Opus Dei info:FAQ/es

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Qué es el Opus Dei?

Este sitio es un intento de encontrar una respuesta a esta pregunta. Se examina el fenómeno desde varios puntos de vista:

Basándose en testimonios y documentos, diferentes autores describen la praxis oculta de la organización que muchas veces desdice radicalmente las aseguraciones de la propaganda oficial.

Las opiniones expuestas son imputables a sus respectivos autores.

¿Porqué hacer una web más sobre el Opus Dei si la organización ya tiene su sitio?

Porque la información que públicamente da de sí mismo el Opus Dei es sesgada y ofrece una idea falsa de la organización. Esa imagen falsa atrae a mucha gente que se pone en la órbita de la organización y acaba por sufrir consecuencias negativas de sus prácticas.

Entonces Opus-info no es una web sobre el Opus Dei sino una web en contra del Opus Dei.

No. Opus-info no se posiciona en contra del Opus Dei. Los escritos que se publican en Opus-info no son necesariamente críticos al Opus Dei, ni tienen por que serlo. Opus-info procura ser un espacio donde personas que han tenido contacto con el Opus Dei pueden registrar libremente su experiencia con la organización. La mayoría de las veces, esa experiencia es una mezcla de aspectos positivos y negativos.

El Opus Dei es una institución de la Iglesia . ¿No estáis, por tanto, atacando la Iglesia en Opus-info ?

Criticar a una institución de la Iglesia no es lo mismo que criticar a la Iglesia misma. El Opus Dei no es la Iglesia , es una organización dentro de la Iglesia . Desde el punto de vista del fiel católico, cabe la crítica a una institución de la Iglesia en la medida en que esa institución no actúe de manera solidaria y orgánica con la Iglesia y en la medida en que no cumpla con su finalidad en el todo orgánico que es la Iglesia . Y más si su actuación causa daño a la Iglesia o si emplea prácticas incompatibles con el mensaje evangélico o con el Magisterio de la Iglesia .

También el cáncer es parte del todo orgánico que es el cuerpo. Pero se trata de un órgano que “se volvió loco'” y ya no actúa solidario al organismo, sino que actúa por su cuenta y para sí mismo. Cuando eso pasa, atacar al cáncer (que es reconocido por el organismo como parte de él) es un intento de curar al organismo.

La historia milenaria de la Iglesia conoce ejemplos de instituciones o grupos que se han pervertido hasta el punto de auto-identificarse como la Iglesia misma y, consecuentemente, de rechazar a todo lo que no se identificaba con ella como ajeno a la Iglesia .

¿Para un católico, la canonización del fundador del Opus Dei no es una garantía de la misma Iglesia de que el Opus Dei es una organización santa?

No. Para un católico, la canonización del fundador del Opus Dei es una garantía de la misma Iglesia de que el fundador del Opus Dei se cuenta entre los bienaventurados, “en el cielo'” como se dice comúnmente. La canonización de una persona no implica un aval de la Iglesia a la actuación, a las ideas o a las obras del canonizado.

¿Para un católico, la aprobación del Opus Dei por las autoridades de la Iglesia no es una garantía del Opus Dei es una organización santa?

No. Para un católico, la aprobación del Opus Dei por las autoridades de la Iglesia es una garantía de que la Iglesia reconoce el Opus Dei como una parte de su todo orgánico.

Eso implica, sí, en que si el Opus Dei actúa como la Iglesia entiende que debe actuar entonces su actuación es legítima. Pero de ningún modo le concede carta blanca a la organización para que haga lo que quiera sin atención a los medios que emplea aunque alege que sus fines sean los mismos que los de la Iglesia, sino todo lo contrario. Por esa misma razón, tal aprobación implica también que, como toda institución de la Iglesia , el Opus Dei es pasible de equívocos y desvíos y, por tanto, de crítica y corrección.

Pero, si el Opus Dei ha sido fundado por la expresa voluntad de Dios, utilizando como instrumento fidelísimo a su santo fundador, ¿cómo se puede decir algo en contra del Opus Dei sin que a la vez eso sea ponerse contra Dios y la Iglesia que lo ha reconocido?

Ese razonamiento no es correcto.

La versión oficial del Opus Dei acerca de su propria fundación no es algo tan indiscutible como lo intenta hacer creer la organización. Todas las ”pruebas” de tal intervención sobrenatural las destruyó el proprio fundador, como él mismo lo ha declarado publicamente en más de una ocasión. Todo lo que hay para fundamentar una afirmación tan osada como esa, de una inspiración sobrenatural de Dios acerca de la fundación del Opus Dei, es el testimonio del protagonista. A ese respecto, recomendamos la lectura de La Obra como Revelación de E.B.E., y correlatos.

Las aprobaciones de la Iglesia respecto al Opus Dei no implican un reconocimiento de la Iglesia acerca de ese pretendido origen sobrenatural del Opus Dei. Como se ha dicho, dichas aprobaciones se limitan (y, sin someter pruebas al examen de la Iglesia no podría ser de otra forma) a reconocer el Opus Dei como parte legítima del cuerpo que es la Iglesia , y a encuadrarla institucionalmente en ese todo orgánico.

Una comparación puede ayudar a ilustrar esa idea. Supongamos que Luis Mernabo, católico practicante, cree haber recibido una misión de Dios a través de un hecho sobrenatural (por ejemplo a través de una visión). Para fijar las ideas, supongamos que esa misión consiste en prestar atención sacerdotal a las víctimas del Tsunami de enero de 2005. Luis Mernabo, convicto hasta lo más profundo de su alma de que tiene esa misión dada por el propio Dios, ingresa al seminario y tras de los procedimientos reglamentarios es ordenado sacerdote, que era una condición para el cumplimiento de su misión.

Ahora bien, que la Iglesia acepte ordenar y conferir autoridad sacerdotal a Luis Mernabo, de manera alguna quiere decir que la Iglesia reconozca oficialmente la autenticidad de la visión y el origen sobrenatural de su misión, por mucho que lo diga Luis Mernabo a los que le rodean.

Supongamos ahora que Don Luis Mernabo, ya sacerdote legítimamente ordenado, se decide fundar una institución para atender como sacerdote de la Iglesia a los fieles víctimas del Tsunami de 2005. Como fiel católico, la Iglesia le reconoce el derecho de hacerlo, pero tiene que obtener de la Iglesia las correspondientes aprobaciones para que esa institución pueda actuar en nombre de la Iglesia y para que él, Don Luis Mernabo, se pueda dedicar “full time'” a ese servicio.

El momento en que la Iglesia reconoce y aprueba la institución fundada por Don Luis Mernabo, que tiene la única finalidad de prestar asistencia sacerdotal a las víctimas del Tsunami, tampoco implica en que la Iglesia dé por cierto que tal institución es voluntad expresa de Dios a través de la visión que ha tenido Don Luis Mernabo. El significado de la aprobación es “sólo” el de que la Iglesia reconoce en la institución de Don Luis Mernabo una parte de si misma realizando una parte de su misión.

Si Don Luis Mernabo dice a los suyos que todo eso viene de una visión que ha tenido en su juventud, y que todo ese trabajo es directamente querido por Dios, eso es lo que dice él, pero la Iglesia con su ordenación y la aprobación de su institución no le presta su autoridad en eso, aunque en el futuro llegue a canonizar a San Luis Mernabo.

Recomendamos la lectura del capítulo Desde la fundación oficial del Opus Dei hasta el comienzo de la guerra española (1928-1936) de Santos y Pillos. El Opus Dei y sus paradojas por Joan Estruch para un análisis detallado acerca de las orígenes del Opus Dei.

Recomendamos también la lectura sin prejuicios de la Constitución Apostolica "Ut Sit", el documento en que la Iglesia reconoce oficialmente al Opus Dei y le encuadra como Prelatura Personal con estatutos propios. Allí se ve que la Iglesia no va más allá de la expresión "fundado por inspiración divina" (par. 1) para referirse a los orígenes del Opus Dei. Cabe puntualizar que la expresión "inspiración divina" de por sí no significa inequívocamente, en un documento de esa clase, lo mismo que entiende el Opus Dei por “inspiración divina” al referirse a sus orígenes. Para el Opus Dei esa “inspiración divina” significa un acto extraordinario y milagroso de iluminación del fundador por parte de Dios. En un documento eclesiástico de esa clase esa expresión tiene interpretación más amplia, donde cabe entender por “inspiración divina” también la acción ordinaria de la Gracia en el alma del fiel, sin nada de extraordinario o incontestablemente sobrenatural.

¿Y qué decir entonces de la peculiar vocación sobrenatural que tienen las personas del Opus Dei? ¿No es eso prueba de que el Opus Dei es de hecho una institución creada por Dios? ¿No lo reconoce la Iglesia?

Así como pasa con la expresión “inspiración divina” , también la palabra “vocación” admite en el uso tradicional de la Iglesia diversas interpretaciones.

En el discurso del Opus Dei, la interpretación dada al término “vocación” tiene la más radical de las interpretaciones. Se compara a la vocación de los apóstoles por el mismo Jesucristo, y a la de los profetas del Antiguo Testamento.

En ningún documento la Iglesia reconoce que los miembros del Opus Dei son objeto de una “vocación divina” comprendida de esa manera. Así que, una vez más, el término es susceptible de manipulación y ambigüedades en las cuales el discurso del Opus Dei abunda.

Los que conocimos la organización por dentro somos testigos de que a la vez que se habla de “vocación al Opus Dei” en la acepción extrema que describimos arriba, son corrientes expresiones como “hacer pitar a uno”, que transpiran una concepción más bien pragmática de la “vocación”.

Para una reflexión acerca de los posibles significados del término “vocación” en la tradición de la Iglesia y del significado de la “vocación al Opus Dei”, recomendamos la lectura de la Sección, “La existencia vocacional humana” del capítulo La Referencia a la Voluntad de Dios de Lo teologal y lo institucional, Antonio Ruíz Retegui.

¿En qué se engaña al que considera pedir su admisión en la organización con la imagen que se le presenta de esa vida?

Al que considera pedir su admisión, se le presenta la vida en el Opus Dei como una modalidad de vida cristiana en medio del mundo, basada en la libre iniciativa y correspondiente responsabilidad del postulante. A través de algunas ideas intencionadamente dejadas vagas, se le oculta que en realidad su vida pasa a ser absolutamente regulada y controlada por la organización, no con el fin de ayudarle a perfeccionarse (que es lo que se alega) sino con el fin de que sirva a las finalidades de la organización.

Así, a aquél a quien se ha presentado un panorama de espontaneidad y libertad en su actuación, se le hará instrumento de la organización, siendo su actuación completamente dirigida, pautada y controlada por la misma, según las directrices trazadas por los superiores jerárquicos.

Además de que apenas le restan tiempo y energías al miembro para cualquier otra iniciativa más allá de las obligaciones que le imponen sus superiores, ese control se extiende a todos los aspectos de su vida, al contrario de lo que le fue presentado cuando consideraba la alternativa de pedir la admisión: sus decisiones profesionales, el tipo de pareja que le conviene (para los supernumerarios), los libros que puede leer, las películas que puede ver, la movilidad social que le es permitida, la clase de personas con quien puede relacionarse y un largo etc, todo está sometido a la decisión de los superiores, según una dinámica que no se presenta honestamente al candidato.

Al candidato sólo se le habla de “entrega total”, dándole a entender un significado para esa expresión muy diferente del que tiene en realidad. Cuando después, ya admitido en la organización, uno cuestiona la diferencia entre lo que le presentaron y la realidad, los superiores practican el chantaje moral de decir que uno se ha comprometido a aquella “entrega total” de por vida y ahora ya no cabe cuestionar los límites de esa entrega sin poner en riesgo su salvación.