y todas ellas conducen al Cielo. Dante en su magnífica obra, por supuesto imaginaria, consiguió llegar al Cielo mediante el amor que sentía por Beatriz(*). Pero ¿quién era Beatriz?, ¿era una mujer de carne y hueso?, ¿era una musa?, ¿era un ángel?... no sé

(*) Dante estuvo enamorado desde su juventud, de una manera altamente platónica, de Beatriz Portinari que murió muy joven, marcándole esta circunstancia para siempre, el caso es que fue Beatriz quien le condujo al Cielo en “La Divina Comedia”.

Así pues hay varias situaciones en el “más allá”, el Cielo (de éste ya he hablado en mi escrito nº 9), el Purgatorio y el Infierno, pero hoy me he comprometido a hablar de éste último al que nos mandan el “Padre” y los sacerdotes de la “Obra de Dios” y como no tengo más referencia que la que nos proporcionó Dante en su imaginación, pues me centraré en ella.

El Infierno de Dante es como una espiral similar a cuando tiramos el agua en el inodoro o en una pila llena de agua, algo así como un remolino o agujero negro que lo engulle todo, estando compuesto de nueve círculos o estratos de mayor a menor a la manera de un cono invertido. Los diferentes estratos enumerados del uno al nueve están destinados a:

(Lo pongo todo en masculino, no por machismo sino por pereza literaria, así pues las “chicas malas” que me lean no deben sentirse discriminadas ya que pueden encontrar su Círculo con solo cambiar el género gramatical, jejeje)

  1. Círculo: Los que en vida fueron como niños y no se preocuparon de mejorar su formación y su cultura como personas y no aportaron nada a nadie, los perezosos y envidiosos que no se superaron a sí mismos y que trataron de fastidiar a los demás.
  2. Círculo: Los soberbios, los engreídos, los que se creyeron en posesión de la verdad, los que se creyeron superiores a los demás sin serlo tan solo para dominar y recibir honores, los racistas, los xenófobos, los homófonos, etc.
  3. Círculo: Los que no cuidaron su cuerpo en vida: los golosos, drogadictos, alcohólicos, fumadores, anoréxicos, bulímicos, etc., etc.
  4. Círculo: Los ladrones y timadores, los políticos y funcionarios prevaricadores, etc.
  5. Círculo: Los maltratadores físicos o psicológicos que hicieron pasar muy mal a la gente de su entorno, los iracundos, los que pusieron en peligro la vida de los demás, los pederastas, los abusadores sexuales, etc.
  6. Círculo: Los egoístas que nunca tuvieron un ideal altruista en su vida ni hicieron ningún bien a nadie, los que lo querían todo para ellos mismos.
  7. Círculo: Los asesinos y los suicidas.
  8. Círculo: Los seductores, falsos profetas, aduladores, manipuladores, simoníacos, hipócritas, fraudulentos, mentirosos, falsarios, etc.
  9. Círculo: Los traidores, delatores y quebrantadores de secretos

Nota: he actualizado de manera libre la descripción de los nueve círculos del Infierno a lo que podríamos considerar en el siglo XXI ya que, lo considerado en el siglo XIII de Dante, hoy no se entendería.

Os propongo un ejercicio (que por supuesto es un mero juego), dado que tanto el “Padre”, monseñor Josemaría como sus sacerdotes, mandan al Infierno a los que no hemos sido fieles al Opus Dei, o sea a la “Obra de Dios”. ¿Os veis situados/as en alguno de los nueve círculos anteriores del Infierno de Dante?... yo he hecho ese ejercicio y … pues… no es que yo sea ningún santo como San Josemaría pero no me veo en ninguno de esos estratos o círculos del Infierno, de verdad y ¿vosotros/as?, (pues ellos nos sitúan en el 9º (¿?), ¡qué fuerte!)

Y ahora os propongo otro ejercicio (que como el anterior no es más que un mero juego), dado que el “Padre” monseñor Josemaría nos ha situado en el Infierno porque sí, ¿por qué no hacemos la acción inversa?, ¿por qué no comprobamos si tanto él, San Josemaría(*), como sus sacerdotes o los/las altos/as superiores/as del Opus Dei son también merecedores del Infierno de Dante? y… en su caso ¿en qué círculos o estratos habría que situarlos?... comprobadlo… ¿qué os sale?..., no me lo digáis.

(*) Sobre la personalidad de San Josemaría hay decenas de testimonios en esta web de personas que le conocieron en vida y que podéis leer, yo aporto mi granito de arena en mis escritos nº 3 y nº 4.

Entendéis ahora porqué la lectura de “la Divina Comedia” de Dante está prohibida en el Opus Dei y es que en el Infierno habrá posiblemente más de un Papa y más de un Santo y más de un clérigo, mientras que otras personas cristianas más humildes pero con un amor y caridad auténticos gozarán del Cielo tanto en esta vida como en la venidera.

Video sobre el Infierno de la depresión extrema que Dante Alighieri recorrió con el poeta Virgilio y del que salió gracias a Beatriz su gran amor que murió muy joven y que le condujo hasta el Cielo (excelente video con música coral e imágenes únicas imposibles de conseguir en Internet, aportado por el joven melómano argentino santiagox2:

http://www.youtube.com/watch?v=Ryx8X4JaW9Y

¡Pero, chicos y chicas! ¿no creéis que nos estamos “comiendo el coco”? (dar vueltas a la cabeza),… ¿no os parece mejor que nos vayamos a un sitio más alegre que el Infierno de Dante, o sea por ejemplo, a Brasil , nos bailamos una samba y nos olvidamos de este rollo?.

http://www.youtube.com/watch?v=IWKhbR33bww

Y… a los políticos… ¿habrá que mandarlos al Infierno de Dante?, pues no sé… y ¿vosotros/as qué pensáis? (divertida parodia de Les Luthiers), jejeje

http://www.youtube.com/watch?v=plaVQTDGnEE

http://www.youtube.com/watch?v=Z0frbZS0zoM

Cómo “torear” al Opus Dei y no “pitar” en el intento

Este escrito va dirigido a todas aquellas personas que por diversos motivos se tienen que mover necesariamente en ambientes controlados por el Opus Dei pero que no está en su ánimo pertenecer a esta Institución a pesar de sus acosos.

Una cosa que aprendí con la experiencia, es decir en los años en que pertenecí a la santa Secta y que después me lo han confirmado otras personas inteligentes que, por diversos motivos han vivido o trabajan en entornos del Opus Dei y que he ido conociendo a lo largo de los años (por ejemplo, padres que llevan a sus hijos a colegios del O.D, personas que trabajan laboralmente en colegios o en la universidad de Navarra o en la Clínica Universitaria, alumnos y alumnas de esos centros, estudiantes que viven en residencias del O.D., etc.), es que si el Opus Dei te acosa a través de su personal o por sacerdotes “don Fulanos” y, por los motivos que sean no puedes o no quieres romper con esa relación, nunca se debe decirles un “NO” tajante, porque se pueden enfadar y ponerte en su “lista negra”. Lo mejor es “darles largas”, es decir, ir a una meditación o charla… pero después estar una temporada sin ir, “una de cal y otra de arena”, “como que sí… pero no”, que vean que te van a “cazar… pero no”, es decir “torearles”, pero, por supuesto, esta manera de “sobrevivir” al acoso hay que “engrasarla”, cada cierto tiempo, con una buena aportación económica para las necesidades del la “Obra de Dios” o como regalo para el Prelado, si no, la cosa no funciona y se te pueden enfadar ya que no se trata de que tomen ojeriza a tu hijo en el colegio o que te echen del trabajo, etc.

¿Se puede “torear” al Opus Dei?, se puede. Compañeros míos de la residencia de estudiantes en que “pité”, gente joven, pero mucho más sagaces que yo, lo hacían y posteriormente conozco gente que “torea” al Opus Dei, especialmente gente casada que utiliza a los centros sociales del O. D. al modo de clubes para conocer gente y hacer negocios.

Lo primero es saber qué medios emplea el Opus Dei para captar miembros, “vocaciones”, como esta Institución les llama...

Las sectas emplean técnicas de marketing similares a las de las empresas mercantiles, las cuales saben que para subsistir o crecer tienen que emplear estrategias comerciales más o menos sutiles con objeto de conseguir nuevos clientes o mayores ventas. Para ello disponen de un departamento comercial que se encarga de analizar minuciosamente el carácter de los clientes potenciales para así establecer objetivos con los que vender sus productos o servicios. Entre otras, una de las técnicas de marketing directo es la de emplear técnicos comerciales con planes y objetivos controlados semanalmente para contactar con esos clientes potenciales y conseguir mayores ventas. Estas actividades de marketing son absolutamente lícitas y necesarias, existiendo muchos cursos y libros de formación al respecto. La consecuencia es que, a veces, tenemos que soportar la insistencia de los/as comerciales de tal o cual empresa tratando de vendernos tal o cual producto o servicio.

Las sectas también saben que el marketing espiritual “vende mucho”, y lo emplean agresivamente ya que con ello consiguen adeptos manipulables para sus fines y pingües beneficios económicos (con esto no estoy invitando a nadie a ser “Santo” o “Santa“, “Padre” o “Madre”, “Hermano” o “Hermana” y crear una Secta, ya que todos/as las personas que hemos pasado por el Opus Dei, aunque fuésemos un poco inocentes o incluso tontas, y lo podamos seguir siendo, jejeje, éramos y somos personas sensibles y “legales” y el crear estas cosas nos parecería inmoral… pues,… sabéis lo que os digo…. ¡y un cuerno!, jejeje,… lo que pasa es que no es nada fácil crear este tipo de cosas ya que se tienen que dar unas condiciones personales de seducción espiritual, muy, muy, especiales en el momento oportuno, encontrar directivos incondicionalmente adeptos (¿o puede que interesadamente adeptos?), y “ovejitas de base” manipulables que te sigan si rechistar, por lo que creo que éste no es nuestro caso, así que mejor olvidar esto y a vivir tranquilos/as….. o ¡quizás os animáis!, jejeje)

El Opus Dei emplea las mismas técnicas que las sectas para la captación de miembros y dinero, es decir las estrategias de marketing que emplean los departamentos comerciales de las grandes empresas para vender sus productos y servicios. ¿Cómo es ello?, ahora lo explico:

Por ejemplo, una persona se puede apuntar libremente a una asociación cultural o religiosa abierta, a un gimnasio o a un club deportivo, etc., pero al Opus Dei no, ya que es una Organización cerrada y es ésta la que te tiene que “fichar”como “pitable” sin que el posible candidato/a se enteré de que está en su punto de mira.

El Opus Dei para que considere “pitable” a una persona, valora las condiciones que cito a continuación, especialmente para ser numerarios o numerarias, llamado/as a dirigir la Organización (los numerarios están llamados a ser sacerdotes que son quienes dirigen todas las ramas y áreas de la Organización en su nivel superior) o para ser supernumerarios llamados a colaborar en los negocios de la Organización, en cuanto a las supernumerarias, como se sabe, solo son “señoras de…”, muy dignas, eso sí, pero cuyo fin es tener muchos hijos para el Opus Dei.

Virtud
ser católico/a con formación conservadora
Talento
para todos los numerarios y las numerarias profesionales el O.D. exige tener titulación universitaria o, si se es estudiante destacar en los estudios
Capacidad de trabajo
para numerarias de administración, agregados y agregadas que en los comienzos se llamaban “oblatos u oblatas” y que, en principio, tenían el mismo cometido que estas figuras en las ordenes religiosas como es la de realizar trabajos intermedios en las obras corporativas o comunes del Opus Dei, sin sueldo, tan solo por la manutención y los gastos mínimos de vida. La figura de “agregado/a” (*) nunca ha estado clara en el Opus Dei, en realidad no se sabe muy bien cual es la diferencia entre estos y los numerarios y numerarias; se aducen taras físicas u obligaciones familiares inexcusables o titulación académica media, etc, (¿?), los agregados no pueden ocupar puestos jerárquicos (ni falta que les hace ¡suerte que tienen!), pero el O.D. utiliza esta figura para demostrar a la jerarquía de la Iglesia católica lo “universal” que es la Organización y cómo caben en ella todo tipo de categorías sociales, incluidos los “obreros”, (¡de risa, vamos!). La verdad es que nunca conocí en la “Obra de Dios” a ningún socio agregado que trabajase por cuenta ajena como albañil, o como jardinero, o como camarero, etc., (con todos mis respetos para este tipo de trabajos). Los socios agregados que conocí eran universitarios, profesionales de todo tipo, pequeños y medianos empresarios o comerciantes, empleados de categoría alta y media, etc. En cualquier caso puedo decir que eran unas magníficas personas, mejores y más sufridas que los numerarios entre los que yo me encontraba… bueno… más o menos por el estilo, tampoco hay que exagerar, jejeje.
Carácter
ser obediente y fácilmente manipulable e impresionable por los directores del O.D. y los sacerdotes “don fulanos” y capaz de entregarse en cuerpo y alma, es decir de manera fanática, para sus fines.
Posición
cuanta mayor sea el estatus social y económico de los/as “pitables” mejor.
Salud
especialmente para numerarias de administración ya que al no tener seguridad social, el O.D. no quiere cargar con el costo de tratamientos médicos.

(*) El algunos lugares de Hispanoamérica o donde la “Obra de Dios” no ha contado con suficientes casas, ni medios ni personal donde pudiesen vivir en comunidad los numerarios y numerarias, ha hecho “pitar” a la gente como agregados y agregadas, de manera que pudiesen seguir viviendo con sus familias, pero adscritas a un centro y con las mismas obligaciones que los numerarios y numerarias. Una vez superadas las dificultades inmobiliarias y con el visto bueno del Prelado del O.D. se tenía previsto el que tales miembros recibiesen la propuesta típica de “Dios te lo pide”, etc., para pasar a ser numerarios o numerarias.

Para las numerarias auxiliares (sirvientas), el O.D. valora que sean jóvenes campesinas católicas con capacidad de trabajo, de formación sencilla y con carácter simple. El Opus Dei debido a una serie de demandas ante las magistraturas de trabajo españolas, no tuvo más remedio que dotarles, en este país, de una seguridad social mínima como es la de “empleadas del hogar”. Me hace gracia que el O.D., en sus videos oficiales, haga aparecer a numerarias auxiliares bastante lindas, incluso maquilladas, yendo a comulgar ¡¡sin mangas!! (¡como Monseñor las viera, las echaba de inmediato, a ellas y a sus directoras!) y diciendo que vuelcan sus instintos maternales en servir a sus “hijos e hijas” es decir a los numerarios y numerarias a quienes cuidan (¡sin comentarios!)

También existe la figura del sacerdote agregado que es un cura diocesano normal que realiza su labor sacerdotal en parroquias y que, si son de pueblo, el O.D. los utiliza para captar numerarias auxiliares entre las jóvenes católicas sencillas. Los sacerdotes agregados dependen por un lado del obispo de su diócesis y por otra, y en secreto (“santa discreción”), de las directrices del O.D. y aunque también están sometidos a presión proselitista, son más sanos de mente que los sacerdotes numerarios ya que viven en el mundo como sacerdotes normales de acuerdo con las directrices de la Iglesia católica a través de su obispo.

Pero continuando con el tema de la captación, una vez que los directivos del Opus Dei te han puesto en su punto de mira y estudiado tus cualidades y características designan a una persona miembro de base de O.D. que esté cerca de tu entorno para que se haga “amigo” tuyo si eres hombre o “amiga” si eres mujer (la inversa es impensable en el Opus Dei, donde la separación de sexos es totalmente escrupulosa) y que te acose o persiga día y noche con el fin de que consiga llevarte y mantenerte adscrito/a durante todo tu tiempo libre a un centro del Opus Dei, cultural, deportivo, etc., por cierto, muy agradable, donde te tratarán de una manera amabilísima , donde todo el mundo estará pendiente de ti y donde también te estará esperando un sacerdote “don Fulano” (“padre Fulano” en Hispanoamérica), universitario, aunque nunca habrá ejercido su profesión, muy simpático y que te propondrá ser tu director espiritual “ya que, como sacerdote, ha recibido el encargo, directamente de Dios, de dirigirte infaliblemente hacia El”. Si aceptas, estas perdido/a, ya que el susodicho sacerdote te aplicará sutiles técnicas de marketing espiritual y todas sus dotes de convicción, “Dios te llama y no le puedes abandonar”, “ tienes vocación para la Obra de Dios”, “estas llamado/a a volar como las águilas, no me seas ave de corral”, “tienes vocación divina“….”Dios pasa junto a ti y te llama para hacer cosas grandes”…..pero si ven que no respondes adecuadamente a esos slogans se ponen más dramáticos y tratan de amedrentarte …”si no sigues la vocación divina te condenarás en el Infierno ya que vivirás en permanente pecado mortal”, etc., etc., etc., lo siguiente será invitarte a un curso de retiro espiritual que pone remate a la labor de “lavado de cerebro” del sacerdote, tras esto las posibilidades de escapatoria son prácticamente nulas. Por supuesto todo lo que cuentes al sacerdote será reportado por éste a los directores del Opus Dei. Los “amigos” o “amigas” que el Opus Dei pone para acosar, tienen que reportar también todas las semanas de los progresos que hacen con sus “pitables” en reuniones grupales de marketing espiritual con los directores/as, ni que decir tiene que estos premian con elogios y demuestran públicamente más simpatía a los miembros proselitistamente más agresivos y se muestran calculadoramente fríos con los tímidos o con menor capacidad proselitista. Conocí a compañeros del O.D. que lo pasaban fatal al no conseguir personalmente las dos vocaciones al año que se pone como objetivo de marketing espiritual a los miembros jóvenes en el Opus Dei.

Una cosa se tiene que tener clara, es que si el Opus Dei, es decir la “Obra de Dios”, te acosa es porque les interesas, entonces hay que hacerse de valer pero nunca sin enfrentarse frontalmente, simplemente hay que hacer ver sutilmente a la Organización que “hasta aquí ha llegado”. Por supuesto, esto es fácil de decir, pero difícil de conseguir ya que supone tratar con una Secta que dispone de una completa información sobre ti a través de personal del O.D. que de alguna manera te conoce a ti o a tu familia, así como a través de los “amigos/as” que te han asignado y del sacerdote “director espiritual”, el cual conoce perfectamente las más refinadas y sutiles técnicas de marketing espiritual sectario y de convicción, sabiendo como doblegar a las personas que le interesan, especialmente si son adolescentes, es decir, sin una personalidad madura y como tales, “tiernecitos/as”

Y esto de “torear” es también perfectamente válido para las personas que actualmente pertenecen a la Organización. Al Opus Dei, o sea a las personas directivas y sacerdotes que te controlan hay que plantarles cara “hasta aquí y no más” hablándoles claro de las incongruencias entre lo que el O.D. dice propagandísticamente, de cara al exterior, y la praxis interna muy diferente o incluso contradictoria. Si el Opus Dei te ve firme y ve que no “comulgas con piedras de molino”, “recula” (pisa el freno) con tal de no perderte, pero, eso sí, te dirán que “eres soberbio/a además de egoísta y que no obedeces a Dios” y decenas de anatemas más (o incluso Admoniciones canónicas como las que le hizo el “Padre”, monseñor Josemaría, a la pobre Mª del Carmen Tapia, una de sus secretarias personales, a la que retuvo secuestrada en Roma de una manera espeluznante, con peligro de su integridad física y mental),

Una cosa hay que tener clara con el Opus Dei y es que una persona miembro aporta mucho más a la “Obra de Dios” de lo que ésta le aporta ya que la aportación del O.D. consiste en la obligación de practicar normas y más normas piadosas, rezos y costumbres agobiantes, mortificaciones monacales, direcciones espirituales con sacerdotes y directivos sectarios y manipuladores que luego hacen informes de lo que les dices y haces, así como un control total a sus fines sin ningún respeto a tu persona ni circunstancias, es decir lo que aporta el Opus Dei es dudosamente valioso espiritualmente y humanamente hablando (**), pero en cambio el O.D exige a sus miembros cosas humanas y materiales muy tangibles como que le des todo el tiempo y trabajo posibles, todo el dinero que ganes, así como todos los bienes patrimoniales que dispongas (“no es obligatorio darlos al O.D. pero sí de buen espíritu”, dicen) , también es de muy buen espíritu que si tienes familiares ricas consigas sus bienes y sus joyas(***) para el O.D, es que sin estas cosas dejaría de ser Secta aunque , eso sí, santa y bendecida por la Iglesia católica, ya que, según un dicho español, “lo cortés no quita a lo valiente”.

(**) Sin embargo, eso no quiere decir que haya personas miembros del O.D., especialmente, en los tres grados inferiores, es decir sin capacidad jerárquica, o incluso en grados superiores, que se sienten realmente afortunadas y orgullosas de pertenecer al Opus Dei, cuya organización y doctrina consideran superiores a las de otras organizaciones católicas y más acordes con sus convicciones espirituales más profundas, teniendo fe absoluta san Josemaría y en quienes le representan actualmente, como son el Prelado, los sacerdotes y directores/as de la “Obra de Dios”. Yo por mi parte creo que estas personas merecen todo el respeto, lo digo sin reticencias, aunque no comparta su conservadurismo, ni que se sientan superiores al resto de los cristianos/as, ni su entrega total, ni su falta de sentido crítico ante una Organización tan sectaria e incongruente.

(***) El Opus Dei, o sea “la Obra de Dios”, indaga discretamente, como quien no quiere la cosa, sobre si sus miembros de base tienen familiares ricos para, a continuación, establecer planes de acoso, con los propios miembros y con sacerdotes, para que donen o hagan testamento de su bienes y joyas a favor de la Organización, de esta manera tras su muerte, según les dicen, podrán alcanzar un “altísimo puesto en el Cielo”. Puede que a alguien esto le parezca increíble pero es así. La donación a Monseñor de las joyas de las familiares viudas o solteras ricas era algo que le podía y ponía, a san Josemaría el sentirse en posesión de esas joyas le hacía sentirse muy feliz ya que según él decía “para Dios nada es poco” (¿seguís sin nimaros a crear una Secta, aunque sea sencillita?, jejeje). Me figuro que el Prelado actual, siendo discípulo predilecto de Monseñor, seguirá manteniendo esa afición por las joyas de familiares ricas.

http://www.youtube.com/watch?v=SNfbjpfQOFg

El Opus Dei a los/as miembros jóvenes los trata como los trata, es decir con un control terrible y agobiante, pero cede ante los miembros sacerdotes mayores y ante los/as miembros maduros/as con personalidad que “pasan” de tanto control, pues teme que éstos les den un desplante y se marchen (aunque conforme se van haciendo mayores lo tienen más difícil). A estos miembros solo les pide que aparenten una piedad formal ante los miembros más jóvenes y a cambio les ofrece una vida cómoda y relajada o sea de alto standing, viviendo en pisos de lujo en los mejores sitios de las ciudades y servidos/as por una cohorte de numerarias y auxiliares, así como vacaciones en fincas del Opus Dei con todas las comodidades (“la pobreza evangélica no consiste en no tener, sino en estar desprendido de las cosas” (¿?) tal como dicen los escritos de Monseñor)

El Opus Dei, actualmente, se ceba en chicos y chicas adolescentes que son “tiernecitos” (totalmente manipulables), hijos de supernumerarios, por lo que no tienen escapatoria, pero esos/as adolescentes crecerán, se harán maduros/as, se darán cuenta de la manipulación a que están sometidos/as y se acabarán marchando pero, eso sí, con un gran sentimiento de culpa, muy mal psicológicamente y sin un céntimo para rehacer su vida y, puede que, hasta tengan que soportar el rechazo de su familia si sus padres y hermanos/as son de la “Obra de Dios”. Es espeluznante que el Opus Dei manipule a jóvenes adolescentes haciéndoles adquirir compromisos de vida muy serios sin decirles cuáles son, ya que se los va desvelando poco a poco, sutilmente, con posterioridad a su incorporación, sin permitirles que lo consulten con sus padres ni con un sacerdote ni con un abogado, ni con nadie ajeno al Opus Dei, jóvenes que desconocen completamente las Constituciones de Opus Dei y que no tienen ninguna noción de Derecho Canónico ni Civil para saber en lo que se meten y aceptan.

La relación del Opus Dei con sus miembros supernumerarios (sn) es curiosa. Le interesan este tipo de miembros para sus inversiones y para que aporten niños a la organización. Los sn no se enteran de nada de las interioridades de la Organización y son fácilmente manipulables, pero a los sn también les interesa el O.D. ya que gracias a éste, a modo de club social, conocen a gente con la que hacer negocios y vender sus productos o servicios, lo que pasa es que esto tiene un alto precio para ellos ya que tienen que aportar mucho dinero a la “Obra de Dios” como inversión a “plazo eterno” en el más allá y para estar en el Cielo junto a Monseñor o sea el “Padre”.

Monseñor Escrivá escribió en su “Camino” – “¡Qué afán hay en el Mundo por salirse de su sitio…!”, de esta manera condenaba a la numerarias auxiliares (o sea sirvientas) a ser unas esclavas “divinas”, sin ingresos y sin nada, quizás algún numerario o numeraria actuales sean un poco más sensibles que Monseñor y procuren mejorar su situación, ¿cómo?... pues muy fácil… yendo a la oficina de la Seguridad Social más próxima y dándolas de alta como trabajadoras laborales y no solo como “empleadas de hogar”, encargando a un contratista que les arregle y pinte su lugar de vida y de trabajo, comprándoles un televisor y una simple radio, mejorando la habitación donde duermen, etc., no hace falta gastarse un dineral, solo una cosa normalita, no como hace el Opus Dei en sus obras aristocráticas, pero ¡claro! para eso hay que pedir permiso a la dirección regional del Opus Dei, o sea, “Obra de Dios” y el hecho de mejorar la situación y formación cultural de las sirvientas para que puedan salir de ese estatus no estaba en los planes del Fundador.

Se que esto puede sentar mal a los directivos del Opus Dei y a los miembros clasistas que me leen, que los hay, pero no se puede manipular ni abusar de unas buenas muchachas sencillas captadas por párrocos de pueblo afines a la “Obra de Dios”

¿Existen ángeles en la tierra?, no sé, pero si personas angelicales, en el próximo video se puede ver a una de ellas

(Ved estos videos cuanto antes, ya que al O.D. no soporta que se desvelen sus interioridades y mucho menos por miembros suyos, por lo que estos videos no tardarán ni días en recibir la orden de ser quitados inmediatamente de Youtube ya que el O.D. lee con harta desazón lo que se escribe en opuslibros y en las demás webs mundiales que hay para conocimiento de la realidad de Opus Dei, por ello manda a sus miembros “rezar” por quienes escribimos, para que nos arrepintamos, ya que estamos en pecado mortal y como tales condenados al Infierno por toda la eternidad, en fin ¡cosas de mentes enfermizas por el poder y el dinero!)

He aquí como actúa un sacerdote numerario del Opus Dei, en este caso, don José Miguel Ibáñez Langlois, padre Ibáñez, chileno, que se ordenó en Roma, muy joven, como sacerdote del O.D. y que como dice jocosamente el padre del muchacho numerario del video anterior (si es que el O.D no ha ordenado retirarlo todavía) “jamás entraría en duelo de espada con el padre Ibáñez, porque en dos toques me tendría contra la pared”. (Yo, el que suscribe, conocí a don J.L. Ibáñez L. en la época en que estuvo en España ya que fue el director espiritual que me hizo “pitar” cuando yo tenía 17 años y puedo testificar que no hay quien se le resista, jejeje). Creo que el padre Ibáñez es el sacerdote de la “Obra de Dios” que más se ha parecido a san Josémaría Escrivá en su manera de ser y que de no ser porque Monseñor tenía ineludibles compromisos de sucesión con don Alvaro del Portillo y con don Javier Echeverría, pues entre los tres dirigieron el desarrollo de lo que es el Opus Dei actual, el padre Ibáñez habría sido un digno sucesor e idéntico a él (“clonico” se dice hoy) .

http://www.youtube.com/watch?v=iVRYd9KUlx4

Estos otros videos, en cambio, no los puede quitar el O.D. aunque lo intente ya que son el testimonio público de dos miembros liberados del Opus Dei

Testimonios de Carmen Charo, también una numeraria liberada que sufrió lo indecible en el Opus Dei

El Código oculto del Opus Dei

El Opus Dei tiene unos estatutos o constituciones llamados "Código de derecho particular del Opus Dei” que oculta a sus miembros y que además están en latín a fin de que no pueda ser leídos por éstos pero que gracias a opuslibros podemos conocer en diversos idiomas occidentales.

El Opus Dei, entregó a la Santa Sede de la Iglesia católica dicho Código (en latín, por supuesto) a sabiendas de que no se lo iban a leer o en cualquier caso que no iba a tener ningún problema para su aprobación.

Pues ¿qué pasa?. ¿Por qué son secretos?, ¿por qué los oculta a sus asociados?... de verdad, yo al menos no entiendo nada. pero ¡nada de nada!

A la vez me digo, ¡Dios mío! ¿por qué sentiré curiosidad por saber a cerca de códigos ocultos?... ¡¡¡A ver si voy a terminar mis días en manos de algún fanático albino como Silas del Código Da Vinci!!!, jejeje, es broma… pero tampoco me fiaría mucho...

La historia

Monseñor José María Escrivá y Álvaro del Portillo su brazo derecho, solo tenían cuatro obsesiones de cara a la Iglesia católica:

  1. Conseguir que ésta aceptara su slogan de que los laicos se pudiesen santificar en el ejercicio de su trabajo diario, cosa inédita ya que durante veinte siglos la Iglesia católica no lo había considerado en absoluto.
  2. No depender de los obispos para nada, incluido el obispo de Roma.
  3. Controlar a los sacerdotes diocesanos y a los obispos, incluido el obispo de Roma.
  4. Tener absoluta libertad para manipular a la organización “Opus Dei” a modo de santa secta inspirada por Dios, sin ningún control por parte del Vaticano ni de nadie ajeno al Prelado y a su círculo íntimo.

La verdad es que Monseñor José María encontró muchas dificultades en la Iglesia católica desde que creó de manera balbuceante su Opus Dei en 1928 hasta que ¡por fin! encontró, al final de sus días, un papa polaco que le apoyó sin condiciones, Juan Pablo II.

La aprobación ¡por fin!

Juan Pablo II accedió a conceder a Escrivá una nueva categoría, o por lo menos novedosa dentro de la Iglesia católica, como es la de prelado personal, es decir una especie de obispo, solo que en vez de tener un territorio geográfico concreto y unos feligreses viviendo en él, tendría el universo terrenal entero y como feligreses los miembros, aspirantes y cooperadores del Opus Dei, o sea los “fieles” o feligreses de la Prelatura universal. Dado que no soy experto en Derecho canónico de la Iglesia católica, ni falta que me hace, desconozco si este nombramiento supondría que Juan Pablo II concediese a Monseñor la categoría de segundo Papa con capacidad para ordenar sacerdotes y obispos y para dirigir una organización o segunda Iglesia llamada “Obra de Dios”, paralela a la de la Iglesia católica. Por favor agradecería que si alguien que me lea es experto en estas cuestiones me (nos) tranquilizase diciendo que esto no es así. De todas las maneras, el Opus Dei ha conseguido que la Santa Sede haya nombrado en el momento actual, además del Prelado, dos cardenales y varios obispos del Opus Dei, por lo que la supervivencia canónica de la santa Secta está garantizada al margen de lo que digan o dejen de decir la jerarquía, los obispos y el Papa de la Iglesia católica.

Las condiciones: “Declaración concerniente al Opus Dei”

Juan Pablo II antes de conceder a Monseñor Álvaro del Portillo la condición de prelado (o sea, especie de obispo universal) solicitó a la Sagrada Congregación de los Obispos, traducido al cristiano, la oficina que tiene el Papa para los asuntos episcopales (es que la Santa Sede de la Iglesia católica es muy ampulosa en sus nombres), un informe sobre el Opus Dei y no sé si es que, o bien porque ese día “La Juventus” de Milán jugaba al fútbol contra “La Roma”, o bien porque hacía mucho calor, o bien porque la Sagrada Congregación de los Obispos “pasaba” del tema, lo único importante que dijeron en su “Declaración concerniente al Opus Dei” viene a ser, más o menos lo siguiente:

  1. Por favor, rogamos encarecidamente al Opus Dei, conocidos sus métodos proselitistas, que no nos quite a los obispos diocesanos a los sacerdotes de nuestras diócesis, ni a nuestros seminaristas, ni a nuestros aspirantes, ni a nuestros novicios, ya que tenemos una verdadera escasez de ellos, por favor Papa Juan Pablo II díselo al O.D. y hazlo cumplir.
  2. Santo Padre, se debería pedir al Opus Dei que establezca un contrato claro y fidedigno por el que se sepa que un feligrés se adhiere a la prelatura del Opus Dei dejando de pertenecer a la diócesis geográfica en la que vive y por tanto a su obispo diocesano.

Decisión del papa Juan Pablo II. Bula “Ut sit”

O bien porque el Papa polaco no entendía el latín en que estaba escrito el Código del Opus Dei, o porque el Opus Dei le caía muy bien sin más, o porque dicho Código es tan absolutamente farragoso y tan lleno de alusiones “divinas y sagradas” que produce dolor de cabeza leerlo (no es broma) publicó la Bula Apostólica “Ut Sit” en la que venía a decir, según mi libre interpretación lo siguiente

  1. Apruebo el que el trabajo ordinario pueda santificar a las personas
  2. Apruebo el que Josemaría Escrivá pueda llegar a ser considerado santo ya que ha tenido inspiraciones divinas
  3. Apruebo el que Opus Dei no debe quitar sacerdotes a los obispos diocesanos
  4. Por tanto, ordeno que el Opus Dei si quiere tener sacerdotes propios solo deberá obtenerlos de sus feligreses laicos, no de las diócesis
  5. Apruebo el que el Opus Dei deberá atenerse a las normas generales de la religión católica
  6. Apruebo el “Código de derecho particular” del Opus Dei tal como esta organización lo desea y que haga lo que le dé la gana de acuerdo con él aunque ello dé lugar a una secta católica, apostólica y romana sin ningún respeto canónico ni civil hacia sus miembros ni hacia lo que estos aportan a dicha organización.
  7. Apruebo el que el único vínculo expreso del Opus Dei con la Iglesia católica romana sea el de hacer un informe cada cinco años al Sumo pontífice hablando sobre su labor apostólica, es decir en el que se hable de “pájaros y flores apostólicas y divinas” (cuesta creer que éste sea el único requisito expreso entre el Opus Dei y el Papa de Roma, pero claro “fé es creer en lo que no vemos”, o sea… ¡de risa!)

Esta es mi libre interpretación de la Bula “Ut sit” del papa Juan Pablo II de la que se deducen varios aspectos graves como son:

  1. Juan Pablo II fue claramente negligente ya que no escuchó a la Sagrada Congregación de los Obispos más que el la parte que se refería a que “el Opus Dei no quitase sacerdotes a los Obispos diocesanos”, lo único que preocupaba y preocupa a la Iglesia católica.
  2. Juan Pablo II también fue negligente ya que instituyó una Secta católica universal, es decir una segunda Iglesia católica e incluso romana, a pesar del testimonio de miles de fieles católicos/as, muchos de ellos/as liberados/as del Opus De o incluso damnificados/as, que advertían de la realidad del Opus Dei como Secta que busca el control de las personas y de los poderes políticos, eclesiásticos y sociales, así como de la obtención de dinero con fines ocultos o por lo menos no explícitos y que como organización religiosa que, profusamente dice ser, dudosamente lleva a la santidad ni a una sana espiritualidad cristiana, por no hablar del control efectivo que ejerce sobre la jerarquía de la propia Iglesia católica.

¿Merecería el papa Juan Pablo II ir al Infierno de Dante, ver mi escrito nº 11, por crear una Secta católica ignorando a tanta gente que ha sufrido y sufre del Opus Dei?, … vosotros/as diréis.

Sobre el contenido del "Código de derecho particular del Opus Dei”, se aprecia que es un documento hecho para el Vaticano y por tanto con lo que éste quiere oír, es decir que el Opus Dei se compromete a no quitar a los obispos a sus sacerdotes ni a sus novicios ni seminaristas, pero sin renunciar a controlarlos a través de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y por medio de ellos a sus obispos, incluido el obispo de Roma

En dicho Código, el Opus Dei dice lo que siempre cuenta de cara al exterior es decir, que los miembros se santifican con su trabajo porque así lo ha inspirado Dios”, que si los miembros deben hacer normas y más normas de piedad diarias, que si deben hacer retiros y más retiros espirituales, que si se deben confesar, como mínimo, una vez por semana, que si deben de asistir a la santa Misa y comulgar cada día, que si deben hacer mortificaciones y más mortificaciones, que si deben de asistir a cursos y más cursos de formación clerical (por cierto, de muy baja calidad intelectual), etc., etc., etc., es decir lo propio de unos monjes o monjas seglares extraños y raros, pero que es el mensaje que la Iglesia católica comprende y le gusta oír. Pero en dicho Código, el Opus Dei oculta la praxis real, el llamado “buen espíritu”, “lo que dijo el Padre”, lo que como secta exige a sus miembros de manera oral a través de los directores que tienen asignados ya que una cosa es lo que la “Obra de Dios” dice de cara a la Iglesia católica, otra lo que hace y dice de manera insincera de cara a sus miembros, otra lo que “solo Dios sabe qué hace” y otra “lo que ni dios sabe qué hace”.

El Código no es un estatuto para que sus miembros sepan a qué a tenerse sino una declaración de principios farragosa e inconcreta para apabullar a la Santa Seda con lo que a esta le gusta oir.

Este Código, “al estar inspirado por Dios directamente, es sagrado e intocable y de obligado cumplimiento para todos los fieles de la Prelatura”. La realidad es que es un documento farragoso que no resiste la más mínima crítica canónica ni civil y que de ser conocido por sus miembros provocaría un desasosiego generalizado,… ¡por algo lo oculta el Opus Dei!.

El Código concluye: …”además, es pecado violar por el desprecio formal cualquiera de ellas (las normas del Código), incluso las mínimas, porque si la trasgresión de la razón o fin no se hace rectamente o mueve a escándalo, lleva consigo el pecado contra las virtudes correspondientes”… pues eso … que quien no cumpla las normas de este Código incluso las mínimas comete pecado que habrá que confesar a un sacerdote del Opus Dei (pero incluso no creo que un sacerdote de base del O.D, pueda perdonarlo ya que no solo es pecado, sino algo así como “anatema”, ¡qué fuerte! ), por supuesto, confesarse con un sacerdote de fuera del O.D., ni aunque sea obispo, carece de validez, ya que esta organización prohíbe(*) a sus feligreses confesarse con sacerdotes diocesanos de la Iglesia católica, lo que pasa es que tal prohibición ni se menciona en este Código así como tantas y tantas otras normas que forman parte de la praxis que la “Obra de Dios” exige oralmente a sus fieles y que oculta celosamente al exterior.

(*) Todos los socios del O.D. (“fieles de la Prelatura”) reciben la advertencia seria y formal de que no se deben confesar con sacerdotes que no sean del O.D. y designados personalmente, ya que los trapos sucios se lavan en casa(sic), eso por un lado, pero por otro, de no ser así, los sacerdotes del O.D. no podrían informar a los directores de la Organización sobre el comportamiento de los “fieles de la Prelatura” y con ello no poder controlarles, ni, llegado el caso, amedrentarles o chantajearles con lo que saben de sus confidencias (con las sectas, aunque sean santas, católicas, apostólicas y romanas, no se juega).

La santidad en el trabajo, una obra por hacer

Monseñor Josemaría Escrivá, sacerdote ambicioso y de acción, don Alvaro del Portillo, su brazo derecho y cerebro de la organización Opus Dei, junto con unos pocos sacerdotes numerarios y algún/a seglar, fieles y entregados discípulos, consiguieron en el primer lustro del siglo XX que la Iglesia católica, a regañadientes y como de pasada lograran aceptar, ¡por fin!, las tesis protestantes de Lutero y Calvino de que el trabajo ordinario bien hecho es camino de santidad universal(*) para la otra vida y que, para esta vida, es fuente de progreso social y personal, así como de dinero, poder y bien estar, lo que Monseñor cifraba en “la felicidad en esta vida y la dicha en la vida eterna” (sic)...

(*) Nota: La Iglesia católica, en veinte siglos jamás había considerado esta posibilidad de santidad, sino que ésta, podríamos decir que de manera dogmática, solo era alcanzable por medios extraordinarios, ajenos al quehacer diario de las personas, como por ejemplo: el martirio, el monacato extremo, las dedicaciones heroicas a los demás, las vidas de contemplación religiosa extrema, la virginidad sin tacha, las muertes tras enfermedades soportadas de manera religiosamente ejemplar, etc., en una palabra que un cura de base, un profesional, un trabajador por cuenta ajena, una médica, una ama de casa, un político honrado (que ya es decir), etc., o sea gente normal y corriente nunca había entrado en los esquemas santificadores de la Iglesia católica durante siglos y siglos. Los medios considerados por la Iglesia católica para tal fin habían sido y siguen siendo: preces, misas, jaculatorias, cilicios, disciplinas, mortificaciones, ayunos, oración, meditaciones, dirección espiritual, obediencia a los superiores, celibato, entrega de bienes, vida en comunidad, etc., etc., etc.


Monseñor Escrivá, como se sabe por los muchos testimonios y análisis que se pueden encontrar aquí en Opuslibros.org sobre sus hechos y dichos, tenía una doble personalidad, la del “santo “por un lado y la del “pillo” por otra. La Iglesia católica ha elevado a los altares al “santo”, soslayando al “pillo”,… pues… muy bien, sus motivos tendría, reconociendo sin lugar a dudas “sus esfuerzos por, no sólo en iluminar con luces nuevas la misión de los laicos en la Iglesia y en la sociedad humana, sino también en ponerla por obra; así como sus esfuerzos en llevar a la práctica la doctrina de la llamada universal a la santidad, y en promover entre todas las clases sociales la santificación del trabajo profesional y por medio del trabajo profesional. Además, mediante la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, ha procurado ayudar a los sacerdotes diocesanos a vivir la misma doctrina, en el ejercicio de su sagrado ministerio” (Constitución Ut sit del papa Juan Pablo II, avalador de san Josemaría y de su Obra).

Bueno pues la Iglesia católica ha establecido ¡por fin! el principio dogmático de la “santificación del trabajo profesional y por medio del trabajo profesional entre todas las clases sociales” así como que monseñor Josemaría Escrivá lo descubrió “mediante inspiración divina” (curiosamente Lutero no necesitó la intervención divina sino el mero raciocinio religioso humano de algo evidente).

Pero… ¿cuál es el camino para conseguir esa santificación?, pues resulta que, como bien se enuncia en esta web de Opuslibros, el Opus Dei es un camino hacia ninguna parte… Duro y triste es decirlo, pero es así, ¿y cómo es eso?.

Pues porque ni monseñor Escrivá, ni monseñor del Portillo aunque descubrieron por “inspiración divina” que la gente se podía santificar en el trabajo corriente, la “inspiración” se les quedó corta, no les dio para más y no supieron o no se atrevieron a encontrar el “Camino” o sea el modo de cómo santificarse en el trabajo normal, o sea en la vida corriente y crearon el Opus Dei, una organización que ha terminado desembocando en secta que para nada, …nada,… nada, ayuda a santificar el “trabajo profesional y por medio del trabajo profesional” sino que más bien es un obstáculo para ello.

Resulta que el Opus Dei lo que busca no es santificar el trabajo sino llenar a sus miembros de normas piadosas agobiantes (toda persona asociada debe dedicar dos horas y media de practicas piadosas que restan tiempo a la perfección en el trabajo y que nada tienen que ver con el trabajo), debe dedicar tiempo a mortificaciones monacales que nada tienen que ver con su trabajo, tiene que dedicar tiempos de trabajo a intereses del Opus Dei que nada tienen que ver con su trabajo ordinario, tiene que entregar su dinero para intereses del Opus Dei de los que no da cuenta para nada, cuando la persona debería invertirlos en mejorar sus trabajos o en su seguridad laboral, etc. y lo que es peor, impide a los/las célibes que se integren en el Mundo, es decir hace que no vayan al cine, que sólo vean alguna televisión censurada, que sólo puedan entrar en una Internet fuertemente censurada y controlada por los directores, que solo puedan leer periódicos censurados incluso aunque sean profesionales, etc., etc. y ¿qué c..ñ.. tienen que ver los llamados “consejos evangélicos” del Opus Dei? (o sea los votos monacales de castidad, pobreza y obediencia) con la “santificación del trabajo profesional y por medio del trabajo profesional”?

Pero… ¿es qué el Opus Dei te da alguna idea de cómo santificar el trabajo ordinario?, en mi opinión no tiene ni idea. El Opus Dei dice que se debe de poner un crucifijo o una estampa de la Virgen en la mesa de trabajo, vale, ello será una practica piadosa digamos que buena, pero no me sirve. El que levantemos la vista en nuestro puesto de trabajo y digamos una jaculatoria al contemplar un cuadro de la Virgen, será una buena práctica piadosa, pero no me sirve, yo no entré en el Opus Dei para aprender prácticas piadosas ni monacales sino para “santificar el trabajo ordinario y por medio del trabajo” y para poner a Dios en las tareas ordinarias con toda caridad y humildad sin pretender pertenecer a una élite.

¿Qué enseña el Opus Dei?, respecto a la santificación del trabajo profesional, yo diría que nada de nada de nada, es decir nunca me dijeron en el Opus Dei cosas como que:

  • Estudiase ética deontológica de mi profesión, por el contrario, en el Opus Dei, me hicieron aprender una ridícula e infantil ética tomista que nada tenía que ver con ella.
  • Tuviese paciencia “divina” frente a compañeros/as de trabajo trepas o jefes/as impertinentes.
  • Fuese honrado y pagase mis impuestos de trabajo con una sonrisa viendo en ello una manera de contribuir a bienestar social.
  • Trabajase un rato más cuando me apetecería no hacerlo.
  • Pusiese un poco de cariño (caridad cristiana) cuando no tenía ninguna gana de hacerlo.
  • Asistiese a un cuso profesional para mejorar mi formación restando tiempo a mi ocio o incluso pagando de mi dinero.

Y así podría seguir hasta 999 puntos, pero como no soy san Josemaría ni pretendo erigir otro Opus alternativo, pues… yo solo doy la idea y os dejo a vosotras/a la tarea de completarlos, jejeje.

Lo que quiero decir es que estoy convencido de que todos/as quienes me leéis hemos creído en la idea de la “santificación del trabajo profesional y por medio del trabajo profesional entre todas las clases sociales”, y que por eso entramos en el Opus Dei y que nos fuimos del Opus Dei porque esta organización con ese señuelo buscaba otros fines distintos, pero…¡ muy distintos!, por no decir extraños y por ese motivo, al sentirnos engañados y defraudados, nos fuimos, y bien idos que estamos.

Pero esa idea de “santificar el trabajo profesional” está ahí, lo que pasa es que está sin desarrollar, puede que nosotros/as tengamos algo que aportar a ella ya que aunque no hayamos recibido una “inspiración divina”, no cabe duda que sí hemos recibido un destello.

Todas las personas, seamos creyentes o no de una religión u otra o de ninguna, tenemos un haber, un debe y un saldo existencial como en la contabilidad del trabajo profesional y ese saldo seguro que tiende aumentar aportando algo cada día, algo que nuestra propia conciencia nos dice que es bueno, aportando lo que un profeta judío llamado Jesús, de hace veinte siglos llamaba “caridad” pero no solo al trabajo profesional (¡vaya rollo seria reducir nuestra vida solo a eso!) sino también a la vida familiar, a la vida de relación social, al ocio y también a cualquier persona humana necesitada que se cruza en nuestro camino y ¿por qué no? a un mundo llamado “Tierra” donde vivimos y que empieza a enfermarse, ¿en el Opus Dei se enseña que es “santo” separar las basuras y echarlas en el contenedor adecuado? o ¿a no fumar y echar el humo en la barra de un bar de apetitosos pinchos? ,… pregunto.

Mi conclusión es que todas la personas que no hemos tenido “inspiración divina” pero si un “destello” acerca de “la santificación del trabajo profesional por el trabajo profesional” seguro, o sea no me cabe ninguna duda, de que somos personas altruista que aportamos nuestra pequeña parte al desarrollo de esa idea, no sé… ¿qué opináis?, … ¿es una obra por hacer, muy distinta a la extraña Obra que hemos conocido?

La película “Camino”

Fui a ver esta película con seis nominaciones para el Goya (galardón cinematográfico español parecido a los Oscar de USA pero evidentemente sin su relevancia) y la verdad es que se las merece, pero no fui capaz de verla completa y me salí antes de terminar, es que me pareció durísima y… no pude terminarla.

La niña Nerea Camacho (Camino en el film) no es que trabaje fenomenal es que trabaja de manera celestial y no digamos Carmen Elías (su madre del Opus Dei, en la película) y su padre y su hermana y los sacerdotes del Opus Dei y las numerarias y el ángel de la guarda y sus amiguitas del colegio y sus diálogos y su primer noviete… la verdad es que es una película que causa impacto… tal impacto que como he dicho no pude soportar y me tuve que marchar antes de terminar.

¿Porque no pude terminar la película?, por:

  • Ver el comienzo de la película con la niña Camino agonizando, sin darle ningún tipo de sedación para que sufriese, fuese consciente y se alegrase de su muerte para de esta manera poder tener elementos y manipular testimonios para su posible santificación,
  • Las terribles operaciones quirúrgicas aparentemente “en vivo” que sobre la niña nos ofrece la película, y que afortunadamente en Youtube se ve cómo se realizaron sobre maniquíes de silicona ¡¡¡uff!!
  • La corona de pinchos de hierro que colocan a la niña a semejanza de la corona de espinas que colocaron a Jesucristo antes de su muerte, la verdad es que resulta ¡¡terrible!!.... más vale que al ver en Youtube como termina esa escena en la que Nerea Camacho (Camino), llena de vida, salta de la cama y dice “¡¡¡por favor quitadme esto de la cabeza!!!... dices ¡más vale que todo esto ha sido una ficción!!

En realidad en el film hay dos películas superpuestas, una la de la terrible realidad de una niña de catorce años que es victima de un cáncer cervical incurable y de la que, según la ficción de la película, el Opus Dei trata de sacar provecho para sus fines a través de su madre y de los sacerdotes y por otro lado un maravilloso cuento de hadas, los ensueños y fantasías de una niña que nace a la adolescencia y que se evade pensando en un noviete que tiene, así como sintiéndose la Cenicienta (cuento que le regalo su padre ya que su madre solo le regalaba libros de Lourdes y de santa María Goretti) y teniendo en la imaginación a un ratoncito amigo.

¿Porqué no se ha quejado oficialmente al Opus Dei de esta película, solo oficiosamente?, pues porque no es una película contra el Opus Dei, es una película respetuosa en la que el Opus Dei es una circunstancia por la que su director Javier Fesser refleja la manera en que las gentes de esta institución se comportarían en una situación así y el Opus Dei está de acuerdo en ello, es así como su personal debe de comportarse en tales circunstancias, lo que pasa es que el fundamentalismo del Opus Dei resulta terrible y difícil de digerir para la ciudadanía normal y al Opus Dei, por otra parte, le produce mucha desazón que se desvelen sus praxis de comportamiento que las oculta celosamente al exterior, cosa difícil en el mundo actual libre y democrático.

Lo único que han dicho tanto el portavoz del Opus Dei en España como el hermano de Alexia miembro de esta institución es que la película no es estrictamente biográfica, cosa que J. Fesser tampoco lo pretende,

Por mi parte, reconozco que la película está muy bien hecha, dirigida y trabajada pero que J. Fesser abusa del morbo de la terrible enfermedad de cáncer la niña, de sus tratamientos y de sus aparentemente reales operaciones quirúrgicas hasta el punto herir la sensibilidad de los espectadores, como fue mi caso, hasta el extremo de salirme junto con algún otro espectador más antes de terminar la película.

Javier Fesser, director de la película dice que él lo que ha tratado es de rendir un homenaje a la niña madrileña Alexia González Barros cuya biografía (*) leyó hace unos años y le impactó, una niña cuya madre y hermano eran del Opus Dei y que murió como una santa a los 14 años victima de un cáncer cervical incurable siendo sometida a durísimas operaciones y tratamientos que la dejaron tetrapléjica hasta morir.

(*) Es una delicia escuchar a María Victoria Molins de la Compañia de Santa Teresa de Jesús, directora del colegio donde estudiaba Alexia y que es autora del primer libro biográfico sobre esta niña y en el que se inspiró J. Fesser para su película “Camino” que es el nombre que dio a la niña en su film.

http://www.youtube.com/watch?v=9C9dRph-9_M

http://www.youtube.com/watch?v=lcR0sSLf2T4

http://www.youtube.com/watch?v=K9rWbtodKNo

Afortunadamente pude encontrar fragmentos del rodaje de esta película en Youtube

http://www.youtube.com/watch?v=KFbjGob4-kU

http://www.youtube.com/watch?v=cjjkhDizhis

y la verdad es que los efectos especiales son tan espectaculares que parecen totalmente reales

http://www.youtube.com/watch?v=OVgfmWPo2mM

http://www.youtube.com/watch?v=LL9vmZhV4ck

http://www.youtube.com/watch?v=TbFJuF0Nzxw

Entrevista a J. Fesser sobre su película

http://www.youtube.com/watch?v=rF0FysFVlJ4

http://www.youtube.com/watch?v=fPwMEgvvkb8

http://www.youtube.com/watch?v=0ot-iiNk0lI

José María Escrivá ¿habría sido pitable?

¿El joven José María Escrivá habría pitado en el Opus Dei?

José María Escrivá creó una Obra para establecer si teníamos vocación para el Opus Dei para, en su caso, imponernos una forma de vida de obligado cumplimiento, según él, por parte de Dios, de acuerdo, pero yo y todos/as nosotros/as también podemos a dar la vuelta al calcetín y preguntarnos y José María Escrivá, tendría vocación para el Opus Dei?, ¿se le habría dejado “pitar”?.

Creo que, al ser José María Escrivá fundador del Opus Dei tanto de su sección masculina como femenina, este escrito puede ser enjuiciado tanto por hombres como por mujeres conocedores/as de la realidad del Opus Dei y opinar sobre si José María podría ser “pitable”...

La conclusión que saco, es que a José María Escrivá los directores/as del Opus Dei “no le habrían dejado pitar”, ¡Qué fuerte!, o sea… ¿si José María Escrivá pidiese la admisión en el Opus Dei se le negaría?, pues creo que sí,… ¡no me lo puedo creer!… o sea ¿a José María Escrivá, fundador del Opus Dei, santo de la Iglesia católica, si siendo un simple joven, uno de más como nosotros/as, pidiese la entrada en el Opus Dei ¿se le negaría la admisión?, me temo que sí, pero prefiero que juzguéis por vosotros/as mismos/as.

Partimos de la base de que una persona se puede apuntar libremente a una asociación cultural o religiosa abierta, a un gimnasio o a un club deportivo, etc., pero al Opus Dei no, ya que es una Organización cerrada y es ésta la que te tiene que fichar como “pitable” sin que el posible candidato/a se entere de que está en su punto de mira.

Vamos a recrear la historia de José María Escrivá, ¿lo hacemos?... pues adelante.

Apliquemos con la imaginación el proceso de “pitaje” que todos/as hemos conocido y sufrido, a un joven llamado José María Escrivá. El proceso se iniciaría cuando alguien, un compañero, un familiar, un vecino, etc., informase al centro de San Rafael de Logroño sobre la conveniencia de controlar a un muchacho llamado José María Escrivá de 17 años, estudiante de Bachillerato ya que por sus características, quizás podría llegar a ser “chico de san Rafael”, automáticamente el Centro designaría a un joven muchacho del Opus Dei más o menos de su edad y próximo a su entorno para que aparentando amistad le acosase día y noche con objeto de conseguir que en sus tiempos libres dejase de frecuentar su entorno familiar, abandonase a su cuadrilla de amigos, y no digamos a sus amigas o a su novia si es que la tuviese, para participar “full time” en las actividades de un amabilísimo centro del Opus Dei en donde también le estarían esperando un director seglar y un sacerdote don fulano dispuesto a ser su director espiritual.

Tras ello la dirección de san Rafael, de acuerdo con sus praxis, iniciaría una recopilación de datos del joven José María en base a gente afecta al Opus Dei que le podría conocer, del “amigo” asignado para acosarle, del director seglar del centro y del sacerdote director espiritual que le sonsacarían los datos necesarios para establecer su perfil.

Para que José María Escrivá pudiese pedir la admisión en el Opus Dei tendría que superar sin él saberlo cuatro características:

Virtud - ser católico/a con formación conservadora
El joven José María cumpliría este requisito pues era muy piadoso* y conservador y le gustaba tener un sacerdote como director espiritual, por otra parte manifestaba ser profundamente católico pero poco clerical (*compañeros suyos, por sus manifestaciones piadosas algo amaneradas y excesivas, le llamaban “rosa mística”, sic). En relación a esto, los directores y sacerdotes del OD darían por bueno este requisito pero tratarían de corregirle en sus excesivas manifestaciones piadosas poco laicales.
Talento - para todos los numerarios y las numerarias profesionales el Opus Dei exige tener titulación universitaria o si se es estudiante destacar en los estudios
El joven José María durante el bachillerato fue un estudiante de tipo medio, no brillante, un estudiante que no destacaba entre los demás, su ilusión juvenil era estudiar la carrera de arquitectura pero, por razones económicas y prácticas que veremos a continuación, se decantó por la de Derecho que inició a los 20 años y que consiguió terminar a los 33 tras muchas interrupciones y a duras penas. El Opus Dei, con semejante historial de estudios, habría puesto en entredicho el nivel de talento del joven José María como numerario, pero no le perdería de vista como agregado, supernumerario o cooperador.
Carácter - ser obediente y fácilmente manipulable e impresionable por los directores del Opus Dei y los sacerdotes “don fulanos” y capaz de entregarse en cuerpo y alma para sus fines
En este punto los directores del Opus Dei habrían tenido verdaderas dudas. Veamos el carácter: el joven José María Escrivá, era un muchacho retraído y elitista, de pocos amigos, se consideraba de estirpe superior al resto de sus compañeros, vestía de manera remilgadamente elegante incluso en exceso, entre los compañeros provocaba una cierta sensación de rechazo, como la de un muchacho “quiero y no puedo” que se creía superior y más educado que los demás, manteniéndose distante, pero otros compañeros de buena posición, con carácter débil, pocos, le veían como un líder a quien imitar y deseaban ser sus amigos, por otra parte tenía cierta habilidad para congraciarse con personas de mayor nivel económico y social que el suyo a quienes admiraba ya que de los pobres no se puede sacar nada pero de los ricos sí . Por otro lado, no era nada obediente y le gustaba salirse con la suya, no aceptaba fácilmente imposiciones, más bien le gustaba mandar, en su biografía se cuenta como se lió a tortazos con otro compañero de estudios con el que no congeniaba. En el terreno afectivo-sexual-amoroso no había problemas para proponerle el celibato porque el joven José María no manifestaba ningún interés hacia las chicas de su edad sino más bien rechazo, en especial si eran alegres y coquetas ya que las consideraba desvergonzadas y pecaminosas ( en su biografía se cuenta como se encendió su “santa ira” cuando caminando por una calle de Zaragoza todo repeinado y con andares aristocráticos, tendría unos 20 años, unas chicas bromistas le echaron un piropo simpático tal como “guapo” o algo así, jejeje, pero él tomándoselo muy a mal se revolvió furioso y con gran indignación las puso de sinvergüenzas y de vuelta y media, “a parir” se dice actualmente en España, jejeje, ¡qué cosas!)
Posición - cuanto mayor sea el estatus social y económico de los/as “pitables” mejor
Aquí el joven José María Escrivá no habría superado la prueba para ser del Opus Dei. En este aspecto, como se sabe, José María provenía de una familia digna pero modesta que vivía en Barbastro, pequeña población de la provincia de Huesca en España. Su padre, Don José Escriba estaba considerado como problemático y mal visto por la familia Albás de su madre (de una cierta clase social de provincias, con cierto “don” pero con poco ”din”, familia hidalga venida a menos según palabras del propio Monseñor). Don José Escriba tenía en Barbastro un pequeño comercio de comestibles que acabó en la ruina, trasladándose lleno de deudas y con fuerte desengaño a la ciudad de Logroño donde logró encontrar trabajo como dependiente de un comercio, muriendo al poco tiempo y dejando a su mujer viuda con tres hijos sin apenas recursos económicos. José María, entonces con 17 años, tomó la decisión de sacar adelante a su familia y de ayudarla económicamente de por vida (cosa realmente loable y que realizó mientras fue presidente del Opus Dei *). ¿Cuál fue esa decisión?, pues la de, presionado por su madre, aparentar una falsa vocación sacerdotal ante un tío, hermano de su madre, alto cargo eclesiástico en la ciudad de Zaragoza, para que le becase la estancia en un seminario eclesiástico para realizar estudios sacerdotales, mientras en la universidad civil trataría de hacer la licenciatura de derecho. Los estudios eclesiásticos duraron tres años y tras ellos se le presentaba una dura disyuntiva , ordenarse sacerdote para lo que no se sentía con vocación o no hacerlo, dejando la carrera eclesiástica y siguiendo una profesión civil, si se hacía sacerdote empezaría, a partir de ahí, a cobrar un sueldo de la Iglesia católica y estipendios de feligreses con lo que podrían subsistir tanto él como su madre, su hermana soltera y su hermano pequeño, entonces un niño, pero si abandonaba la carrera eclesiástica no dispondría de medios económicos colocando a su familia y a él mismo en la indigencia, así pues no tenía elección, lo consultó con su madre y a regañadientes optó por hacerse sacerdote pero, eso sí, se hizo la solemne promesa de no ser un “curita” de base ni de hacer carrera clerical escalando posiciones en la jerarquía de la Iglesia católica, él, José María Escrivá se sabía distinto a sus compañeros seminaristas y del clero en general por lo que algo haría o crearía para distinguirse, se sabía predestinado por la Naturaleza para algo importante pero no sabía qué, tenía “barruntos” de estar destinado, quizás por Dios, para crear y dirigir algo fuera de lo corriente. Después vino su conversión hacia el sacerdocio y la inspiración divina de su Opus Dei, etc., etc., etc.


Volviendo al hilo de este escrito, a la vista de las anteriores circunstancias familiares y económicas ,¿ habría dado el Opus Dei la aprobación para que el joven José María “pitase” en la Obra?, claramente se ve que no, independientemente de que José María se hiciese sacerdote sin una vocación clara sino más bien por razones económicas, estaba la imperiosa circunstancia de tener que atender económica y afectivamente a su madre viuda, a su hermana soltera y a su hermano muy pequeño, lo cual le descartaba automáticamente para ser numerario, como supernumerario tampoco parecía encajar por el poco interés que demostraba hacia las mujeres. Tampoco se le podría haber propuesto para agregado ya que todo lo que un célibe gana debe entregarse al Opus Dei lo cual resulta incompatible con sostener a la familia de sangre, de todas maneras el director asignado y el sacerdote don fulano insinuarían sutilmente a José María que la vocación divina de uno está por encima de la familia de sangre y “dado que tu madre, todavía joven, y tu hermana soltera gozan de buena salud y no están impedidas quizás podrían ponerse a trabajar o montar un pequeño negocio o incluso casarse, lo decimos por tu bien y Dios posiblemente te esté pidiendo a ti y a tu familia este sacrificio, piensa que la Obra es pobre y necesita muchos recursos humanos y económicos para poner a Dios en la cumbre de todas las actividades humanas”, etc., etc., etc., pero claro dado el orgullo de José María y el apego que tenía a su familia mejor no menear este tema. Así pues José María tampoco habría pitado como agregado.

(*Nota: La conducta de san Josemaría de proteger y cuidar a su familia durante toda su vida, manteniéndola junto a él, fue, sin duda, ejemplar y un dato positivo para su proceso de santificación, pero que contrasta y “chirría” fuertemente con la praxis del Opus Dei , por él creado, que obliga a los miembros célibes a un estricto alejamiento de sus familias de sangre y prohíbe contribuir económicamente con parte de sus sueldos al sostenimiento de familiares necesitados, enfermos o impedidos. Como se sabe todos los salarios de los miembros célibes se deben entregar al Opus Dei que a saber qué hace con ellos, a lo más el OD acepta conceder a regañadientes, sin que sirva de precedente y en último extremo, un pequeño subsidio caritativo para los padres necesitados pero que no debe ser entregado por el miembro sino por la propia Organización para demostrar lo caritativa que es).

De todas maneras José María parecía un joven ambicioso y emprendedor, que aunque no parecía descollar en los estudios, sí tenía una cierta capacidad de convicción y de atraer a las oligarquías, posiblemente acabaría siendo líder de algo, pero esto mismo le descartaría de pertenecer al Opus Dei ya que casi con seguridad crearía problemas de obediencia y chocaría con sus directores tratando de imponer sus ideas.

Mi conclusión es que el Opus Dei habría optado por no perderlo de vista y mantenerlo en su órbita de influencia como un buen amigo cooperador.

¿La Iglesia actuará sobre el Opus Dei?

Algunas veces en esta web algunos/as reclaman el que la iglesia Católica debería investigar al Opus Dei en sus praxis secretas y acabar con sus “innumerables abusos”. Citaré solo algunas mínimas cosas de las que se dicen:

  • coacción psico-religiosa en menores de edad sin conocimiento de sus padres haciéndoles adquirir, en secreto, compromisos de vida muy serios para los que no están preparados
  • poderosa economía opaca de la que el Opus Dei no da cuenta a nadie
  • control exhaustivo sobre la vida de sus miembros célibes con estricto alejamiento de sus familias y amigos/as naturales y de cualquier relación con sacerdotes y jerarquía de la Iglesia católica (“por carecer de carisma”)
  • abuso laboral de quienes se dedican a labores internas muchas veces sin Seguridad Social ni económica
  • desprecio y total desconsideración de quienes abandonan la institución con tan solo una maleta de ropa usada
  • estricto control para que sus miembros no estén en contacto con el “mundo”, (cosa que no ocurre ni con los sacerdotes, religiosos y religiosas a partir del Concilio Vaticano II)
  • lecturas fuertemente censuradas
  • en cuanto a sus miembros célibes, nada de asistir a actos sociales, eventos, bodas, reuniones de compañeros/as de trabajo, despedidas de solteros/as, cenas, teatros cines, conciertos, bailes, etc., etc..
  • Internet censurado
  • Control sobre los teléfonos móviles (celulares)
  • Falta de sigilo en las confidencias con directores y sacerdotes de O.D.
  • viajes profesionales controlados al modo de las dictaduras
  • información secreta y control sobre los sacerdotes diocesanos y sobre la propia jerarquía de la Iglesia católica a través de la Sociedad Sacerdotal de la S. Cruz.
  • etc., etc., etc., y así cientos y cientos de testimonios más...

Es ingenuo pensar que el Vaticano vaya a actuar sobre el Opus Dei por los miles de testimonios tan “nimios” que la gente cuenta y dice, en primer lugar porque tiene miedo, o al menos respeto, del poder del Opus Dei. La Iglesia considera al O.D. como una organización ultraconservadora con miembros muy inteligentes y muy bien preparados que actúan bajo una disciplina y obediencia ciega a sus superiores, por otro lado la Iglesia católica está fuertemente infiltrada y controlada por el Opus Dei (tiene varios cardenales y obispos dentro de la jerarquía y dispone de muchos recursos y relaciones de los que el Vaticano ha tenido que echar mano en situaciones de verdadera necesidad económica y política en especial durante el pontificado de Juan Pablo II, no hay que olvidar que el Vaticano, aunque pequeño, es un estado nacional con su economía y sus necesidades financieras y diplomáticas).

¿El Vaticano conoce las cosas que pasan en el Opus Dei?, ¡por supuesto!, ¿conoce los varios miles de testimonios de opuslibros.org?, los conoce seguro, ya que se dice que el estado Vaticano dispone de uno de los servicios de información mejores del mundo, mejor o similar al Mossad israelí y, por supuesto, mucho mejor que la CIA pero evidentemente, eso sí, sin la intencionalidad agresiva de estos servicios.

Entonces, ¿la Iglesia católica no va a actuar frente a los supuestos “desmanes” del Opus Dei?, pues creo que no… ¿y eso?, veréis porqué.

- La I.C. no solo actúa bajo el principio de que “los trapos sucios se lavan el casa” sino que además “hay que ocultarlos”.

- La I.C. solo se ve forzada a actuar ante escándalos o denuncias graves imposibles de acallar por haber trascendido a la opinión pública o a los juzgados, generalmente relacionados con la “pureza” (entendida en términos católicos como represión de la sexualidad natural humana en personas tanto normalmente o como anormalmente constituidas), es decir, la Iglesia católica considera que una organización es “buena” si en ella se vive la “pureza”, por ejemplo los masones no consideran la “pureza” como virtud por lo que por ello y por otras cosas más la Masonería es considerada como “mala”.

- Los escándalos económicos eclesiásticos también hay que taparlos al máximo.

Veamos algunos escándalos recientes en los que la Iglesia no ha tenido más remedio que actuar:

- La Iglesia católica se ha visto obligada a negociar con la justicia USA el pago de millones de dólares a las víctimas de los miles de delitos de abusos sexuales cometidos por sus sacerdotes y frailes en este país.

- Hace unos meses se ha destapado un escándalo similar en Irlanda, con cerca de seis mil víctimas.

- Otro escándalo que salpicó al Vaticano fue la quiebra del Banco Ambrossiano, gestor de las finanzas del Vaticano cuyo presidente Calvi apareció ahorcado públicamente en un puente sobre el Támesis de Londres, ¡en fin… cosas que ocurren!

- La Legión de Cristo es una organización que también le ha explotado en las manos a la confiada I.C.(*)

- El papa Benedicto XVI no ha tenido más remedio que mandar investigar a la Legión de Cristo ante las decenas de denuncias formales que ha recibido. Pero ¿qué es eso de la Legión de Cristo?

La Legión de Cristo, es una congregación religiosa de derecho pontificio creada en 1941 a la que se considera competencia del Opus Dei allí donde radica, fue fundada por el sacerdote católico mexicano Marcial Maciel tras recibir a los 16 años una “revelación divina " (eso me suena, no sé donde lo he oído anteriormente algo parecido, jejeje) durante la festividad del Sagrado Corazón de Jesús en 1936. El Padre Maciel era un sacerdote de acción, muy inteligente a la vez que fogoso, como se verá a continuación, que supo rodearse de gente muy bien preparada a la vez que incondicional con la que desarrolló un exitoso marketing espiritual que tiene como misión la extensión del "Reino de Cristo" según las exigencias de la justicia y caridad cristiana, y en estrecha colaboración con los "Pastores" y los programas pastorales de cada diócesis, tratando de colocar a Cristo Rey en la cima de todos los poderes humanos (también esto me suena por haberlo oído anteriormente en a otra organización de todos conocida). La organización L. de C. tiene una doctrina espiritual católica muy, muy, atractiva en especial para las oligarquías, por supuesto sin las normas y praxis agobiantes del O.D. y con una moral más relajada (mira que no haberla conocido antes que el O.D., jejeje, es broma). Al parecer, la mayoría de los legionarios mexicanos responden a un perfil de jóvenes agraciados y de tez blanca y fina. La L. de C. es considerada como una de las congregaciones más activas y conservadoras de la Iglesia Católica tanto o más que el O.D. Gozó del favor del papa Juan Pablo II, ya que vio en ella el tipo de iglesia que él deseaba: apegada al magisterio (enseñanzas) de la I.C., con muchas vocaciones y cercana a los laicos (este papa también fue valedor del O.D. ya que este tipo de instituciones le encantaban).

La congregación La Legión de Cristo, aunque mucho más reciente que el O.D, en breve tiempo ha alcanzado un desarrollo similar o incluso superior al O.D. pues posee 127 casas distribuidas en 22 países, 145 colegios de enseñanza media, 21 institutos superiores y 9 universidades. Dispone de 800 sacerdotes ordenados desde su feligresía, 2.500 aspirantes al sacerdocio, 3.000 miembros que trabajan internamente para la organización y 75.000 fieles laicos pertenecientes a clases desahogadas y pudientes económicamente hablando. Es más, en algunos ámbitos a los L. de C. se los denomina los “Millonarios de Cristo”. La L.de C. promueve, patrocina y dirige distintas revistas, periódicos, programas de radio y televisión. Algunos miembros de este movimiento han destacado en los campos de la política, la empresa y la vida académica, promoviendo activamente los ideales (y los intereses) de la organización.

Pues… ¿y porqué Benedicto XVI ha mandado someterla a investigación?, pues… por una razón especialmente por no vivir la “pureza”, es decir, la falta de “pureza” católica es lo que ha obligado a la I.C. a intervenir en el caso de la L. de C., pero… ¿qué ha pasado?, ¿qué ocurre?, veamos los hechos.

El carismático Padre Maciel, durante su vida cosechó muchos éxitos sociales y de relación, siendo muy bien considerado por la jerarquía de la I.C. que le apreciaba y contaba en muchas ocasiones con él, pero… pero… tenía una doble personalidad, por un lado estaba el santo, enérgico y esforzado fundador religioso y por otro lado estaba el pillo… el hombre… el pecador a quien “la carne le podía” y no precisamente la de vaca, jejeje, y es que en el tema de la “pureza” no se parecía en nada a nuestro “casto y puro” “Padre”, San Josemaría, ya que, por el contrario, el Padre Maciel, a lo largo de su vida, no hacía más que protagonizar escándalos de tipo sexual, jejeje, es que no paraba ni se corregía, no hacía más que acumular acusaciones de abusos sexuales con sus fieles seguidores, incluyendo la pedofilia, que le llevaron a recibir, recientemente, de la Santa Sede la "invitación" a retirarse a"una vida reservada de oración y penitencia y a no cumplir con su ministerio público” (forma elegante de decirle que se le suspendía “a divinis” en su sacerdocio), poco más tarde, además, la I.C. descubrió su afición por los narcóticos opiáceos y que tenía una amante con la que había tenido una hija, actualmente de 22 años, amante… esto de las conocidas … de las desconocidas ¡ni se sabe!, jejeje.

Entre los más de 30 denunciantes de la organización L. de C. ante la Santa Sede está el sobrino del propio Padre Maciel, autor del libro “El legionario” donde cuenta los abusos sexuales a los que le sometió su tío desde los 12 años. Tales denuncias empezaron a llegar al Vaticano a partir del año 1998 pero, por supuesto, fueron desestimadas hasta la llegada de Benedicto XVI quien ha empezado a actuar forzado por las circunstancias y quizás también por dignidad.

El Padre Maciel falleció longevo el año pasado a la edad de 88 años, descanse en paz (mi médica de cabecera suele decirme que llevar una sana y activa vida sexual alarga la vida, cosa que yo le rebato ya que los monjes y monjas cartujas, absolutamente célibes, también los son, jejeje, cosas).

(Nota: estos datos sobre los Legionarios de Cristo han sido tomados del artículo de I. Ibañez, Bilbao, publicado en el periódico El Correo el 2 de julio del 2009 así como de wikipedia.org).

Volviendo al hilo de este escrito, ¿actuará la jerarquía eclesiástica sobre el Opus Dei?… en mi opinión, rotundamente no, ya que el Opus Dei no ha dado … ¡para nada!… ¡para nada! escándalos como los descritos y el “Padre”, Josemaría Escrivá, en comparación con el Padre Maciel era claramente un alma “pura”, “santa” y “moderada” (Eclesia dixit). ¿Qué miles de fieles liberados del Opus Dei se quejan “un poco” de esta organización?, “nimiedades”, pues ya se sabe… ¡cosas de gentes “resentidas”! y además…, ya tienen en opuslibros.org un sitio donde desahogarse y en donde dejar en paz a la Iglesia Católica.

Quizás lo que escribo suene duro pero, en mi opinión, las cosas en la I.C. suelen suceder así y por otro lado el Espíritu sopla donde quiere y “escribe recto con renglones torcidos” de manera que siempre acaba poniendo las cosas incorrectas de la Iglesia en el cauce adecuado, Amen.

El futuro del Opus Dei

¿El futuro del Opus Dei?, ¡quién lo sabe!, ¡qui le sait!, who knows it!, ….,

El futuro es el futuro y ¡puede haber tantas variables!, pero si nos ponemos a pensar siempre podemos encontrar indicios de cómo será ese futuro. El hacer prospectiva ecuánime siempre es bueno para conocer el futuro de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestra salud, de nuestra profesión o empresa y por qué no del Opus Dei al que hemos dedicado, no los mejores, pero si muchos años de nuestras vidas a cambio de nada por no decir en nuestro detrimento… Pero nada, no pasa nada, lo hecho, hecho está, y viendo las cosas en positivo podemos considerarnos afortunados/as de haber conseguido rectificar y tomar el control sobre nuestras vidas mandando a José María Escrivá, a sus jerarcas y a sus sacerdotes, es decir, a su Opus a paseo.

¿Nos ponemos a indagar el futuro del Opus Dei?..., ¿nos ponemos?… pues vamos a ello.

Por el Opus Dei ya han pasado tres “Pater familiae”, José María Escrivá, Álvaro (del) Portillo y Javier Echevarría (no entiendo porqué este prelado no ha mejorado su apellido como los anteriores, debería imitarles, llamándose por ejemplo Xabier, conde de Etxeabarria, todavía tiene tiempo pero parece que no le da por ahí)...

De José María Escrivá, el fundador, nada voy a decir ya que hay decenas de testimonios aquí en opuslibros.org.

Álvaro (del) Portillo, ingeniero de caminos en su juventud, sacerdote por indicación de su líder José María Escrivá, su brazo derecho y cerebro de la organización Opus Dei, un hombre discreto, una buena persona pero absolutamente volcada, arrollada y totalmente abducida por la personalidad de José María a quién él consideraba su dios (¿o quizás su “Dios”?).

Con estas dos fuertes personalidades tuvo el Opus Dei el desarrollo que conocemos.

Pero… ¿y Javier Echevarría?,… veamos su historia. Javier se hizo sacerdote numerario por indicación del “Padre” muy joven, nada más terminar sus estudios universitarios y enseguida José María se lo llevó a Roma junto a él. José María tuvo un gran afecto y apego por Javier del que no se separó de por vida, nombrándole su “custode” (especie de ángel de la guarda terrenal) y prometiéndole la tercera presidencia del Opus Dei, es decir tras Álvaro. Lógicamente Javier le correspondió, también, con todo su afecto, admiración y obediencia que no fue poca y digna de santidad, lo cual, sin lugar a dudas, se hará constar en el futuro proceso de canonización de Javier que iniciarán los jerarcas del Opus Dei ante la Santa Sede cuando por ley de vida deje este mundo. Daba gusto ver a Javier, como un santito, siempre junto a José María, con su carita delicada y blanquita y con sus manos juntitas en actitud piadosa debajo de la barbilla. Pero ¿qué méritos ha tenido Javier para ser prelado o máxima autoridad del Opus Dei? pues muy pocos por no decir ninguno, solo el de aguantar a Monseñor y ser su “custode”. Javier Echevarría nunca ha ejercido una profesión civil, nunca ha ejercido labores en consejos locales del Opus Dei, nunca ha hecho ni sabe cómo se hace apostolado práctico ni proselitismo en el Opus Dei ni, como sacerdote ha ejercido la más mínima tarea pastoral, tampoco Monseñor José María ni Álvaro del Portillo le confiaron a él tareas eclesiales, jurídicas o diplomáticas importantes, solo eso… estar siempre junto a Monseñor, aguantarle y, eso sí, prometer firmemente, bajo pena de condenación eterna en el infierno, que mantendría el espíritu y la praxis del Opus Dei tal como lo recibió de ellos dos.

¿Por qué me he extendido en la personalidad del actual Prelado?, pues… porque es clave para hacer una prospectiva sobre el Opus Dei. Con Javier Echevarría se cierra el periodo fundacional del Opus Dei.

Monseñor José María tal como él decía, tuvo la total y completa “revelación” del Opus Dei por parte de Dios el 2 de octubre de 1928, aunque todo el mundo sabe que José María era bastante mentirosillo y que se creía sus propias fantasías ya que la realidad fue muy otra y que su Opus Dei se fue creando y desarrollando parcialmente en función de las necesidades. Primero creó el Opus Dei como grupo de numerarios célibes al modo de laicos clericales, pero sin considerar, para nada, la adscripción de sacerdotes ni religiosos, después sí, convenía que hubiese sacerdotes numerarios, por supuesto en esos momentos le parecía que todos los miembros deberían ser varones y célibes nada de casados, después consideró que casados sí, o sea supernumerarios, por supuesto en el Opus Dei inicial, como persona misógina e indiferente que era hacia las mujeres, le pareció que jamás habría mujeres, después que sí, creando la sección femenina de numerarias y supernumerarias, después la sirvientas, después los oblatos y oblatas que pasaron más adelante a llamarse, numerarias auxiliares, agregados y agregadas respectivamente, eso en cuanto a los miembros pero en cuando a la forma jurídica, primero parecía que lo adecuado era ser Pía unión, luego que no, que lo mejor era ser Instituto secular, luego que no, que lo mejor era ser Prelatura personal y el proceso habría continuado “in aeternum” de no haberse muerto José María en esa etapa, así pues de revelación total y univoca por parte de Dios nuestro Señor a nuestro mentirosillo e imaginativo “Padre” José María , nada de nada.

Volviendo al tema de Javier Echevarría, este prelado ha recibido el encargo de mantener intacto e incólume el espíritu y la praxis del Opus Dei tal como lo estableció su fundador, por tanto, al ser una organización no sometida a la democracia ni al influjo del Espíritu Santo, jamás podrá ser modificada por asamblea de sus miembros, pero ni siquiera por consenso de sus altos jerarcas ni por congreso de ningún tipo. Javier Echevarría solo tiene que mantener la organización Opus Dei tal como se la entregaron y mientras viva podrá hacerlo tranquilo aunque haya voces de disidencia, incluso entre algún consiliario que manifiesta de cómo el “Padre” actual se limita ser un “latiguero” exigiendo y exigiendo más y más vocaciones y más y más dinero. Lógico, Javier Echevarría no es el fundador, no tiene el apoyo de un Álvaro (del) Portillo y carece de carisma fundacional, podrá invocar a Monseñor todo lo que quiera pero ya no es lo mismo. En cuanto a los consiliarios regionales actuales, hay de todo, hay quien añora profundamente a Monseñor y su época, hay quien se muestra muy animoso y afecto al Prelado con vistas a ver su próximo sucesor, etc., en cualquier caso, aunque alguno en su fuero interno esté o no esté muy de acuerdo con Javier Echevarría, lo mejor es aguantar ya que de consiliario se vive muy bien y con todos los lujos, además ¿qué podrían hacer en la vida si ya son de edad avanzada y nunca han ejercido ninguna profesión civil, aparte de no tener ya ningún patrimonio personal, ni dinero, ni familia, ni nada…?, al menos podrían arrepentirse , retirarse a un convento y llevar una vida de oración y penitencia, eso si su orgullo “laical” no se lo impidiese o también podrían marcharse del Opus Dei y contribuir con su esfuerzo e inteligencia al desarrollo de cualquier ONG pero a su edad reconozco que ya no están para esos trotes, hay que dejarlos tranquilos… pero… ellos… ¿ya dejan tranquilos a los demás creyendo en la santa coacción?

El Opus Dei pues no puede cambiar nada, pero ni siquiera un ápice, ya que es la Obra que José María Escrivá recibió de Dios “íntegramente”(¿?). Quien pretenda cambiar algo es “anatema” y comete pecado. Con el tiempo se podrá cambiar alguna cosa secundaria mínima para adaptarla a los “tiempos laicales modernos” (¿?), como por ejemplo que las numerarias auxiliares o sea sirvientas puedan servir las mesas con un uniforme gris en vez de negro o con un gorrito blanco en vez de cofia o que las numerarias pudiesen llevar pantalones a partir de 1994, pero poco más, pero el que un o una célibe se haga un piercing o tatoo o que un sacerdote se ponga un pendiente o que una numeraria vaya por la calle con un vaquero de cintura baja o todo desgastado y roto, o con una blusa sin mangas, es algo impensable ya que estaría en el “Mundo laical” y por tanto en pecado.

La Obra está muy bien estructurada y organizada para ser los que es, una secta católica apostólica y romana, por lo que cualquier injerencia externa o interna para modificar sus praxis supondría su mutilación o incluso me atrevería decir su desmoronamiento, como pasó con la unión soviética, aparentemente indestructible.

Imaginémonos que la Iglesia católica obligase a los jerarcas del Opus Dei a no coaccionar en secreto a los jóvenes para ser de esta Prelatura, que obligase al derecho de decírselo a sus padres o a un sacerdote o religioso de la Iglesia católica o a un abogado, que obligase al Opus Dei a entregarles una copia de sus Estatutos traducidos a su lengua para que supiesen a qué atenerse, eso sería impensable para la Organización ya que con ello dejaría de conseguir vocaciones a cualquier precio. Es también impensable que el O.D. acepte establecer contratos claros por escrito con sus feligreses en los que haya clausulas de rescisión con resarcimiento de bienes y daños para quienes abandonen la Prelatura y no solo una carta unilateral al “Padre” pidiendo la admisión, lo cual según dice el O.D. es un compromiso “libérrimo” que obliga de por vida a permanecer y entregarse a las condiciones que te vaya desvelando astutamente la Organización con el paso del tiempo (la caradura de la santa secta es de libro, pero ¿hasta cúando?).

“El Opus Dei se considera y es inamovible”, pero pensemos en ello, ¿qué organización es capaz de resistir el paso de los tiempos y de la historia? El Opus Dei es una organización creada por José María Escrivá y para José María Escrivá y secundada por unos sacerdotes y jerarcas que nada pueden cambiar, jerarcas cuyo plan existencial solo consiste en dejarse llevar y vivir lo mejor posible en lo material, aunque ¿se puede llamar vivir bien a ese tipo de vida, sin libertad personal y coaccionando “santamente” a la gente?.

El Opus Dei de san Josemaría es una organización religiosa española, desarrollada durante la dictadura del general Franco, defensor a ultranza de nacionalcatolicismo, una organización que aparentemente tenía algunas ideas modernas como la de “estar en el mundo”, “santificar el trabajo”, pero cuya realidad no era para nada eso, sino una secta que te hacía renunciar al “mundo, a la “carne” y a tu “dinero y patrimonio” (parábola del joven rico), en beneficio de Monseñor y de sus jerarcas.

Pero volvamos a su futuro, el Opus Dei es una organización muy poderosa económicamente, su patrimonio conocido se calcula en 2.200 millones de dólares, su patrimonio oculto en inmuebles, en acciones en Suiza y en otros paraísos fiscales, ¡ni se sabe!. Es increíble que una organización de tanto dinero se muestre tan “ratera” con la gente que trabaja en sus actividades internas o que tras haber entregado sus vidas se salgan por los motivos que sean con tan solo una maleta de ropa usada.

El Opus Dei ha sacado a la Iglesia católica de apuros económicos y lo seguirá haciendo, bueno, algo es algo, por lo menos emplea sus poderosas finanzas en algo positivo, y también ha comprado voluntades de obispos y cardenales como en la turbo canonización de san Josemaría y las seguirá comprando ya que en ello radica su supervivencia como secta católica, pero ¿hasta cuánto tiempo?

Y… a todo esto, ¿la gente no cuenta?, ¿qué pasa, que sus miembros, solo son un rebaño de ovejitas?, eso es lo que han creído siempre las dictaduras, la del nazismo de Hitler, la de Franco en España, la de la Unión soviética, la de los hermanos Castro en Cuba por no citar más que unas pocas o la del Opus Dei en la Iglesia católica, pues no, la gente no cuenta en las dictaduras, las personas no existen, solo existe un ente genérico amorfo que debe ser dirigido hacia el fin superior inventado y defendido a ultranza por sus jerarcas.

Afortunadamente este concepto de dictadura no existe actualmente en ninguna de las religiones cristianas, el mismo Concilio Vaticano II, y lo digo convencido, es una maravilla de humanidad en comunión con un Dios actual y el actual papa Benedicto XVI, quizás no pasará a la historia eclesiástica como el papa más paternal, ni cómo el mayor relaciones públicas, ni como el mayor gestor de entre los últimos pero nadie le podrá negar su insobornable integridad, su tenacidad y su capacidad de trabajado a pesar de que los años no pasan en balde, pero no pasará a la historia solo por esto sino por ser posiblemente el papa más intelectual y sabio que ha tenido la Iglesia católica en toda su historia. Benedicto XVI es un reputado y respetado teólogo con unas tesis divinas y humanas que de conservadoras o retrógradas… nada, aunque si un poco difíciles de entender por gente no experta. Bueno pero esto solo pasa en la Iglesia sometida al influjo del Espíritu.

El Opus Dei no está sometido a dicho influjo y no puede cambiar, por lo que cada día que pasa es más retrogrado. Lo que no se da cuenta el Opus Dei es que la gente cada día sabe más y más de sus praxis y labores de marketing secretas y de sus finanzas y de sus intereses ocultos por los que la Organización tiene más difícil la captación de miembros que no sean hijos de supernumerarios, pero incluso de éstos ya que en los colegios los alumnos hablan entre ellos y todo se sabe.

¿Es posible en el Opus Dei una reforma al modo de las grandes órdenes religiosas medievales o renacentistas? Véase la historia de los franciscanos o de los dominicos (orden de predicadores) o de las monjas carmelitas de Santa Teresa. No, ello no es posible en el Opus Dei, ya que es una organización cerrada en la que no hay cauces estatutarios para poderlo hacer.

Por otra parte el Opus Dei no tiene ni idea de cómo “santificar el trabajo y por medio del trabajo profesional” (“Constitución Ut sit” del papa Juan Pablo II), eso solo es un señuelo que emplea el O. D. para engañar a la gente, ya que lo que ofrece en su lugar son normas y más normas piadosas, mortificaciones y más mortificaciones monacales, obediencia ciega, renuncia al “mundo” y a la “carne”, entrega de tu futuro profesional para sus intereses, entrega de tu vida, bienes y patrimonios, etc. etc., en fin todo lo que todos y todas sabemos y hemos sufrido.

Con este panorama ¿qué futuro se puede prever en el Opus Dei, pues el de una organización que cada vez irá a menos hasta su extinción, ¿cuánto tiempo?, me atrevo a decir que menos de un siglo, que es lo que suelen durar las organizaciones dictatoriales o sectarias aparentemente sólidas y monolíticas (*). Véase los Templarios, véase la impensable la caída del muro de Berlín, etc, etc.. La Iglesia católica ve al Opus Dei actualmente como una organización no sana ni acorde con el influjo de Espíritu, pero que está aprobada por ella y por tanto la tiene que aceptar. La iglesia tratará de sacar dinero e influencias de la Obra mientras pueda, ya que esta organización es débil jurídicamente y religiosamente hablando y necesita de la Iglesia, pero ésta dejará que se extinga por ella misma ya que no navega de acuerdo con los rumbos actuales de la Iglesia e incluso puede llegar a ser una rémora. Respecto a las personas liberadas del Opus Dei se calcula actualmente en una 250.000, pues la Iglesia católica… como que no sabe qué hacer, piensa que lo mejor es que estén tranquilas , que no se quejen mucho y bueno… ya tienen opuslibros.org y las demás webs democráticas de conocimiento de la realidad del Opus Dei para desahogarse, pero que las personas liberadas no den mucho “la lata” a los obispos ni al Vaticano, porque, entre otras cosas, no se les va a hacer ni caso, y por favor que no hablen en los medios públicos, porque “los trapos sucios no solo hay que lavarlos en casa sino también ocultarlos”.

(*) Hay un dicho español que dice que “no hay mal que cien años dure ni cristiano/a que lo soporte” (el vulgo, el vulgo vulgar o sea el pueblo llano español en vez de la palabra “cristiano” emplea otros calificativos menos finos tales como “cabrón” o “hi.. de pu.. “, jejeje, en fin, cosas del vulgo vulgar, pero casi siempre sabio)


El Opus Dei no puede esperar que la Iglesia Católica le eche una mano para su subsistencia, solo mientras ésta le pueda sacar cosas y favores. Respecto a los cardenales y obispos del Opus Dei actuales, pues alguno es fanático empedernido de esta organización, pero los demás me consta que son buenas personas, inteligentes y gente con un fino sentido religioso que al final sabrán darse cuenta de la mentira que es el Opus Dei, si es que no lo saben ya, y tomarán partido por la “Santa Madre Iglesia”, a pesar de los recelos y cortapisas que les puso el fundador.

En una palabra que el Opus Dei en mi opinión, es una organización católica sectaria creada por san Josemaría y para san Josemaría, de la que él mismo se encargó de que no tuviese futuro por ser inamovible y no adaptable a los tiempos ni a la historia, Amen.

Como anexo citaré unas cuantas cosas que en el Opus Dei desde su “inspiración por Dios” nacieron obsoletas:

  • Forma de vida anticuada o extraña en tertulias, comidas y cenas
  • Mangas largas en el comedor
  • Decoraciones de las casas arcaicas
  • Manera de vestir obsoleta y poco acorde con el mundo
  • La Administración es algo inadmisible y antisecular en nuestra época. En la Obra se dice que los célibes son padres de familia numerosa y pobre, pues un padre de familia normalito de clase media colabora muchísimo, se hace muchas veces la cama, pone la lavadora, pone y recoge la mesa de comer, pone el lavaplatos, es un experto en la olla rápida, consigue la igualdad con las mujeres en los supermercados, excepto en colarse en la pescadería, ya que las mujeres en eso son más expertas, etc. y como mucho se permite el lujo de tener una asistenta por unas horas en días alternos.
  • La falta de participación y sugerencias internas de la gente de base del O.D. será causa de su autodestrucción. Todo se quiere regular por los directores de la secta hasta las cosas más nimias. En cambio, hoy en día no se puede concebir una organización sana y excelente sin la participación de su gente en ideas y sugerencias a todos los niveles.
  • Agobiantes controles externos e internos
  • Manipulación y retorcimiento del lenguaje, para darle el sentido opuesto, así por ejemplo cuando se dice “en el Opus Dei sois libérrimos” se quiere decir “sois libérrimos porque libremente habéis decidido no ser libres”, cuando se dice “la pobreza no consiste en no tener y disfrutar de las cosas sino en vivir desprendido de ellas” se quiere decir “puedes disfrutar de los bienes y de las cosas todo los que desees siempre y cuando su titularidad la pongas a nombre del Opus Dei a través de socios interpuestos”, etc., etc..
  • Los jerarcas del Opus Dei saben que con sus fieles miembros obtiene un buen negocio ya que a cambio de normas piadosas obsoletas y praxis agobiantes obtiene de ellos cosas tangibles tales como dinero, trabajo y entrega sin discusión para sus fines por ello los jerarcas del Opus Dei no está dispuesto a que sus miembros se vayan bajo ningún concepto, “antes muertos”, por ello llevan a sus miembros a psiquiatras para que les atonten con fármacos, les marean con charlas y más charlas con directores y sacerdotes “don fulanos”, etc., la cuestión es retener a los fieles a cualquier precio, pues mientras están dentro aportan cosas, pero si están fuera no solo no aportan nada sino que además desvelan sus praxis destructivas.

En relación a este escrito recomiendo la lectura del “Informe sobre el Opus Dei” de A.G.

También es muy interesante el artículo de Casperbanana: Está cambiando el Opus Dei?

He aquí un interesante video en Youtube (vedlo cuanto antes porque el O.D. suele ordenar a Youtube que los retire)  : http://www.youtube.com/watch?v=vaK7afbNwMM

Por último, como complemento a lo que no dice EBE del tema económico, añadiría lo que dice Toolinrio en “Mi análisis psicológico”:

“… que la mayor parte de los inmuebles donde se ubican los centros de numerarios ya están amortizados desde hace años, es decir, pagados y libres de cargas, y sin embargo la secta cobra a los residentes que le han “entregado su vida” y todas sus pertenencias, elevados alquileres mensuales por su alojamiento en ellos. Por lo menos los religiosos que yo sepa viven de gratis….. El problema mayor que veo es que en cualquier empresa que se lleve a cabo a nivel personal y económico si se frustra uno se cae, pero se levanta y ya está, pero con esta gente uno se cae con una mano delante y otra detrás, y ellos siguen de pie y con lo tuyo, es lo que vulgarmente se llama una estafa….. lo tienen muy bien montado, pero como dice la web, afortunadamente a día de hoy lo podemos ver desde fuera… en realidad me dan mucha pena porque hace mucho tiempo que sólo hago en mi vida aquello que verdaderamente quiero hacer, y creo que vivir una doble vida tiene que ser realmente duro…”



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