Una de coacciones

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Por Pedro, 5 de diciembre de 2005


A veces uno se pregunta cómo pudo pasar tantos años en el opus (doce yo, otros más).

Supongo que hay muchas explicaciones, pero casi seguro que las siguientes perlas de nuestro amadísimo fundador (y del que vino después) estaban muy vivas en nuestras mentes en aquellos momentos de duda.

Dejo aquí este pequeño compendio para la posteridad (y para que las vean los hijos de esa gran obra que llegan y te dicen ‘pues si tan a disgusto estabas, sólo tenías que coger la puerta y largarte’).

Comenzamos nuestra andadura en un momento en el que estábamos dentro y veíamos que el tema no terminaba de funcionar. Quizá fue entonces cuando oímos alguna de las...


Coacciones Tipo A:

Hijo mío, si lo estás pasando mal es por culpa tuya, y ni se te ocurra buscar una segunda opinión fuera de la obra porque...

“Os digo en la presencia de Dios que, si algún hijo mío se siente infeliz, es porque le da la gana.” Crónica 1973, p539.

“Si el alma en circunstancias particulares necesita una medicación —por decirlo así— más cuidadosa, esto es, si se hace necesario el oportuno y rápido consejo, la dirección espiritual más intensa, no debe buscarse fuera de la Obra. Quien se comportara de otro modo, se apartaría voluntariamente del buen camino e iría hacia el abismo. Carta 28-III-1955, n 19...

Ya sé que falta la cita de que aquél que no se confiesa con un sacerdote de la obra no tiene buen espíritu, pero esa no la he encontrado. En cualquier caso, estas dos no tienen desperdicio y con ellas daba para tirar palante un tiempo.

Era una cuestión de autoinculparse y punto: en el fondo no estoy haciendo las cosas bien... mejor abro el alma y me dejo aconsejar... total, en la obra tenemos toda la farmacopea...

¡Adelante por el túnel! ¡a la guerra sin fusil! !ten, tus gafas de madera! ¡ahora comienzo, nunkchakus!

Pero resulta que uno veía que fuera había gente con pinta de ser más feliz que la de dentro. Entonces a uno se le ocurrió volver a plantear el problema...

Y quizá fue en aquél momento cuando nos encontramos con una de las que podríamos denominar...


Coacciones Tipo B:

Hijo mío, si te vas es porque eres un traidor y un egoísta. Mira...

“Judas traicionó al Señor por dinero, Demás abandonó a San Pablo por los placeres de esta vida...: en el fondo, siempre es el egoísmo, la soberbia, es el yo desorbitado el que impide la fidelidad. Para nosotros, la fidelidad a nuestra llamada significa fidelidad a la vocación cristiana: al Amor de Dios. Se entienden por eso las palabras fuertes de nuestro Padre: si alguno de mis hijos se abandona y deja de guerrear, o vuelve la espalda, que sepa que nos hace traición a todos: a Jesucristo, a la Iglesia, a sus hermanos en la Obra, a todas las almas. Carta 19-III-1992, p67-68.

Que a nadie se le ocurra saltar fuera del agua. Quien lo hiciera, sería un cobarde, y no tendría fe en la Providencia divina. De nuestro Padre. Crónica 1973, p277.

Tú, mi hijo, no tienes derecho a volver la cara atrás, a condenar tu alma o, al menos, a ponerte en grave e inminente peligro de perderla. (…) No tienes derecho a prescindir de la Obra...Meditaciones II, p179-180.

Jolín, ¡qué duro! Yo... bueno... no es que esté en mal plan... pero las cosas me cuestan mucho...

No pasa nada, si no te sientes suficientemente culpable quizá ayuden las...


Coacciones Tipo C:

Hijos míos, si os vais las pasaréis putas en la vida y acabaréééééis en el infieeennnno... MWAJUAJAJAJAJAJAJAJA!!!

Hijo mío, convéncete de ahora para siempre, convéncete de que salir de la barca es la muerte. Y de que, para estar en la barca, se necesita rendir el juicio (...) Si te sales de la barca, caerás entre las olas del mar, iras a la muerte, perecerás anegado en el océano, y dejarás de estar con Cristo (...) compañía que voluntariamente aceptaste”. Meditación: “Vivir para la gloria de Dios” (21-I-1954); citado en Meditaciones IV, p84 y ss, 1987.

“No doy un duro por el alma de un hijo mío que abandone su vocación.” ¡Cómo me gustaría tener la referencia bibliográfica exacta!

Si alguien se descaminara, le quedaría un remordimiento tremendo: sería un desgraciado. Hasta esas cosas que dan a la gente una relativa felicidad, en una persona que abandona su vocación se hacen amargas como la hiel, agrias como el vinagre, repugnantes como el rejalgar.” Meditaciones. Tomo III.. Tiempo Ordinario. Semana XIII. Sábado p384-389'

¡Mentira cochina de la conchinchina!

Ya me gustaría ver una encuesta aquí, en opuslibros, que preguntase algo así como 'a veeer: ¿quién se arrepiente de haberse idoooo?'. Otra cosa no sé, pero si hay aquí un consenso generalizado es que nadie (o casi nadie) tiene gana de volver al hoyo. Eso lo tengo muy clarito.

En fin. La siguiente categoría está para los que ven a aquellos que no hicieron caso de las coacciones y se fueron. Quizá esto es lo que le contaron a algún ex-hermano mío que preguntó qué había sido de mí. Demos la bienvenida a las...


Coacciones Tipo D:

Hijos míos, a pesar de todo hay quien se va, pero casi mejor, porque aquí de todas maneras sobra...

“Resulta inevitable que algunos se vayan. Es una prueba más del vigor sobrenatural, de la salud de espíritu de la Obra. Como todo cuerpo sano, [la Obra] se resiste a asimilar lo que no le conviene y expulsa inmediatamente lo que no asimila. Y no sufre por eso: se robustece.” Vademecum de los Consejos Locales. Incorporación a la Obra. La perseverancia en la entrega, p48. Roma, 19-III-87.

Fíjate. De acuerdo con un visionario con alzacuellos embutido en una funda de paraguas yo tenía una vocación 'como la copa de un pino' cuando todavía era un criajo de mieeeerda de catorce años. Estaba clarísimo. Y mira que la vocación se ve una vez y luego ya no se discute... ¿eh?

Pues ya ves: ¡¡¡tras años de entrega resulta que era YO quien no le convenía a LA P... OPUS!!!

Y va... y 'me expulsa'...

...pero no sufre...

...sino que se robustece...

...ella se robustece...

...pero ella no sufre...

...ella...

...

!!!ELLA... VALE!!! ¿¡¿Y YO QUÉ?!?

!QUE YO ME QUEDO EN LA COCHINA CALLE...! !QUE ME QUEDO SIN UN DURO...! !QUE ME QUEDO MÁS COLGAO QUE UN CHORIZO EN CUARESMA...! !QUE POR SU CULPA YO YA NO VOY A MISA NI ATAOOO...!

Pero no pasa nada porque ella...

...se robustece...

...se ¡robustece!.

Es lo único que importa.

Es muy triste. Pero supongo que al menos me sirve para presentar la siguiente categoría. No sé si a esta se le puede llamar técnicamente 'coacción' o si es más adecuado llamarla directamente 'burla'. En fín, ahí va:


Coacción/Burla Tipo E:

Hijos míos, tengo más cara que espalda.

“Tenemos una bendita experiencia, que no deja de ser una gracia especial de Dios: los que abandonan su vocación mantienen siempre un cariño grande a la Obra; es lógico que sigan amando lo que amaron. El hecho de que no siguieran adelante, no es razón para que no continúen unidos —pegados— a la Obra; y colaborando de alguna forma —con su oración, con su limosna— en los apostolados. En cualquier caso, los Directores han de tomar las medidas —dictadas por la caridad y por la prudencia— para que no se perturbe el buen espíritu de los demás, ni se creen confusiones o situaciones equívocas” Vademecum de los Consejos Locales. Incorporación a la Obra. La perseverancia en la entrega, p55. Roma, 19-III-87.

Es el recochineo definitivo, la remangüeva: Los muy pobrines... se van porque son un poco tontitos, pero no os creáis, no... luego MANTIENEN SIEMPRE UN CARIÑO GRANDE A LA OBRA.

Mira tú. El iluminado que escribió el vademocos ese no leía opuslibros.

Ni tampoco tenía un conocimiento elemental de la naturaleza humana...

Así nos luce el pelo.




En resumidas cuentas, el argumento viene a ser el siguiente: la culpa de tus problemas es sólo tuya, si te vas es porque eres un egoísta, un traidor, un cobarde y la última mierda que cagó Judas, te quedará durante toda tu vida un remordimiento tremendo, te sabrá todo a rejalgar (que ya te digo yo que está asqueroso), serás un infeliz... y además te vas a condenar por gilipínfanos. Hala, tomalpoculo.

Eso sí, mantendrás SIEMPRE un gran cariño a la obra.

Ya.

Es entonces cuando resuenan en nuestros oídos aquellas palabras de nuestro amadísimo fundador:

“Tú estás aquí porque te da la gana. (…) En el Opus Dei no está coaccionado nadie. La perseverancia depende de cada uno de nosotros.” Meditación, 4-III-1960.

Y una ñorda de búho.

Existe una santa coacción (bien implícita en los textos que uno lee, escucha y 'se lleva a la oración' o bien explícita a través de los directores). Existe para entrar y para quedarse dentro.

Y el que lo niegue tiene una pértiga por nariz.


Original