Mi pequeño testimonio sobre el Colegio Gaztelueta, del Opus Dei en Leioa (País Vasco)

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Por Ander, 7.03.2007


Estudié en el colegio Gaztelueta (el primer colegio del Opus Dei), desde 1997 empezando 1º de ESO hasta 2003 terminando en F.P. de gestión administrativa de empresas. O sea, hace 4 años que no estoy en dicho colegio y que no tengo relación alguna con el colegio ni con el Opus Dei en general.

Cuando entré al colegio Gaztelueta me pusieron en una clase de horario de tarde, en la cuál todos eramos nuevos, procedentes de diferentes colegios. A diferencia de los otros chicos del resto de clases, no sólo teníamos un horario diferente, sino que pagábamos menos (los del horario de mañana pagaban muchísimo más puesto que estaba compuesto por ricos), aunque de todos modos los del horario de tarde ya pagábamos más lo que cualquiera pagase en otros colegios. Es decir, nosotros éramos de clase media (alguno de clase media-alta) y los del horario de mañana eran de clase alta o muy alta...

Dentro del colegio, me acuerdo que los del horario de mañana y los del horario de tarde teníamos diferencias de trato con los profesores... los privilegios no eran los mismos. Por ejemplo, algo que me acuerdo y que me impactó a mí y a algunos de mi clase que estuvieron ahí conmigo, fue un hecho que me indignó profundamente: a pesar de tener diferentes horarios los de mañana y nosotros, sobre la hora de comer coincidíamos (en el comedor y unos minutos en el recreo, después de comer, mientras nosotros llegábamos al recreo ellos prácticamente se estaban yendo), unos niños del horario de mañana, en el recreo, estaban pisando la hierba a ojos del profesor que estaba allí vigilando... nosotros también fuimos a pisarla y vino aquél profesor directamente hacia nosotros ¡diciéndonos que no podíamos pisar la hierba! Mientras los demás niños de la mañana seguían pisándola y a quienes no se les decía nada. Desde aquél momento, supe que en el Opus Dei discriminaban a los estudiantes según lo que se pagaba al colegio. Pero es que era tanta la discriminación, que recuerdo que un año, un día alguien robó un móvil a un profesor sin saber quién había sido... y lo que hicieron unos cuantos profesores, tras una charla, a la salida de clase para ir hacia casa, tuvimos que salir de uno en uno, y como si de un control de aeropuerto se tratase nos registraron las mochilas bien a fondo, así como las chaquetas y pantalones, y no encontraron ese móvil robado a nadie de mi clase; eso sí, al resto de clases (llamémosles los privilegiados) no se hizo dicho control. Resulta que al día siguiente le pillaron a uno de los privilegiados presumiendo del robo del teléfono móvil que hizo el día anterior. Ahí la discriminación que emplearon con nosotros les salió por la culata.

Desde los mismos inicios, ya que todos eramos nuevos, en una clase a parte, nos enseñaron las actitudes en clase así como las "ventajas" que nos daban y demas. Teníamos que levantarnos en cuanto entrase el profesor y permanecer sentados hasta que él se sentara o nos dijera que ya podíamos sentarnos, y teníamos que dirigirnos a los profesores ´de usted´ tanto en clase como en el recreo, así como en las excursiones que hiciéramos. No puedo quejarme mucho respecto a esa parte de la educación que daban porque de ahí se aprendía bien ciertas actitudes de modales y respeto; aunque su "educación" tenía otros muchos aspectos y contenidos.

El resto de educación, la religiosa al estilo Opus Dei, y todo lo que tenía que ver con ello me amargó ligeramente... Cada alumno teníamos un profesor y un cura, los cuáles nos sacaban periódicamente e individualmente de clase para hablar. Por ejemplo, mi profesor sería el mismo para otros 6 compañeros míos y el cura sería el mismo también para otros 10 compañeros míos, y así mismo había otros curas y profesores para otros tantos. Nos sacaban cada dos semanas aproximadamente, el cura por un lado y el profesor por otro, en mitad de clase, de cualquier asignatura, menos si estábamos haciendo algún examen, y en cualquier momento, para hablar 20 minutos, 30 minutos, 40 minutos, o el que fuese oportuno para el profesor o el cura, según quién fuese el que me sacara. O nos llevaban a dar un paseo por algún lugar del colegio, o nos llevaban a hablar a algún despacho o salita.

Lo que hacían era tocar 5 temas, profundizando según les interesaba:

compañeros de clase (qué tal con ellos, etc),

estudios (se hablaba acerca de cómo se estaba yendo en clase, con los deberes, el tema de suspensos y aprobados, los progresos.),ç

amigos y familia (qué tal con los amigos, qué tal en casa con los padres... tratando de averigüar al máximo acerca de la vida privada, para terminar aconsejando el profesor -o el cura en su caso- más que los amigos y la familia),

amigos, posible novia, y sexo (este punto el más desagradable... ya que se nos preguntaba, -repito: individualmente, un sólo alumno junto a un sólo adulto, profesor, a solas-, a ver si nos masturbábamos en casa, que cuántas veces, que en qué lugar de casa, que en qué pensábamos, que a ver si nos masturbábamos con amigos nuestros y a ver si hacíamos cosas o más entre nosotros, que a ver si hacíamos guarradas con la novia, etc... y la excusa para preguntarnos esas cosas, era para terminar diciéndonos que teniamos que confesarnos de la falta pureza; muchas veces estábamos forzados a decir alguna verdad puesto que jugaban mucho con nuestras mentes -estas cosas luego las hablábamos entre unos cuantos compañeros de clase flipando y comentando sobre las mismas cosas que nos preguntaban a todos nosotros-. Por otro lado recuerdo, que en una ocasión tras responder a las preguntas del cura, éste se excitó y trató de ocultarlo aunque yo ya me había dado cuenta, y él sin moverse de su posición sentado me pidió que llamara a otro compañero de clase para que fuese donde éste),

y religión (nos daban folletitos para rezar en casa y en cualquier lugar, nos decían qué cosas teníamos que mejorar -nos decían cosas comprensibles, como algo propio de buenos amigos-, nos decían qué cosas eran pecado, nos trataban de convencer para confesarnos contínuamente y nos recordaban cuántos días llevábamos sin confesarnos, que cuanto antes nos confesáramos antes estaríamos libres de pecado, nos trataban de convencer para ir a retiros [excursiones religiosas, encerrados prácticamente la totalidad del tiempo durante por ejemplo un fin de semana, en una casa del Opus Dei, generalmente impresionantes caserones pertenecientes a numerarios o a curas con criadas, participar en una misa en la capilla [que no faltaba en ningún lugar del Opus Dei] dada por el cura que estuviera, alabando y recordando a José María Escrivá de Balaguer, rezándo contínuamente así como estar leyendo páginas de libros del Opus Dei entre todos quienes estuvieran en el retiro [fui a uno y me comieron la cabeza]], así como ir a convivencias [excursiones a esquiar o al monte, etc, jugando y pasándolo bien yendo a un sitio y a otro, pero eso sí, rezando y escuchando charlas religiosas durante el viaje así como en gran parte del tiempo en el que estuvieramos en la casa de convivencia]).

He de decir también, que estuve apuntado a un "club de tiempo libre" del Opus Dei, en el cuál nos daban la oportunidad de estudiar y en ocasiones acceder a ayuda extraescolar para estudiar mejor o hacer los deberes, y en el cuál íbamos periódicamente a excursiones (convivencias: ir a esquiar o a algún sitio, y rezar e incluso ir a misa [ambas cosas obligatorias])... y, los fines de semana se solían organizar salidas a jugar a fútbol a la playa o al colegio, o se organizaban fiestas dentro del club (música, comida para picar, juegos) todo ello siempre después de una misa con presencia obligatoria. Me acuerdo que un día, cuando sábado por la tarde íbamos a ir a jugar a fútbol saliendo desde el club hacia el colegio, un chaval que llegó tarde y no pudo llegar a la misa recibió la bronca de uno de los profesores del Opus Dei por no haber acudido a misa, y le denegó el permiso para jugar el partido de fútbol.

Por otro lado, sobre ese extremismo religioso he de comentar que en esa parte de "educación" que nos estaban dando, mentían la política por medio siempre que podían. Por ejemplo, recuerdo que un día un profesor en clase nos pidió que rezáramos para que saliera adelante no sé qué Ley en contra del aborto, sobre la cuál el Partido Popular y no sé quienes eran quienes debían ganar. También me acuerdo de otra ocasión, en una clase de ética y moral, el profesor nos estuvo diciéndo que los izquierdistas durante toda la historia siempre lo que han querido ha sido realmente destruír a la sociedad, y una cantidad de barbaridades increíbles. Y por poner otro ejemplo, un compañero mío el cuál ya en Bachillerato estaba en otra clase, llegó a pasarlo tan mal que sin terminar el curso se fue del colegio: en su clase el profesor hablaba tanto de política sobrevalorando abiertamente al Partido Popular y menospreciando a partidos e ideologías de izquierdas, socialistas, nacionalistas..., mi amigo rebelde de naturaleza y originario de la sección de tarde (de los que entramos en los inicios de la adolescencia, a los 11-12 años, que pagábamos menos que los ricos y que por lo tanto teníamos menos derechos... [esto digo por recordarlo]) empezó a oponerse y a discutir con éste y otros profesores que metían caña con el tema político-religioso... pero se la jugaron: cuando él tenía examenes, él era el único de su clase en no recibirlos de vuelta y lo único que le decía el profesor era que había suspendido y la nota... pero sin el examen, pese a que mi amigo lo reclamaba porque además sabía que realmente no había suspendido no se lo daban... y mi amigo sabiendo que era una clara venganza y acoso por parte de los profesores en su contra, terminó tomando la decisión de irse del colegio. Mi amigo hizo mal en su momento porque estaba sujeto al dominio del Opus Dei... para mantener una normalidad en las notas y una buena armonía con los profesores era necesario hacerles caso, asentir, y callar. Ahora después de unos años que estoy fuera de ese colegio y no tengo relación alguna con el Opus Dei, creo que me conviene hablar y por eso he redactado todo esto.

Os agradezco muchísimo que hayáis hecho una página Web con la que me siento identificado y con la que puedo encontrar a personas que salieron de aquello.



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