Google y las películas de época: Opus Dei, Portugal, negocios

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Por Carocha. 30.03.2007


Estuve un fin de tarde, hace unas semanas – puente, hijos (todos!) fuera dos días, lluvia, – en google, intentando recuperar alguna de la gente que conocí en la Firma, en Portugal, hace años. De muchos y muchas no me acuerdo del nombre: señal de que pasó mucho tiempo, y de que la memoria, gracias a Dios, es muy selectiva.

Es como acceder a una cápsula del tiempo: los mismos ambientes, como una película de época (pero de una época que nunca existió verdaderamente en el mundo real, una especie de mundo ideal according to Escrivá), con aderezos, trajes y peinados de esa época, (hay gente a la que increíblemente reconozco hasta de espaldas, en las fotos, pasado todo este tiempo) y lenguaje de época - llegará un momento en que tendrán que actualizarlo, se supone, y tal vez, de paso, mejorar las traducciones del castellano...

Mis hermanos tenían un juego hilarante, que consistía en hablar la extrañísima lengua que muchos y muchas usan en la Firma, en Portugal: un mixto perfectamente original e indescriptible de português y castellano: parece esperanto y tiene unas reglas gramaticales complicadísimas. Se habla, además, en un tono especial de voz, suave, bajo, pretendidamente modesto, con muchos “sí, sí, sí...” al final de las frases y una expresión siniestramente sonriente. Creo que merecería un diccionario, una gramática y hasta un glosario de argot: fascinante, pero la literatura que produce no es muy buena, lamento.

El mismo discurso: las mismas “actividades”, el mismo “cariño”, el mismo “calor de hogar”, la misma “formación armoniosa de la personalidad” – de hace más de veinte años. Nada de eso funcionaba entonces, ni siquiera dentro de su extraña cápsula, ahora funcionará ciertamente mucho menos, y por razones mucho más directas e inapelables: google, por ejemplo.

Tienen, evidentemente, mucho cuidado con la información que dejan pasar a internet (alguna tiene forzosamente que pasar, o porque no la controlan o porque les conviene que pase, entre otras razones porque tiene que parecer que están en el “mundo”). Sintomáticamente, sus sites, en general, o no funcionan, o funcionan mal, y exigen en general registro de usuario para acceder a información aparentemente inofensiva, de acceso directo en sites de instituciones semejantes: todo lo que tenga que ver con gente, con la imprevisible e incontrolable gente – listas de personal, currículos, en fin, cosas intimas de familia.

El problema de las fotos es un buen ejemplo y fue ciertamente objeto de “notas” de antología: como publicar fotos sin que se pueda realmente ver quien aparece en ellas? Facilísimo: no se activa el zoom-in (con lo que es imposible agrandarlas), y quedan expeditamente resueltos detalles tan inconvenientes como la gente que decide “irse”, y que, inconsiderada e ingratamente, estropea la imagen tan cuidadosamente torneada del pequeño mundo ideal que el fundador “vio” y de que dependen de modo critico los que “se quedan”.

Edificios nuevos y en sitios de Lisboa donde el metro cuadrado es, fruto de especulación, de los más caros de Europa: todo rebosa dinero, mucho, muchísimo dinero. Entramados de empresas, (de propia aunque oculta propiedad, como escribe Cooper) como un tal Grupo IPG – lo habitual: ingeniería financiera, mucha y global ingeniería financiera: inmobiliarias, (las constructoras forman parte de una novela paralela) empresas de publicidad, de arquitectura, de “campañas de comunicación”, de transportes, de software para empresas... Su página web abre con un increíble “mensaje” del presidente, que publica, entre otras brillantes cosas, y una vez más con problemas de traducción del castellano, que “siempre nos mantendremos fieles a los valores, atributos y a la cultura instituida en la matriz fundacional del Grupo IPG: la Persona Humana, la Empresa y la Familia”.

Una gigantesca propiedad en pleno centro de la ciudad (un cuartel desactivado), en la que funciona un “Instituto Superior de Educação e Ciência”, con un elenco curiosísimo de cursos (v., sin embargo, por ejemplo, la lista de empresas de aquel Grupo) y una componente evidentemente muy fuerte de ciencias de la educación. El objetivo es formar profesores de kindergarten, primero y segundo ciclos: de niños de 4 a 12 años, en una época en la que muchas escuelas en el país cierran por falta de alumnos, y hay un creciente desempleo de profesores. Que público atraen y a que mercado de trabajo se destinan? La institución se llama, sintomáticamente, “Universitas/ISEC” : que se sigue? (Publican, además, partes de frases positivas de una evaluación externa a su desempeño, pero el tono real del texto integral (PDF)de esa evaluación es bien distinto: lo que se refiere a la biblioteca y a los laboratorios es especialmente serio: pocos libros y poco significativos - graves problemas crean las bibliotecas! - y laboratorios deficientes – en una escuela de formación de profesores, que se dispuso a ser evaluada).

Una residencia universitaria (Montes Claros) con “Oratório de S. Josemaria” y business school (AESE) incluidos – una especie de ciudadela de la utopía - enquistada frente al campus de la sede de la Universidad Católica, en Lisboa. Hacen el link a Google Earth, y vale la pena, para apreciar la dimensión del modesto conjunto. (Creo que vale también la pena releer algunos artículos publicados en esta web sobre cosas como negocios, salario, empleo, Fomento: en la secuencia del buscador, cobran un encanto especial).

Un sucedáneo discreto, pero igualmente inconsecuente, - e beto, tão completamente beto! - de “Harambee 2002” (sic), en Cabo Verde. (Se puede ver en la pagina institucional de Opus dei en português y en projectocaboverde2006.blogspot.com). Increíble y cruelmente anacrónico - pero eso, en la Firma, cuando lo admitan se desmoronan. Con su habitual facilidad para “estar en el mundo”, ahora que entraron en el negocio de la “solidaridad” no saben más que acogerse a modelos de “proyectos de desarrollo” para consumo africano de los años 70 y 80 del siglo pasado: neo-colonialismo burdo, intolerable, en una especie de contra-ciclo de la Historia (y, detalle menor, de la doctrina social de la Iglesia) – que es su ambiente habitual.

La página de Harambee 2002 es, por si sola, un monumento magistral a ese tipo de mentalidad, tan amargamente ridiculizado por la inmensa mayoría de los africanos, que, a diferencia de sus dirigentes, raramente - nunca - benefician de esos enredados “proyectos”. ( V., por todos, el espectáculo montado en Barcelona para la donación, por una multinacional, a un hospital en Kinshasa, de... €7 242).

- Qué bien se estaba sin “estas cosas” ( como decía el fundador, a propósito de las incalificables preocupaciones “sociales” de Juan XXIII), cuando la información se cruzaba con dificultad, lentamente, y nos llegaba puntualmente ordenada por los periodistas, gente en general con familia para sustentar!

Hay mucho más, solapadamente, habilidosamente, como una tolerada longa manus de... de qué, verdaderamente? Juan Pablo II dijo, a propósito de la Teología de la Liberación, que la Iglesia no es una asociación de beneficencia. Hay muchas otras cosas que tampoco es, que nunca debería tender a ser.

Sin lógica alguna, cuando leo todas estas páginas me acuerdo nítidamente del olor de las casas: un olor común, físico, a desconforto y a insensibilidad, a “criterios” y a muerte en el alma, que se sentía apenas se abría la puerta de entrada: extraños en casa de extraños, día tras día.



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