La lista de San José

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Por Naranja Agria, 17 de marzo de 2010


Llegó la hora del círculo y su concebida lista de San José. No sé qué me mueve a escribir en estos momentos, será la angustia de no saber si renovaré el viernes, será la necesidad de expresar mi interior sin ser tachado o marcado como hereje, maldito traidor o será un simple desahogo humano.

Este escrito podría ponerme en evidencia con algún miembro activo cazador de traidores, pero tengo la necesidad apremiante de contar que me ha pasado.

El círculo ha sido de lo más pintoresco pero antes de narrar estos hechos quisiera compartir o al menos vomitar un poco de lo que me ha dejado la última charla fraterna y su relación con la lista de san José...

Vida interior, problemas personas, tropiezos económicos, la pureza, o la fe o la vocación personal, brillaron por su ausencia. Todo se limito a una investigación exhaustiva de posibles candidatos para ser incluidos en la lista..

La primera pregunta no fue un ¿qué tal naranja agria? Cómo estás? ¿Cómo te trata la vida?. La primera pregunta fue, ¿a quien tienes pensado para tu lista de san José? No sé cómo pero le respondí que a nadie, que este año no miraba a nadie como para ponerlo en la lista, que no tenía trato profundo con nadie, ni sentía que estuviera bien poner a alguna persona. Me empezó a enumerar ciertas personas que trato o que por algún motivo me veo en contacto constante con ellos. Le dije que preferiría hablar de otros asuntos que me apremian y no entrar en materia acerca de cosas que la verdad no me preocupan.

Pero mi estimado numerario en cuestión sólo tenía un objetivo, sacar nombres para la famosa lista, el tipo a ver que yo, no que no y que no, en lugar de por lo menos ver si algo me estaba pasando me dice: mira luego hablamos de otras cosas, te daré un nombre para que lo pongas en la lista. Así es, el numerario me da el nombre de un individuo que alguna vez he visto para los retiros y que este fuera mi candidato. Le digo, pero mira, no hay porque poner a alguien a la fuerza, yo no lo conozco y no pasa nada si no digo ningún nombre. El numerario fijo en su objetivo, no cedió, así que para el momento del circulo ya tenía yo un candidato a quien poner en la lista.

Llegó la hora del círculo, del que no viene al caso hablar y ponerme aún más en evidencia, de lo dicho allí, puedo mencionar una pregunta del examen, esa de traer vocaciones de miembros numerarios. El tipo que estaba dando el círculo hace un parón en esta pregunta para extenderse en ella, comentar lo importante que es acercar a nuestros amigos a la obra maravillosa, conocerlos bien, tratarlos a fondo, etc. Esa pregunta y comentarios solo acuchillaban más mi conciencia a verme haciendo lo opuesto.

Las primeras palabras del que lleva el círculo solo hicieron más fuerte la idea que algo se está pudriendo allí. Vamos a hacer la lista de San José del grupo de supernumerarios tal y cual del 2010, el más joven escribirá los nombres, a la hora de decir un nombre es conveniente dar una breve descripción de la persona y del porqué debe ser incluido en la lista, vamos a ir de izquierda a derecha, si alguno no tiene un candidato para la lista no pasa nada, hay que esforzarnos más para el próximo año y rezar por los que hoy se escriban. Leeremos la lista del año pasado de este grupo de supernumerarios y si alguno ha pitado daremos un fuerte aplauso y gracias a nuestro fundador por conseguirnos una vocación más. De esa lista pasada se leyeron nombres de personas que nunca más se les ha vuelto a ver o escuchar por allí, otros que ya llevan sus buenos años en la lista y otros que si la mente no me falla estoy seguro que pitaron y despitaron en el transcurso del año pasado, pero de estos ni fu. Incluso las listas de San José pueden ser alteradas para borrar el pasado vergonzoso.

Llegó el rezo del ‘veni creator’ o parte de él y a dar pie al destaje de personajes.

Con o sin discreción, tacto o no por la intimidad, narraré lo acontecido aunque alterare un poco los nombres de los candidatos que no vienen al caso que sean expuestos aquí de la misma forma que lo vivido para la lista.

Iban saliendo candidatos para la lista; “yo tengo en mente a Fulano de Tal, buen tipo, muy piadoso, ha venido con regularidad a los retiros mensuales, trabaja para la compañía de Seguros de Tal S.A. Lo he visto en misa y me ha dicho que ha leído Camino y le ha parecido un buen libro. Segundo, ¿quien sigue? Yo pienso que podría ser incluido en la lista a Sutano De Perencejales, excelente persona, muy apostólico, ha traído a las charlas 2 amigos, trabaja en Hipermercados Perencejales, se ha confesado con Don Casimiro Casioigo y el cura dice que podría dar más”.

Finalmente llegó mi turno, y me he sentido el más hipócrita de la historia de la humanidad. Propongo a Ned Flanders, un tipo muy generoso, muy paciente y piadoso, tiene 2 hijos que van por club, su esposa falleció hace una par de temporadas pero lo ha sabido llevar con una regia visión sobrenatural.

Mi cabeza daba vueltas, no me creía estar diciendo eso de un tipo que si mucho lo he saludado a la salida del oratorio, hablar de él como tal, como si fuera entrañable amigo de toda la vida. Termina la lista, y salgo disparado al servicio, necesitaba desahogarme, la cabeza me daba vueltas, traté en el lavabo borrar de mi cara esas palabras, y aunque no estoy acostumbrado a esto, me salieron unas lágrimas, no sé si de desesperación, de lo malo e hipócrita que soy o del error cometido al hablar así de un desconocido o de seguir en este juego.

Ha pasado el círculo y su lista de San José, ya viene el viernes y saber si para mi habrá círculo la próxima semana, me siento mal y me duele que el alma de otra persona se ponga en juego para cumplir con el requisito de la lista. Me duele ver criterios que por seguirlos se pisotea todo, desde la dignidad de la persona hasta los más nimios detalles de la vida.

No sé qué más agregar, me siento súper mal, solo puedo decirle a San José: Ora pro eis.



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