Gracias a Dios, yo también me fui

From Opus-Info
Jump to navigation Jump to search

Por Mfb, 13/06/2012


Gracias a Dios, yo también me fui. Sigo desde hace años la web y es la primera vez que escribo. Mi vida la divido en tres partes:

- 15 años viviendo y creciendo con mi família, padres supernumerarios, soy la séptima de ocho hermanos, nivel económico medio/bajo. Tengo la sensación de que no me educaron mucho, aprendí muy poco de la vida. Mi padre pasaba muchas horas en el trabajo, mi madre siempre se sentia mal y era muy depresiva, y los hermanos estábamos divididos en dos bandos: opus sí, opus no; cada uno iba a lo suyo y estábamos poco por casa...

- 15 años (de los 15 a los 30) vida de numeraria del Opus Dei. Mi débil personalidad y el poco espíritu crítico de la vida, me hizo una presa fácil. Dije sí convencida, como todos. Me entregué al máximo, rezaba mucho, me mortificaba mucho, estudiaba en la universidad una carrera técnica con ocho asignaturas por curso, a la vez trabajaba (mis padres casi no me pasaban dinero), viví casi siempre en clubs de bachilleres (esto te comporta dedicar muchas horas al club y pocas al estudio o a otras cosas). Mi vida la habia entregado a Dios y no me parecía mal la entrega, pero... Tenia la sensación de ir siempre contracorriente, lo de recomenzar era diario y continuo, aparentemente mi vida no daba frutos pues no pitaban amigas mías y apostólicamente la cosa no funcionaba bien. Me harté de oir: te falta amor de Dios, no has puesto todos los medios, te ha faltado entrega... yo no entendia, si me daba al máximo!, no sabia qué más hacer Entonces descubrí que si me lo decían es porque había gente como yo, que no se entregaba del todo, aparentemente eran muy buenas pero las intenciones no. Descubrí que la directora que me echaba bronca por una que no pitaba, lo que más le importaba era lo mal que quedaba ante las directoras de la delegación; que la que siempre se ofrecía para quedarse en casa en vez de ir a esquiar, por ejemplo, (qué sacrificada, quedarse sin un plan tan chulo, pensaba yo), se pasaba el dia entero cuidándose ella misma: su manicura, su ropa limpia y planchada...... Hay muchos ejemplos más que ahora no contaré. Me sentí como si me tomaran el pelo, fui perdiendo la fe en la Obra, en el fundador, Padre, directores.... se me cayo! Así! Realmente era como si me hubieran quitado la venda de los ojos. Dejé de hacer algunas normas y no pasaba nada, no me sentía mal! Con una gran paz vi muy claro que me tenia que ir. Y así lo hice. Lo hablé con la directora con una gran serenidad y convicción y a los tres días me fui.

- 15 años (de los 30 a los 45) felizmente casada y con dos hijos, ahora ya adoslescentes. Qué vida! No es fácil, pero es mi vida! No tengo que dar cuentas a nadie, aunque al principio le contaba todo, todo, todo a mi marido y le daba explicaciones por todo, justificandome por todo.... Me ha costado madurar, perder la inocencia de la que siempre hace lo que dice la directora, sin rechistar para nada. También me ha costado tener criterio propio y espíritu crítico (era como si no fuera digna de tenerlo). Salí con un gran complejo de inferioridad quizá por el aislamiento del mundo (es real, no tenía tiempo de leer el periódico, no se miraban las noticias, sólo tenía tiempo de rezar, club y apostolado, y estudio, por este orden). Pero aquí estoy, feliz, y deseando que los próximos 15 años sigan así, y los otros.....

He resumido muchísimo mi vida, hay tantas anecdotas y muchas, tan similares a otros testimonios! No he comentado un hecho que, aunque no fue decisivo, me ayudó mucho en mi salida.

Al terminar la carrera entré a trabajar en una empresa. Me gustaba mucho. Por el horario lo podía hacer compatible con las actividades del club. Un chico del trabajo se fijó en mí, bueno más de uno, pero éste insistia. Yo le dejé claro que no estaba libre, le dije lo que era e incluso, le regalé Camino!!!! El dejó de insistir. Cuando decidí salir se lo conté y le dije que estaba libre. A los ocho meses nos casábamos. En la Obra se imaginan que lo dejé por él, pero no es cierto, lo dejé porque la Obra es muy intransigente, muy poco caritativa, es un grupo cerrado ajeno al mundo. No dejan evolucionar a las personas (excepto a unas pocas que les interesa por su trancendencia social, política....), vives la vida (incluso en el vestir) que quería un señor del siglo pasado, o la vida de la directora que te toca.

Mi testimonio trata temas bastante banales, no entraré en temas más profundos, creo que la idea de ser santos trabajando está bien, pero la forma encorsetada que pretenden vivir en la Obra no funciona, el celibato y la vida en familia, no funcionan. Hace falta el Opus Dei?

Siempre digo que no hay que mirar atrás, que las cosas son como son, cuando escoges, escoges y es un riesgo, pero la vida es así. Sin embargo, quizás fueron demasiados años en la Obra, me di cuenta tarde, pero gracias a Dios me di cuenta a tiempo. Cuantas y cuantos habrá dentro que no se atreven o no tienen donde ir!




Original