Santa coacción o Santa estupidez?

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Por Skyman, 31-julio-2006


En primer lugar, me encantaría presentarme, me encantaría deciros quién soy, mi edad, mandaros mi foto para ese "Quiénes somos", repleto de valientes, de esta página tan llena de experiencias que nos han llenado de felicidad en mil ocasiones y, por otra parte han vaciado nuestros corazones; recuerdos, de los que nos hacen sonreír, y hacen a algunas lágrimas caer; deseos del ya famoso "que no se vuelva a repetir"; crítica constructiva (y destructiva)... Pero no puede ser; gente de mi familia es de la Obra y no quiero armar lío... bastante tengo con callar en casa por respeto a hermanos más pequeños que siguen formándose dentro (aunque grandes dudas de que vuelvan a conseguir que pite otro/a). Conozco la web desde octubre de 2005, y directamente entré al chat, iba leyendo artículos, libros "silenciados", línea a línea, letra a letra, conociéndoos a algunos/as personalmente... toda una experiencia, maravillosa experiencia.

Yo fui aspirante a numerario, y no me considero un ejemplo a seguir en el camino del Opus Dei. Ahora que escribo, empiezo a pensar, ¿por qué me dejaron pitar?...

Gracias a mi director, me fui, gracias a su manera de presentárseme cuando le conocí, gracias a su manera de tratarme, de su frialdad e incluso estupidez, gracias a tratarme como una "mierda", gracias a coaccionar a mi padre para evitar la tele en casa, el ordenador, por aquellos tiempos el lentísimo acceso a Internet, no quedar con mis amigos del colegio... no tuve lo más mínimo de confianza como para contarle mi vida, si he pensado esto, si vivo la Santa Pureza o ni en broma, si he rezado o me he pasado esta semana el Plan de Vida por el forro, si he estudiado o me he dedicado a hacer buen apostolado, fumando en los pasillos y hablando de cosas del colegio a mis amigos... NADA. Sólo he tenido confianza absoluta con 4 numerarios (entonces) en el Opus Dei, de los cuales ahora solo "perseveran" 2. Y como veis, con este tío, se cumplió aquel famoso "La bola de mierda te llena por dentro, si te callas, crece, y cada vez te costará más soltarla". Cuando exploté, salpicó a uno de los perseverantes numerarios con quien tenía (y aún tengo) confianza, para lo que sea... sólo pude hablar con él para decirle que no podía más, que mi vida no valía para el OD, ni para nada... que quería irme.

En segundo lugar, y leyendo a Carmela, que nos escribe sobre el artículo de la web del OD ("El arte de vivir": cómo gestionar un hogar”), me quedo expresamente con algo que me trae muchos recuerdos: "Asimismo, las participantes que lo desearon pudieron recibir formación cristiana, encomendada al Opus Dei.", que yo traduciría a nuestro querido españó', como "Asimismo, las participantes recibieron formación cristiana, encomendada al Opus Dei. (Añado) Ninguna se ausentó. (Añado más aún) No les dejamos hacerlo."

He estado en 4 cursos de inglés, en 6 campamentos, en unos cuantos campeonatos internacionales (España-Portugal, internacionalísimo, si...) inter-clubs de fútbol en Fátima, en la beatificación, en excursiones, acampadas de fines de semana... podéis imaginar, un "niño de club" desde los 7 u 8 años (de lunes a viernes, Casa - Cole - Casa - Club - Casa, sábados y domingos, Casa - Club - Casa - Club - Casa). Lo dicho, salvo "fugas" esporádicas, siendo nene-club, la formación es obligatoria y hasta los padres están coaccionados/obligados a que el niño continúe en esa formación. ¿Cuántas veces les habré dicho: "Ya no quiero ir más al Club", y he seguido yendo? Contaría unas cuatro veces. Sin contar con algo que me pasó hace ya bastante tiempo, con 13 años o así. Típico que tus amigos "guays" del club, invitan a sus casas al preceptor, (pitables, pitados y, gracias a Dios, "ex-" todos ellos). Yo no quise ser menos "guays" e invité al mío. Mi madre (Supernumeraria, pero ... la mejor!), tenía comida especial preparada, coca cola para mi y mis hermanos, y dos buenas cervezas frías para el susodicho y mi padre (Supernumerario, pero el mejor), típica comida especial, todo especial... uau! Venía el preceptor! A la hora del café, yo andaba de arriba a abajo, llamando a mis amigos (y mi hermana a sus amigas), para ir al cine.

Cuando mi preceptor se percató del tema, comentó así como en voz alta:

-"Pero tío, ¿no sabes que tenemos "planón" en el Club?" (otra palabrita para el diccionario de Lulú... o ¿quién no ha tenido "planón" de viernes noche de "peliculón marañón"?, otra más... salen solas!!).

A lo que decididamente contesté,

-"Que yo sepa, acabo de llamar a medio grupo para ir al cine."

Y mi padre, tras un cruce de miradas con mi preceptor, acabó diciendo

-"No, si hay plan, tu vas al Club, que luego se quedan cuatro gatos... y hay que sacar adelante la actividad".

¿Coacción, obligación o va todo junto?

En fin, que media hora más tarde, me acerco al Club y no está ni el Tato... todo el grupo de mi mismo curso en el cine, y mi preceptor "No, no se donde está la gente, espérate, ayúdame a pintar esta portería y ya verás cómo vienen más tarde" (ditos "encargos"...). No vinieron. Me vuelvo a mi casa, con cara de imbécil, a decirle a mi padre, con lágrimas de rabia en los ojos, que no ha habido plan, que todos estaban en el cine, y yo, porque el preceptor te lo ha dicho, tengo que ir al hipotético plan del Club, sólo porque mi Padre me lo dice convencido por mi preceptor. Aún encima, se enfadó. Más llorera y más cara de imbécil. Patético.

Hace algún tiempo, mis padres veían un "peliculón" (me parto, en serio) de obispos, cardenales, etc. Cuando en la película se observa cómo uno de los cardenales ojea una "ficha personal" de otro de ellos. Pregunté en voz alta, "¿Eso es una ficha personal?" y con boca pequeña me contestaron que sí, que sería algo así. Y no tuve más remedio que levantarme y ausentarme cuando una hermana preguntó "¿Y qué es eso de la ficha personal?". Me mordí (una vez más) la lengua, pensando "Pues, eso es, lo que tenemos todos en el club, hasta tu... pequeñaja, escrito "Es una niña ordenada, buena, se preocupa por los demás, quiere mucho a sus amigas", y lo que vayan escribiendo...que te tienen ya como una de las más pitables y sólo porque eres un Sol". En casa no puedo decir nada... se armaría gorda, una de tantas... si no fuera así, cualquiera en mi casa sabría de sobra lo que son Cilicio y Disciplinas, sabrían qué son las preces, y las técnicas de "captación" que se utilizan dentro de "la Obra". Entre ellas, por ejemplo, evitar que yo pueda decir algo, la prácticamente obligación de mis padres a llevar obligados a los niños a los centros... eso sí, si hay bronca en un centro, la razón siempre es del numerario, del director, de quien sea, menos de un hijo. Cuando pité todo fue confianza, todo fue cariño, todo fue maravilloso... cuando me salí, casi me recluyen en casa, sin salir. Al parecer, les di un palo enorme y una desilusión aún peor.

Es tristísimo ver un planning de campamento de alguno de mis hermanos, misa todos los días, rosario todos los días... cuando un enano de estos, solo piensa en dar patadas a un balón, en sus clases de inglés o excursiones, incluso en cómo fugarse las misas y/o rosarios. Pero "o apechugas con lo que hay o te vas", a mi me lo han dicho en Torreciudad (o "Torrecity", típico vocablo con el que nombran al Santuario y alrededores, tanto que casi llegan a provincia o Comunidad autónoma, puesto que "Torrecity" también es el Tozal, los Tozalitos, el embalse de Joaquín Costa y el de El Grado, el Poblado de El Grado (zona para chicos), los Bancales (para chicas), incluso el pueblo de El Grado y ya, contando con Barbastro... Esperemos que no les de por la independencia... en definitiva, otro más para la lista de Lulú). Y más de una amenaza de expulsión he recibido yo, y amigos míos, por pasar tres pueblos (El Grado, Barbastro y otro más) de las misas en nuestros tiempos mozos. Más que acostumbrarte a ir a misa, a que acabes siendo devoto y pitable... te acostumbran, obligándote a ir, a despreciar e infravalorar la Santa Misa.

La labor, tanto aquí como en muchos centros, va de mal en peor. En mis tiempos, los de mi curso, casi nos teníamos que dividir en dos grupos, con dos preceptores, uno para cada grupo, 25 tíos. En uno de los campeonatos de futbol-sala en “nomeacuerdodedonde”, si mal no recuerdo, los cambios de jugadores podían ser “totales”, es decir, cinco fuera, cinco dentro… hasta 4 equipos completamente distintos. Ahora, creo que juntan al chaval de un curso, con los 2 del siguiente, y los 3 del anterior para conseguir hacer un grupito compacto. Los padres supernumerarios, defienden a ultranza la labor del Opus en sus hijos, en los de los demás (más de un padre habré visto intentando convencer a otros padres para llevar a los niños por un centro). Y el niño nunca tiene opción, ni razón, está obligado a ir por un sitio sin ni siquiera preguntarle su opinión (imagino que con 8 años… todo es tan “guay” que no importa nada, pero con 14, 15… tiene tela). ¿Saben los padres que sus hijos son fichados como hacen en el OD? ¿Saben los padres de dónde sacan, cómo sacan y a dónde va la información que hay en esas fichas? Lo peor, es que imagino que lo saben, los supernumerarios lo saben, pero todo por el “espíritu de casa”, y por su afán de santidad… han de hacer lo que los de arriba mandan. Y punto. Santa Coacción, Santa obligación… y, señoras y señores, Santa Estupidez.

Un abrazo a tod@s con cariño, en especial a Agustina, Brisas y todos los que hacéis posible esta maravillosa página. Por vuestro esfuerzo por sacar todo esto adelante. Gracias.


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