No teniamos persona que nos rescatara

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Por Australopitecus, 8 de enero de 2007


Leyendo el ultimo escrito de Agustina que esta muy claro, se me ocurre presentar mi testimonio personal.

Tomando aquella historia del Evangelio acerca de aquel paralitico que no tenia nadie que le empujara a las aguas de la piscina probatica, se me ocurre que para algunos que llegamos a pasar mas de siete años en el Opus Dei lo que nos faltaba era una mano externa que nos ayudara a superar aquellos miedos de los que habla Agustina en su escrito.

Cambiando el simil, otra manera de entender esto es pensar en terminos quimicos y ver la informacion bien sustentada como catalizador que acelera un proceso que llevaria un tiempo muy largo sin su presencia. Lo sorprendente de los catalizadores es que pueden acelerar un proceso millones de veces y ahi esta su utilidad.

Y ese catalizador, o esa persona que lo ayuda a uno, fueron para mi opuslibros (80%) y una persona dentro de la Obra que me ayudo de verdad (20%). Si no hubiera tenido acceso a una informacion tan bien sustentada sobre la naturaleza sectaria de la Obra y a los testimonios aqui publicados no hubiera tenido el coraje para enfrentarme a la Institucion y plantear sin muchas dudas mi salida de la Prelatura a los directores. Aun hoy en dia me sorprendo de que solo me tomo seis meses llegar a escribir mi peticion de dispensa desde que "conecte" con opuslibros, es todo lo que uno puede hacer con el miedo que le meten a uno (aunque llegue a pensar escaparme del centro cuando llegue a pensar que el tramite de la dispensa se demoraba demasiado, al final solo fueron dos meses). Por supuesto que mi proceso de desencantamiento con la Obra ya estaba muy avanzado, pero aun con todas las estupideces que uno ve dentro de la Obra es muy dificil salirse ya que muchas de las trampas sicologicas de la Institucion son montadas cuando uno esta muy joven. Ademas, en mi caso, yo era muy vulnerable en mi adolescencia porque mi familia siempre ha sido algo disfuncional y eso le pesa a uno demasiado.

O sea que tampoco hay que cargar demasiado los juicios en contra de los que no llegan a salirse de la Obra. Creo que respecto a eso cada uno tiene su tiempo y sus particularidades y lo cierto es que yo he visto salirse gente con mas de 30 o 40 años de la Prelatura y en mi caso personal tres de ellos sacerdotes y eso demuestra que a cada uno le llega tarde o temprano su momento. Tal vez si uno tuviera acceso a todos los datos de cada persona se sorprenderia de lo dificil que es desprenderse de esa opus-cosa y de sus falsos ideales. Eso lo digo, porque a veces pienso que si yo no hubiera conocido opuslibros y se juzgara mi caso particular de numerario dentro de la obra (tal vez estaria todavia alli), podria concluirse que yo seria un fanatico del sistema, cuando cualquiera que me conociera muy de cerca sabria de mis problemas de ajuste con la forma de funcionamiento de la Institucion.

Otra suerte muy grande que tuve es la de poder contar con apoyo afectivo y emocional de un sacerdote dentro de la obra que comprendio perfectamente mis objeciones al modo de funcionar de la obra y comprendio una de mis razones fundamentales de mi salida: una crisis existencial debida a que mis ambiciones profesionales y personales estaban en un punto muerto y los directores de la obra no iban a ayudarme a salir de ese estado puesto que eran incompatibles con sus planes apostolicos. Esto ademas de que estaba en un centro donde el consejo local no comprendia nada de mi manera de ser y me hacian unos desplantes increibles. Con este sacerdote empece a conversar, extraoficialmente, mas o menos dos años antes de salirme de la obra cuando el sufrimiento por la desconfianza que me manifestaban en mi propio centro se hizo insoportable. Aunque el todavia sigue en la Obra y esta muy contento con su encargo actual, es una persona que trata de comprender a los demas y me consta que su trato es un alivio para aquellos que sufren la frialdad de sus directores. El fue el que me hizo conocer a Don Antonio Ruiz Retegui y admiro el hecho de que respeto mi conciencia en cada paso que daba hacia la salida de la Obra, es mas llego un punto en el que me aconsejo salirme de la obra. Eso fue dos meses antes de que escribiera mi carta de dispensa.

En resumen, es muy dificil encontrar el apoyo sicologico, intelectual y moral que uno necesita para desprenderse de la idea de que la felicidad de uno esta amarrada a su pertenencia a una secta. No todo el mundo tiene la misma madurez, por motivos familiares a veces, en el momento de su captacion por parte de la obra. Y aunque uno este en conflicto interno con respecto a la obra, uno a veces habla bien de ella por el famoso temor a ser reprobado por Dios si uno se opone a algo (supuestamente) revelado por El. Yo creo que a los que se desvincularon de la obra sin ningun apoyo externo se les reconoce su madurez y su valentia para dar ese salto al vacio, pero eso no les da el derecho de juzgar todos los casos de los que duraron mas (o que aun estan dentro) generalizando demasiado.

Para mi la malevolencia dentro de la obra esta muy arriba y en personas que tienen acceso a mucha informacion privilegiada dentro de la obra. Pero si uno quiere juzgar habria que conocer caso por caso ya que muchos de ellos padecen una inmadurez afectiva e intelectual que les disculpa bastante. Eso no quiere decir que no haya que enfrentarlos, por su propio bien. Tal vez esa es mas bien la razon para no temerles mas a sus anatemas. Como en la prelatura se maneja mucho dinero y prestigios falsos y vanidades tontas, tambien la obra tendra su cuota de narcisistas y arribistas. Y como en todo sitio donde la transparencia no abunda, deben haber algunas personas a las que se les pueda aplicar el calificativo de ratas. O sea de que hay personas malevolas, aparte de la malevolencia institucional de la obra, las hay.

En fin, termino deseandoles un feliz año nuevo. Que lo disfruten, de verdad! Espero que los que aun tengan heridas causadas por su paso por la obra se libren de esas amarguras.


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