Servir a la Iglesia? Teoría y práctica

Por José Antonio, 20 de enero de 2004


Uno de los "pildorazos" teórico-dogmáticos de mi adoctrinamiento en el opus dei consistió en la afirmación de que "hay que servir a la Iglesia como la Iglesia quiere ser servida".

Cuando yo escuché ésta frase la primera vez pensé: Claro... Si es que mucha gente no lo sabe... Menos mal que estamos nosotros para aclarar las ideas.

En realidad es un planteamiento eufemístico con el que, por una parte, se reafirma el opus en su papel de "intérprete" de "la voluntad de la Iglesia", y por otra, se vienen a desacreditar algunas otras maneras de servir a la Iglesia (individuales, grupales en cualquier género, e incluso parroquiales o de más altos vuelos), pues el opus sostenía que "la Iglesia no quiere ser servida de esas otras maneras".

Cuando digo que el opus afirmaba...o que el opus sostenía... me estoy refiriendo lógicamente a lo que dijo el director que el opus puso para adoctrinarme, pues "el opus actua asín" (te lo copio, Satur), con directores que te adostrinan con pildorazos en pequeñas dosis, para evitar sobredosis que puedan resultar alucinógenas.

Menos mal que nosotros sí sabíamos servir a la Iglesia como la Iglesia quería ser servida.

Esto me llenaba de tranquilidad... Llegué a creérmelo a pies juntillas... Estaba cabalmente convencido de que era cierto. Tan convencido que en su momento no me parecieron mal las anécdotas que seguidamente paso a contaros.

Son tres:


1ª) Por aquellas fechas, enviaron a la diócesis un nuevo Obispo que al parecer de algunos era "sospechoso" de servir a la Iglesia de "esas otras maneras" tan poco ortodoxas. Los indicios que le convertían en sospechoso eran algo escandalosos para esos algunos del opus y, aunque no se decía abiertamente (pues al fin y al cabo era el Obispo...), sí se hablaba en voz baja de que no vestía como su cargo exigía (no usaba sotana ni traje negro...), que había llegado a la ciudad conduciendo él mismo un pequeño y viejo coche (lo que al parecer desdecía del cargo y posición que ocupaba...), y que era excesivamente campechano, poco refinado y con poca presencia (se decía sin acritú, claro...). En definitiva, había que rezar mucho por el señor Obispo...porque además decían que de doctrina eclesial andaba algo flojo... (sin acritú...).

* Menos mal que nosotros sí servíamos a la Iglesia como la Iglesia quería ser servida.


2ª) Siendo yo adscrito, con sólo un año en la Obra, me encargaron que llevase una Catequesis de preparación para las primeras comuniones en una parroquia próxima a mi centro, los sábados por la mañana. Al parecer la Obra le había ofrecido al Obispo su colaboración en ésta materia, me imagino que a cambio de algo, porque éstas cosas nunca se hacen "gratis total", y además, había poca sintonía. Pero bueno, se organizaron las catequesis. La parroquia la llevaban dos párrocos bastante mayores que casi no tenían parroquianos y que no eran muy conscientes del "favor" que les hacíamos ni del "protagonismo" que nosotros adquiríamos con eso (en su inocencia, creían ser ellos, como párrocos, los protagonistas del asunto.¡Qué equivocados estaban!).

En la misma parroquia, en la hora siguiente a la mía, otra numeraria también daba catequesis, por lo que, como podéis imaginar, yo terminaba cinco minutos antes de la hora para no cruzarme siquiera con la catequista que venía después. ¡Va de retro, Satanás!... a 5.000 kilómetros.

El párroco jefe, entusiasmado por la "vida" que había adquirido la parroquia con motivo de las catequesis, quiso organizar una reunión conjunta de catequistas y catequizados, y propuso la proyección conjunta de una película elegida por él, para disfrutar todos juntos (catequistas, párrocos, y niños).

Cuando me lo propuso, no le podía decir (por secreto opusiano) lo de los 5.000 kilómetros que debían separarme de la otra numeraria catequista, así que, previo consultarlo con mi director, le dije que yo no podía asistir ese día, y que se arreglasen sin mí...

Luego comenté en mi centro, ante el director y el cura de mi centro, algo así como "parece mentira que, después de organizar nosotros la catequesis, el párroco se empeñe en mandar... y nos organice un "acto conjunto" en el que no podemos estar presentes los que realmente hemos trabajado". Y el cura de mi centro dijo: "...tú déjalo que piense que manda él, que ya se enterará de quién manda...".

* Menos mal que nosotros sí sabíamos servir a la Iglesia como la Iglesia quería ser servida.


3ª) En un Semestre (curso formativo de verano), concertamos una tertulia pirata (no autorizada por los directores) con cura numerario joven, anticlerical como el que más, dispuesto a contar cosas que sólo se cuentan en tertulias pirata.

Y comentando las supuestas persecuciones sufridas por el opus dentro de la Iglesia (dicen que sobre todo por los jesuitas, y algún alto cargo de la Iglesia), uno de los jóvenes contertulios planteó al cura que, en la hipótesis de que la Obra hubiera desaparecido por esas persecuciones eclesiales o llegara a desaparecer en un futuro, ¿qué pasaría con los curas de la Obra?...(pues no tienen vocación de curas... sino que se ordenan "por indicación..., por necesidades de la Obra...").

Y la respuesta fue: a) de derecho, los curas pasarían a depender de los Obispos... que los destinarían a las labores que considerasen oportunas...; b) de hecho, cada cual decidiría qué hacer..."...yo le metía al Señor Obispo mi sotana por la cabeza y le diría: Aquí tiene la sotana, por si la necesita..."

O sea, él tenía claro que en ese caso dejaría el sacerdocio, pues él se había ordenado para servir al opus, así que en el supuesto de no haber opus carecía de sentido su ministerio como cura-opus.

* Menos mal que nosotros sí servíamos a la Iglesia como la Iglesia quería ser servida.

PD: Sé que algunos dirán que no hay soberbia ni prepotencia en el planteamiento teórico, y sé que los mismos dirán que las anécdotas referidas son errores concretos de personas concretas.

En cuanto a lo primero, que cada cual juzgue el pildorazo teórico-dogmático. En cuanto a lo segundo, el opus está formado por personas concretas, y los dirigentes del opus son personas concretas, y los curas del opus son personas concretas. Y la vida la conformamos personas concretas. El único ente es el opus. ¿Es un ente sin responsabilidad?.

* Menos mal que ya no estoy en el opus, y sirvo a la Iglesia como Dios me da a entender.


Original