El elitismo del Opus Dei: la visita de pobres

From Opus-Info
Jump to navigation Jump to search
The printable version is no longer supported and may have rendering errors. Please update your browser bookmarks and please use the default browser print function instead.

Por Antonio Esquivias, 29/06/2016


Recientemente un recién nombrado vicario general del Opus Dei, Mariano Facio, decía que “la percepción de que el Opus es elitista es una visión burguesa”.

Para aclarar el punto voy al centro a la misma formación que se da a los posibles numerarios, al enfoque que la atención a los necesitados tiene dentro de la formación que se da a los jóvenes que acuden a los centros del Opus Dei.

El instrumento más importante, en realidad el único, ideado por el fundador relacionado con la sensibilidad hacia los necesitados se denomina “visita de pobres”. Esa visita es algo que quienes frecuentan los centros del Opus para la formación de la gente joven deben realizar de vez en cuando. La visita es algo que realizan dos personas, una mayor, miembro de la institución, y un joven en formación. Acuden a visitar durante un rato a una persona necesitada, en la situación más frecuente por soledad o vejez. Llevan un pequeño regalo, según la idea del fundador, de «esas cosas que comen los ricos» y de la que esa persona no puede disponer habitualmente por hallarse fuera de su alcance. Normalmente unos bombones caros o algo de ese estilo. Durante la visita también se puede prestar algún pequeño servicio, que puede ser sencillamente dar conversación y compañía durante un rato o la cantidad de cosas que se pueden hacer con una persona enferma, darle de comer, cambiarle la ropa, hacerle la cama. Muchas veces son visitas a asilos, centros para discapacitados o vagabundos de la calle. Además las visitas deben hacerse siempre a personas distintas, buscando evitar que la persona visitada desarrolle una relación de apego con sus benefactores.

El objetivo de la visita es siempre el joven que acude, su formación y nunca subvenir o llenar una necesidad de esa persona necesitada. Se trata de poner en contacto con personas que sufren y que el joven se dé cuenta de que vive en una situación privilegiada. Las visitas a los pobres son un instrumento para hacer brotar en el joven un sentimiento de culpa, de falta de generosidad, por el contraste entre su vida cómoda y la visión del dolor y la desgracia de la persona visitada. No se trata de suscitar sensibilidad social, sino generosidad en quien acude de forma que se encuentre más abierto a las exigencias de entrega que se plantean en el centro de la Obra. La misma página oficial sobre el fundador dice: "Con estas visitas no se trataba, ni se trata, de resolver un problema social".

El modo cómo están planteadas las visitas originalmente tiene el olor de la situación social en España en los años 30 con dos clases sociales claramente diferenciadas. Sin embargo no busca el cambio de esa situación.

Con el tiempo y los lugares al salir el Opus de España, esa situación tan sencilla propuesta de ir a un pobre con un regalito, aunque se sigue produciendo en ancianos solos y vagabundos y pobres que sigue habiendo, ha provocado la evolución buscando situaciones que siguiesen consiguiendo la finalidad: abrir la generosidad del joven para la entrega en el Opus. De este modo los centros del Opus, por ejemplo españoles, han organizado campamentos para ayudar a construir una escuela en Guatemala durante un mes de verano y han organizado asociaciones con esas finalidades. También se ha buscado organizar ONGs como instrumentos que pudiesen servir como instrumento para la misma finalidad.

Esas obras sociales se emprenden porque son un gancho muy atractivo para las personas con inquietudes y generosas, que son las que el Opus Dei busca. Esto además es un modo de acceder a subvenciones y una actividad exenta de impuestos es decir es un modo de conseguir financiación para sus actividades.

Hago notar el modo fuertemente clasista en que está organizada esta formación: por supuesto no tiene como objetivo solucionar problemas sociales, no se va a atender la necesidad del desfavorecido; tampoco se trata de suscitar sensibilidad social, no se trata de lograr un compromiso con el problema que se atiende, es más se busca lo contrario: que no surja ese compromiso. El compromiso social es algo que se debe evitar estrictamente en estas visitas a los pobres. Dicho en palabras llanas se utiliza al pobre y a su necesidad para la formación de unos jóvenes. Hay que decir que no hay más elementos de sensibilidad social en el plan de formación de los chicos/chicas que acuden a los centros del Opus.

¿Cómo es esa formación social que se busca? Se perfectamente que la vida es muy amplia y que sencillamente el acercamiento a una necesidad puede en la realidad suscitar sensibilidad social en una persona y fomentar la compasión para comprometerse con las necesidades de sus semejantes, porque el compromiso es el fruto natural de la compasión. Pero esa no es la finalidad que se busca, sino generosidad en el terreno espiritual, en la entrega a compromisos religiosos que normalmente van a ser dentro de la institución Opus Dei.

Con la información proporcionada dejo al lector el hacerse la propia opinión sobre si el elitismo del Opus proviene de una “percepción” errónea externa o hay algo en la misma organización que tiene ese aire de elitismo que tan agudamente percibe la opinión pública.





Original