Cómo han querido confundirme en La Obra

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Por Psicoevelyn, 25.04.2007


Les cuento la historia: Después de tantos fracasos y decepciones, encontré un lugar donde todas eran muy amables y espirituales. Llegué gracias a una familia amiga de cooperadores que me motivaron y de mi madre, que veía allí un buen lugar para mí. Después de asistir 2 veces por semana durante 1 mes, las visitas ascendieron a 5 días por semana, participando en cuánta actividad había (Visita a los pobres, retiros, meditaciones, cursos de formación, círculos, etc.), en pocas palabras, La Obra se convirtió en mi vida. Claro, una estudiante de 21 años, decepcionada, independiente, sin amigos, sin comunicación familiar, y, a pesar de todo, con ganas de vivir, era una buena "carnada". Recibía mil consejos, entre ellos: "¿Sientes como Dios te llama?", "tienes gran vocación como numeraria o agregada", etc., y, así, logré caer en el mundo del Opus Dei. Escribí una breve, concisa y emocionante carta pidiendo admisión como agregada, bueno, llegaron los deberes, las normas de piedad y otros, y, yo aseguraba que ya habían aceptado mi admisión, pero, pasaron los días reflexionando, pensando en que erré y que la mejor idea era haber pitado de supernumeraria. Sentía un pequeño arrepentimiento, sin embargo, llegó una luz y mi directora dijo que me mantendría como super pues era mi vocación. Yo feliz, aunque, posteriormente, comenzaron esas "frasesitas" como: "Debiste seguir como agregada, Dios te quería más así", "Tu apelación a ser super fue incorrecta, pues lo hiciste por tibieza", "Ser super es una vocación a medias", etc., con estas frases he creído que quieren que regrese como agregada. PERO (y lo escribo con mayúscula) todo fue una confusión, una falsedad... NUNCA FUI AGREGADA, siempre fui supernumeraria, fue un engaño, es por eso que, ahora, me insisten para ser numeraria o agregada. Yo no entendía, pues, supuestamente, creí que, si ya fui agregada y pasé a super, no podía volver a numeraria o a agregada otra vez. Me siento burlada.

No obstante, también corroboro que Dios nos ama y desea lo mejor para nosotros, porque, desde un principio fuí lo que quería ser, supernumeraria y, todo lo que sucedió, me sirve para seguir con mi verdadera vocación y tener más cuidado, porque, independiente de lo ocurrido, lo que importa es ser feliz al entregarse a Dios, de cualquier buena manera. Hoy día estoy más aliviada, no sé si feliz, pero contenta.

Veo que eso de haber sido, alguna vez, agregada, pasa al olvido, porque, en el fondo, al igual que Spiderman, Otaluto y otros, cuanto pité de agregada fue por las muchas razones que nos hicieron tomar una decisión errónea:

  • "Pité porque creí la mentira de que era poseedor de un destino especial (como agregada)".
  • "Pité porque me sedujo la idolatría del éxito, la seguridad de los números, el respaldo de una institución, en lugar de asumir el riesgo de la libertad, que implica siempre la posibilidad de equivocarse y fracasar."
  • "Pité porque era ambiciosa, y concebía la santidad como un objetivo, el más grande que pueda alcanzarse."
  • "Pité porque me daba miedo volver a entregar mi corazón a una persona humana que pudiera fallarme o de estar con otra persona que no amara como a quien amo hoy".
  • "Pité porque necesitaba un refugio, porque era impaciente, porque estaba cansado, porque quería tener un camino definido en la vida, porque era idealista, porque no tenía un padre con el que hablar."
  • Y más.

Aquí os he dejado otra de mis vivencias.


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